domingo, 23 de noviembre de 2014

TRUCOS PARA ACABAR CON LOS PARADOS



    Recorte de 4.400 millones en prestaciones
    El Gobierno opta por distintos retoques estadísticos para dejar fuera de las listas de desempleo a miles de personas.
F. Fafatale, Madrid
17/11/14 · 8:00 https://www.diagonalperiodico.net/sites/all/themes/diagotema/css/img/transparente.png
El Gobierno de Rajoy destinará menos dinero a los parados en los Presupuestos el año que viene. Concretamente, recortará las prestaciones por desempleo en 4.426,76 millones de euros, hasta los 25.002,47 millones. Y lo hace porque prevé que habrá menos parados: Una tasa del 22,9%.
“Hay dos maneras de bajar el paro: creando empleo o ‘matando’ parados”, explica un trabajador del antiguo Instituto de Empleo (INEM): “Aquí se ha optado por ‘matar’ parados. Se les mata de hambre, de aburrimiento y desesperación. También cuando se han agotado todos los recursos y el sistema no ha permitido ejercer el derecho al trabajo”, explica este experto. “También se les elimina formalmente, sacándolos de las listas del paro”. ¿Cómo?
1. La emigración
Lo que la ministra Fátima Báñez denominó, con gran polémica, “movilidad exterior”.
2. No contabilizando
Utilizan­do trucos a la hora de elaborar los registros del paro, como por ejemplo no contabilizar a los estudiantes o a quienes asisten a cursos de formación. De hecho, según los expertos, el SEPE “utiliza una clave interna para colectivos especiales para que no computen como los demás parados”.
3. Separación
Otra manera de eliminar parados es priorizar en las ofertas de empleo a los parados que están percibiendo prestaciones frente a los que no perciben nada. “De este modo, se saca a gente de la lista del paro y se paga menos. Lo cual ahonda en la brecha de parados de primera y de segunda”, denuncian.
4. Paro y EPA
También se expulsa a parados cuando desisten de seguir apuntándose, porque ya han agotado todas las prestaciones y ya no se les va a ofrecer ninguna alternativa de empleo o formación. Esto explica las diferencias en número de parados entre la Encuesta de Población Activa (EPA) y los registros del paro.
5. Control
Se denominan “acciones de control de la disponibilidad para el empleo”, pero suponen la intensificación del “control a los parados y aumentar las posibilidades de que fallen y sean expulsados del sistema”. En Madrid, sin ir más lejos, están exigiendo a los parados que justifiquen que han presentado diez currículum, entre otros requisitos.“Aquí se ha optado por ‘matar’ parados. Se les mata de hambre, de aburrimiento y desesperación"
6. “Caza del parado”
En esta tarea intervienen la Inspección de Trabajo, el SEPE y hasta la Guardia Civil. La Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales controla en las fronteras que los parados que reciben prestación no viajen al extranjero.
7. Tramitación informática
Éste es el aspecto que más peso tiene en la productividad de los trabajadores del INSS, del SEPE y de Tesorería. Para las fuentes consultadas, con esto “se está consiguiendo que los colectivos más vulnerables y en riesgo de exclusión estén cada vez más alejados de la gestión y tengan cada vez más dificultades para percibir una ayuda”. De nuevo se profundiza la brecha entre los parados de primera y de segunda.
Menos apuntados al paro
“Una cosa es que tengamos menos desempleados y otra que haya menos gente apuntada al paro. Lo que tenemos es menos gente apuntada al paro”, concluyen los expertos laborales consultados. En su opinión, “el hecho de que baje el presupuesto para las prestaciones por desempleo, no implica que vaya a bajar el paro. Se va a pagar menos sencillamente por los recortes en las cuantías de las prestaciones y por el endurecimiento de los requisitos de acceso. Pero eso no quiere decir necesariamente que vaya a haber menos parados. Gastamos menos no porque haya menos parados, sino porque hay menos parados en condiciones de cobrar. En todo caso, aunque hubiera algún parado menos, el paro sigue siendo insoportable”.
Además hay que tener en cuenta que el tipo de empleo que se está creando no sustituye al que se ha destruido. Es eventual, en condiciones precarias, con salarios más bajos y por tanto, con cotizaciones inferiores. Antes, a partir de los seis primeros meses se cobraba el 60%, ahora es el 50%. Otra de las razones que apuntan las fuentes para que haya menos gasto en desempleo es que las cotizaciones han bajado fruto de recortes salvajes en los salarios. “Nos están mandando a la Edad Media”, lamentan.
En los Presupuestos para 2015, por el contrario aumenta el dinero destinado a bonificaciones a la contratación para las empresas. “Esto quiere decir que se cotiza menos, porque si tengo una bonificación para la contratación, yo no lo cotizo, lo paga el Estado. Además, las bonificaciones a las empresas son absurdas y potencian el fraude”, apuntan los expertos consultados.
La estrategia del Gobierno para precarizar a los trabajadores hasta límites insoportables queda patente en las presentaciones del Ministerio de Economía y Competitividad a los inversores extranjeros. En un reciente documento para inversores de Economía, el ex Lehman Brothers Luis de Guindos presume de que “desde 2011, el número de empleados en el sector público ha disminuido sustancialmente, alcanzando niveles de 2011, con una reducción de unos 377.100 empleados” y de que los costes laborales han bajado en torno a un 7,4% desde el pico de 2009 y han dado un salto atrás de siete años, hasta alcanzar niveles de 2007.
Las prestaciones no llegan
Desde 2011 se ha producido el endurecimiento del acceso a las prestaciones. Es el caso de los subsidios para mayores de 52 años, que han pasado a ser para mayores de 55. Más ejemplos: ahora se contabilizan los ingresos de toda la unidad familiar a la hora de conceder una ayuda, lo que deja fuera a mucha gente. También se ha suprimido un subsidio para mayores de 45 años y se han recrudecido los requisitos para la percepción de la Renta Activa de Inserción, una ayuda de último recurso para colectivos en riesgo de exclusión.  

D. E. desempleado: “Hay una trituradora silenciosa de parados”
En el tercer trimestre de 2014, el número de parados bajó en 195.200, según la última Encuesta de Población Activa (EPA), situando el número de desempleados en la nada halagüeña cifra de 5.427.700 personas. Diagonal ha recogido el testimonio de uno de esos 195.200 parados menos: un expulsado del antiguo INEM, a día de hoy  Servicio Público de Empleo Estatal.
 
“Eso de que hay menos parados no es real. El Gobierno tiene una política no escrita para que cualquier receptor de ayudas que tenga un error humano quede expulsado del sistema y por tanto, de cualquier subsidio”, se lamenta D. E., perceptor de Renta Activa de Inserción (RAI), al que acaban de retirar la renta por olvidarse de ir a sellar.
 
Este parado de larga duración, ex trabajador de la construcción, fue llamado para una mejora de empleo con una administración pública por 20 horas a la semana y 480 euros de salario más la parte proporcional del subsidio. “Cuando acudí a la mejora de empleo, me dieron otra tarjeta nueva con una nueva fecha. Es decir, que dejé de ser un parado de larga duración. La crisis es tan grave que hasta la antigüedad en el paro es un privilegio. Luego se me acabaron los seis meses de trabajo y volví a recibir la RAI, pero un día se me olvidó sellar y la perdí”, relata.
 
D. E. no puede comprender cómo si un parado se olvida de sellar una prestación por desempleo, pierde un mes de prestación, pero si falla en la Renta de último recurso que es la RAI, la pierde todo un año. “Es un ejemplo más de la falta de humanidad de este Gobierno. Hay una trituradora silenciosa de parados que con argucias legales o burocráticas nos quiere matar de hambre y frustración. Estamos gobernados por las leyes que han elaborado unos delincuentes”. 








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