El politólogo
belga Éric Toussaint reconoce en la presentación de 'Bancocracia', un libro que
habla sobre la necesidad de socializar el sector bancario, que le gustaría
participar en la auditoria pública y reestructuración de la deuda que promete
Podemos en caso de llegar al poder
ROGER
XURIACH Barcelona 23/11/2014 00:00
Éric Toussaint, tras la entrevista. ROGER XURIACH
El doctor en
Ciencias Políticas Éric Toussaint ha estado estos días en Barcelona para
presentar Bancocracia (Editorial Icaria), su nuevo libro, donde denuncia
las manipulaciones y los crímenes que, a su juicio, llevan cometiendo los
bancos privados con la connivencia de los gobiernos y los bancos centrales
desde que estalló la crisis económica. Toussaint, en una charla con Público,
reconoce haber concebido esta obra como un "instrumento pedagógico para
que la ciudadanía entienda mejor la opacidad de los grandes bancos privados
internacionales", a los que acusa de interconectarse "con
promiscuidad, complicidad y sin precauciones" con el poder político.
Para el
desarrollo del libro, el politólogo ha analizado las medidas empleadas por el
Banco Central Europeo y la Reserva Federal de los Estados Unidos a la hora de
frenar la crisis. Y de sus conclusiones extrae que estas políticas "están
ligadas a una ofensiva del gran capital contra los derechos humanos".
Para Toussaint es absurdo pensar que el BCE y la Comisión Europea comprimen el
gasto público de sus miembros con el objetivo de favorecer las economías
periféricas y reducir asimetrías. "Lo que realmente buscan es que la
producción europea sea más competitiva en un mercado mundial frente a EEUU,
China o Japón. Por eso necesitan más desempleo y salarios cada vez más bajos,
aunque para ello tengan que reducir la protección social de los ciudadanos a
unos niveles que no se veían desde el final de la Segunda Guerra Mundial",
explica.
"Pensar
que los bancos privados internacionales pueden volver a disciplinarse es una
utopía"El libro es también un alegato a favor de la socialización del
sector bancario, una de las medidas que Toussaint propone "de forma
radical" para poner freno al capitalismo financiero. "El sector del
ahorro, crédito e inversión es demasiado serio para la sociedad como para
dejarlo en manos del interés privado y capitalista. Pensar que los bancos
privados internacionales pueden volver a disciplinarse es una utopía",
sostiene. A efectos prácticos, y en clave española, el politólogo cree que
"hay que expropiar a gigantes financieros como el Banco Santander o el
BBVA. Separar la parte que reciben del ahorro y mantener el espacio para la
inversión a través de cooperativas que permitan un control ciudadano de su
funcionamiento". Lo mismo opina sobre el sector energético: "Hay
que ir más allá de la mera nacionalización. Los sectores prioritarios deben
definirse en un marco de servicio público".
"La
obligación moral de Podemos, si llega al Gobierno, es desobedecer a los que
siguen mandando desde Bruselas"
Desde su
experiencia como presidente del Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer
Mundo y miembro de la CAIC-Ecuador (Comisión presidencial de Auditoría Integral
del Crédito público), el pensador belga también cree que la única manera de
torpedear la hoja de ruta de la Comisión Europea es dejar de pagar la deuda
pública ilegítima. Esa es la condición que exige a Podemos en el caso de
que alcance el poder. "Su proyecto entusiasma. Y su obligación moral, de
entrar en el Gobierno, es la de desobedecer a los que siguen mandando desde
Bruselas". El partido de Pablo Iglesias así lo ha anunciado por tierra,
mar y aire: primero hará una auditoría pública de la deuda; luego suspenderá el
pago de la que identifique como ilegítima y reestructurará la otra. "Me
gustaría participar en una comisión para auditar la deuda en España. Brindar mi
experiencia y la de mi asociación a Podemos. Actualmente hemos tenido
conversaciones, pero sólo de carácter informal", apunta Toussaint.
¿Deben estar
tranquilos los mercados internacionales con la irrupción de Podemos? "Hay
una retórica de la Comisión Europea construida a base de amenazas. Es un
discurso propagandístico del miedo. Pero si un gobierno está decidido a
desobedecer, no tiene por qué tener consecuencias drásticas", argumenta a
través de casos como los de Chipre o Bélgica, su país, "cuya deuda pública
fue de más del 80% y nunca tuvo represalias".
Para el
politólogo, "la fuerza de la CE y la BCE está basada en la docilidad de
los gobiernos que aceptan la lógica y se niegan a elegir otro camino, como
ocurrió con Hollande, que prometió no ratificar los tratados europeos y luego
traicionó a sus votantes". Una lección de la que aprender, según el autor
de Bancocracia. "Lo que pasó en Francia es la demostración de
esa promiscuidad entre partidos políticos tradicionales, que se hacen llamar
socialistas, liberales o populares, pero que siguen un mismo patrón.
Hollande pudo abrir otro escenario en Europa pero se dejó integrar por el
sistema".
Por eso le
tiene tanta fe a los partidos nacidos de una base ciudadana, como Podemos en
España o Syriza en Grecia. "Recogen dinámicas que vienen desde abajo y
espero que pronto cuenten con nuevas simpatías en otros países. Tienen una
oportunidad única, que no va a durar mucho".
"La
redistribución de la riqueza es factible si está acompañada de una política
tributaria radicalmente distinta"Sobre otro de los puntos destacados del
programa económico del partido de Pablo Iglesias, el de incrementar
significativamente el salario mínimo interprofesional y establecer un salario
máximo vinculado a este salario mínimo, Toussaint opina que "la
redistribución de la riqueza es factible si está acompañada de una política
tributaria radicalmente distinta". Tampoco cree que esta medida afecte a
los precios del mercado "porque los márgenes de las empresas siguen siendo
importantes", aunque advierte que debe ir acompañada de "una política
para fortalecer las pequeñas y medianas empresas". A vueltas con la
socialización bancaria, el politólogo recuerda que "sacar a los grandes
monopolios privados de la lógica capitalista no es ir en contra de la
iniciativa privada. Sólo se trata de entender que bancos o multinacionales
eléctricas no tienen porqué competir si de lo que se trata es de ofrecer un
servicio básico al ciudadano". Recalca, para terminar, que todas estas
medidas no sólo harían aumentar la producción económica de un país, también
garantizarían un ahorro importante. "Rescatar a la banca privada o
regalar dinero a empresas privadas a través de la exención fiscal sí que sale
caro".
Fuente: www.publico.es
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