De ministro de Suárez a prófugo buscado por la
interpol
Viernes, 21
de noviembre de 2014
La “porra de
la Transición” en orden de búsqueda y captura De los sindicatos verticales
franquistas a la dirección de la guerra sucia en la Transición, de dirigir la
principales empresas españolas a prófugo internacional
Por MAURICIO BASTERRA - El 17 de noviembre, Rodolfo
Martín Villa aparecía en público por primera vez desde que la jueza
María Servini de Cubría cursara la orden de detención internacional
contra él y otros 19 altos cargos del franquismo. Ese día, Martín Villa acudió
a un acto de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas,
en el que compartió mesa con el Juan Carlos de Borbón y con Marcelino
Oreja. A pesar de la orden de detención, el Gobierno español de Mariano
Rajoy ha paralizado, de momento, todos los trámites. Una vez más,
gracias a la Ley de Amnistía de 1977.
La orden de detención
Para
que una querella salga a trámite hace falta que el delito que se denuncia tenga
culpables. Y las investigaciones llevadas a cabo por la jueza Servini, en
colaboración con numerosas organizaciones de memoria histórica, así como con
organizaciones sindicales como la CNT, han concluido que hay indicios
suficientes para considerar que algunos cargos del franquismo todavía vivos tuvieron
responsabilidad directa en los crímenes del régimen y de la Transición.
En concreto, Rodolfo Martín Villa es acusado de la muerte de
cinco trabajadores en los llamados “sucesos de Vitoria” del 3
de marzo de 1976. En el trascurso de una huelga, los trabajadores se reunieron
en la iglesia de San Francisco de Asís, situada en el barrio obrero de
Zaramaga, en la capital alavesa. La policía, que tenía órdenes de desalojar a
los manifestantes, lanzó gases lacrimógenos en el interior del edificio.
A la salida del templo, la policía disparó contra la multitud y asesinó
a cinco de ellos. Al menos 150 personas resultaron heridas de
bala.
En esos tiempos, Martín Villa ejercía funciones de ministro de
Relaciones Sindicales en el Gobierno de Carlos Arias Navarro.
La querella argentina lo considera responsable directo de lo sucedido. Una
responsabilidad que, según dictaminó una comisión del Gobierno vasco en 2008,
también comparte el difunto Manuel Fraga, entonces ministro de Gobernación.
Se cuenta que llegó a manifestar que para él era más preocupante el movimiento
libertario que ETA. Lo cierto es que la CNT sufrió infiltraciones policiales
que desembocaron en el incendio de la sala de fiestas Scala de Barcelona. Todo
en un momento en el que la organización anarcosindicalista estaba en plena
movilización contra los Pactos de la Moncloa. La represión que se ejerció
contra la CNT, así como las posteriores escisiones, dejaron mermadas las
fuerzas de una de las centrales sindicales que no habían entrado en el juego de
la Transición
Tras su
paso por la política, Martín Villa se dedicó a los negocios.
Entre 1997 y 2002 fue presidente de Endesa, cuando la
empresa todavía era parcialmente pública. Durante su gestión, se completó
la privatización. En 2004, fue nombrado presidente de Sogecable, cargo
que ocupó hasta 2010.
El peso de
la Ley de Amnistía A pesar de la orden emitida contra Martín
Villa, el ex ministro de Arias Navarro y Adolfo Suárez
ha salido del paso, negando cualquier tipo de responsabilidad y
afirmando que está dispuesto a declarar ante la jueza argentina si así se
estima. Igualmente puede que comparezca en el Congreso de los Diputados.
Otra de las acusaciones que pesan sobre el ex presidente de Sogecable es su
papel en el intento de asesinato del abogado canario Antonio Cubillo,
líder del Movimiento por la Autodeterminación e Independencia del
Archipiélago Canario (MPAIAC), en 1978. El mismo Cubillo, al regresar
a España en 1985, acusó directamente a Rodolfo Martín Villa del
atentado. En su larga carrera fue comisionado del Gobierno en
el caso del Prestige y también presidente de la Comisión de
Control de Caja de Ahorros de Madrid (1993-1997)
Fuente: www.canarias-semanal.org
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