El candidato a
dirigir la patronal Antonio Garamendi quiere que las huelgas se voten en una
urna y que los piquetes informativos no se puedan realizar el mismo día del
paro
EUROPA PRESS
Madrid 23/11/2014 11:48 Actualizado: 23/11/2014 12:37
El candidato a la presidencia de la CEOE Antonio Garamendi.-
EUROPA PRESS
El candidato
a la presidencia de la CEOE y presidente de Cepyme, Antonio Garamendi,
quiere una CEOE más influyente en las decisiones políticas y económicas. Con
ese planteamiento propone ahondar en las reformas del mercado de trabajo
para generar más empleo, con una mayor flexibilidad en las condiciones
laborales, también en los salarios, así como costes laborales más asequibles,
lo que incluye despidos más baratos.
Así consta
en su programa electoral, un documento de 60 páginas que ha titulado De
nuevo. Independencia, ética y transparencia, en el que explica que estas
medidas darían más músculo económico a las empresas y más confianza a la hora
de adaptarse a las circunstancias económicas.
Así, el
programa es una batería de propuestas, a nivel interno de la organización y
externo, de cara al ámbito político y económico, que se asienta en la máxima de
recuperar la "presencia" que, a su juicio, ya no tiene la CEOE
actual, y en un término que reitera a lo largo de las páginas, la "influencia".
"Una de
las principales rémoras de la CEOE en los últimos años ha consistido en ir a
remolque de las iniciativas de reforma del entorno empresarial y de criterios
ajenos", dice Garamendi, para añadir que "la CEOE tiene que
participar activamente como agente social en los debates que afectan a la
médula y vertebración de España, como pueden ser la Unidad del Estado, la
defensa de la Constitución y la Corona, la lucha contra la corrupción, la
promoción de partidos políticos constitucionales, la unidad de mercado,
etc.". "Debemos ir más allá de ser un mero gestor de las
relaciones laborales", añade.
Reducir el coste de las empresas
En el plano
económico, la primera aspiración de esa nueva CEOE es la reducción
"urgente" de los costes de las empresas, ya sean laborales, fiscales,
energéticos, sociales "o de cualquier tipo". "Será la mejor
manera de que las administraciones ayuden a los empresarios", señala el
programa de Garamendi.
Para ello,
Garamendi quiere reducir las cotizaciones sociales, dar marcha atrás para que
los salarios en especie salgan de las bases de cotización del empresario, controlar
aún más el absentismo y las bajas, y reducir el coste del despido
individual. Sobre esta última cuestión, señala que "es imprescindible para
tener una economía competitiva".
Salario según la productividad
Además, el
candidato a la presidencia de la CEOE, defensor de mantener la moderación
salarial, señala que "la flexibilidad laboral en las empresas no
viene sólo de una movilidad geográfica o funcional, sino también de una flexibilidad
en la retribución salarial basada, en la medida de lo posible, en la
productividad de cada compañía e incluso en cada puesto de trabajo".
Por otro
lado, Garamendi avisa de que reducir las modalidades contractuales "sin
motivo" puede suponer una "incomodidad" para las empresas. En su
opinión, siempre se habla de eliminar la dualidad entre contratación temporal e
indefinida, pero hay que tener presente que los contratos temporales y a
tiempo parcial son "muy valiosos" para las empresas a la hora de
adaptar las plantillas a las necesidades del negocio.
Asimismo,
apuesta por reducir la carga fiscal "extremadamente alta" que
soportan las empresas, así como la complejidad del entramado fiscal al que
se enfrentan, así como por aumentar los esfuerzos para reducir la morosidad de
las administraciones.
En este
ámbito, Garamendi aboga por racionalizar de manera "urgente" las
administraciones públicas, "simplificando organismos, reduciendo empresas
públicas y sociedades mercantiles y evitando duplicaciones".
Regular el derecho a huelga y desjudicializar
En otro
orden de cosas, Garamendi se declara firme defensor del diálogo social y quiere
una negociación colectiva "ágil", al tiempo que defiende la autonomía
del diálogo bilateral.
Por otro
lado, señala que es preciso un marco regulatorio "más adaptable a las
especiales circunstancias por las que atraviesan las empresas, que no esté
permanentemente judicializado".
Además,
Garamendi se moja al hablar de una de las reformas "pendientes y
urgentes" que es la del derecho a huelga, cuestión que considera
"compleja, pero necesaria".
"Es
exigible que la huelga se vote en una urna, que las acciones informativas sobre
la convocatoria no se puedan realizar el mismo día de la huelga —porque
entonces se convierten en piquetes coactivos— y que no pueda convocar huelga un
sindicato que carezca de representatividad en la empresa o sector de que se
trate", precisa.
Fuente: www.publico.es
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