Recorte de 4.400 millones en prestaciones
El Gobierno opta por distintos retoques estadísticos para dejar fuera de
las listas de desempleo a miles de personas.
F. Fafatale,
Madrid
El Gobierno de Rajoy destinará menos dinero a los parados en
los Presupuestos el año que viene. Concretamente, recortará las prestaciones
por desempleo en 4.426,76 millones de euros, hasta los 25.002,47 millones. Y
lo hace porque prevé que habrá menos parados: Una tasa del 22,9%.
“Hay dos maneras de bajar el paro: creando empleo o
‘matando’ parados”, explica un trabajador del antiguo Instituto de Empleo
(INEM): “Aquí se ha optado por ‘matar’ parados. Se les mata de hambre, de
aburrimiento y desesperación. También cuando se han agotado todos los
recursos y el sistema no ha permitido ejercer el derecho al trabajo”, explica
este experto. “También se les elimina formalmente, sacándolos de las listas del
paro”. ¿Cómo?
1. La emigración
Lo que la ministra Fátima Báñez denominó, con gran polémica,
“movilidad exterior”.
2. No contabilizando
Utilizando trucos a la hora de elaborar los registros del
paro, como por ejemplo no contabilizar a los estudiantes o a quienes asisten a
cursos de formación. De hecho, según los expertos, el SEPE “utiliza una clave
interna para colectivos especiales para que no computen como los demás
parados”.
3. Separación
Otra manera de eliminar parados es priorizar en las ofertas
de empleo a los parados que están percibiendo prestaciones frente a los que no
perciben nada. “De este modo, se saca a gente de la lista del paro y se paga
menos. Lo cual ahonda en la brecha de parados de primera y de segunda”,
denuncian.
4. Paro y EPA
También se expulsa a parados cuando desisten de seguir
apuntándose, porque ya han agotado todas las prestaciones y ya no se les va a
ofrecer ninguna alternativa de empleo o formación. Esto explica las diferencias
en número de parados entre la Encuesta de Población Activa (EPA) y los
registros del paro.
5. Control
Se denominan “acciones de control de la disponibilidad para
el empleo”, pero suponen la intensificación del “control a los parados y
aumentar las posibilidades de que fallen y sean expulsados del sistema”. En
Madrid, sin ir más lejos, están exigiendo a los parados que justifiquen que han
presentado diez currículum, entre otros requisitos.“Aquí se ha optado por
‘matar’ parados. Se les mata de hambre, de aburrimiento y desesperación"
6. “Caza del parado”
En esta tarea intervienen la Inspección de Trabajo, el SEPE
y hasta la Guardia Civil. La Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y
Falsedades Documentales controla en las fronteras que los parados que reciben
prestación no viajen al extranjero.
7. Tramitación informática
Éste es el aspecto que más peso tiene en la productividad de
los trabajadores del INSS, del SEPE y de Tesorería. Para las fuentes
consultadas, con esto “se está consiguiendo que los colectivos más vulnerables
y en riesgo de exclusión estén cada vez más alejados de la gestión y tengan
cada vez más dificultades para percibir una ayuda”. De nuevo se profundiza la
brecha entre los parados de primera y de segunda.
Menos apuntados al paro
“Una cosa es que tengamos menos desempleados y otra que haya
menos gente apuntada al paro. Lo que tenemos es menos gente apuntada al paro”,
concluyen los expertos laborales consultados. En su opinión, “el hecho de que
baje el presupuesto para las prestaciones por desempleo, no implica que vaya a
bajar el paro. Se va a pagar menos sencillamente por los recortes en las
cuantías de las prestaciones y por el endurecimiento de los requisitos de
acceso. Pero eso no quiere decir necesariamente que vaya a haber menos
parados. Gastamos menos no porque haya menos parados, sino porque hay menos
parados en condiciones de cobrar. En todo caso, aunque hubiera algún parado
menos, el paro sigue siendo insoportable”.
Además hay que tener en cuenta que el tipo de empleo que
se está creando no sustituye al que se ha destruido. Es eventual, en
condiciones precarias, con salarios más bajos y por tanto, con cotizaciones
inferiores. Antes, a partir de los seis primeros meses se cobraba el 60%, ahora
es el 50%. Otra de las razones que apuntan las fuentes para que haya menos
gasto en desempleo es que las cotizaciones han bajado fruto de recortes
salvajes en los salarios. “Nos están mandando a la Edad Media”, lamentan.
En los Presupuestos para 2015, por el contrario aumenta
el dinero destinado a bonificaciones a la contratación para las empresas.
“Esto quiere decir que se cotiza menos, porque si tengo una bonificación para
la contratación, yo no lo cotizo, lo paga el Estado. Además, las bonificaciones
a las empresas son absurdas y potencian el fraude”, apuntan los expertos
consultados.
La estrategia del Gobierno para precarizar a los
trabajadores hasta límites insoportables queda patente en las presentaciones
del Ministerio de Economía y Competitividad a los inversores extranjeros. En un
reciente documento para inversores de Economía, el ex Lehman Brothers Luis
de Guindos presume de que “desde 2011, el número de empleados en el sector
público ha disminuido sustancialmente, alcanzando niveles de 2011, con una
reducción de unos 377.100 empleados” y de que los costes laborales han bajado
en torno a un 7,4% desde el pico de 2009 y han dado un salto atrás de siete
años, hasta alcanzar niveles de 2007.
Las prestaciones no llegan
Desde 2011 se ha producido el endurecimiento del acceso a
las prestaciones. Es el caso de los subsidios para mayores de 52 años, que han
pasado a ser para mayores de 55. Más ejemplos: ahora se contabilizan los
ingresos de toda la unidad familiar a la hora de conceder una ayuda, lo que
deja fuera a mucha gente. También se ha suprimido un subsidio para mayores
de 45 años y se han recrudecido los requisitos para la percepción de la Renta
Activa de Inserción, una ayuda de último recurso para colectivos en riesgo de
exclusión.
D. E. desempleado: “Hay una trituradora silenciosa de
parados”
En el tercer trimestre de 2014, el número de parados bajó en
195.200, según la última Encuesta de Población Activa (EPA), situando el número
de desempleados en la nada halagüeña cifra de 5.427.700 personas. Diagonal
ha recogido el testimonio de uno de esos 195.200 parados menos: un
expulsado del antiguo INEM, a día de hoy Servicio Público de Empleo
Estatal.
“Eso de que hay menos parados no es real. El Gobierno
tiene una política no escrita para que cualquier receptor de ayudas que tenga
un error humano quede expulsado del sistema y por tanto, de cualquier
subsidio”, se lamenta D. E., perceptor de Renta Activa de Inserción (RAI), al
que acaban de retirar la renta por olvidarse de ir a sellar.
Este parado de larga duración, ex trabajador de la
construcción, fue llamado para una mejora de empleo con una administración
pública por 20 horas a la semana y 480 euros de salario más la parte
proporcional del subsidio. “Cuando acudí a la mejora de empleo, me dieron otra
tarjeta nueva con una nueva fecha. Es decir, que dejé de ser un parado de larga
duración. La crisis es tan grave que hasta la antigüedad en el paro es un
privilegio. Luego se me acabaron los seis meses de trabajo y volví a recibir la
RAI, pero un día se me olvidó sellar y la perdí”, relata.
D. E. no puede comprender cómo si un parado se olvida de
sellar una prestación por desempleo, pierde un mes de prestación, pero si
falla en la Renta de último recurso que es la RAI, la pierde todo un año.
“Es un ejemplo más de la falta de humanidad de este Gobierno. Hay una
trituradora silenciosa de parados que con argucias legales o burocráticas
nos quiere matar de hambre y frustración. Estamos gobernados por las leyes
que han elaborado unos delincuentes”.
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