El Senado se salta a la torera su
reglamento para tramitar de urgencia la abdicación del rey. El propio proyecto
de ley incurre en errores de bulto... O intencionados
PÚBLICO Madrid
06/06/2014 19:58 Actualizado: 07/06/2014 09:39
Corona y cetro, símbolos de la monarquía. Presidirán
la proclamación de Felipe VI.Efe
La
abdicación exprés de Juan Carlos I será estudiada por los historiadores y
juristas. No sólo por ser un proceso insólito, sino también por la chapuza en
la que están incurriendo las instituciones del Estado con el fin de tramitar de
urgencia su decisión y que las Cortes Generales proclamen al nuevo rey, Felipe
VI.
La fórmula
utilizada por el Gobierno para tramitar la abdicación es criticada por expertos
constitucionalistas consultados. La mayoría coincide en que la abdicación es
una decisión personalísima de Juan Carlos I, en la que las Cortes no debían
entrar a aprobar.
Pero el
Gobierno optó por presentar en el Congreso un proyecto de ley orgánica para que
sea el poder legislativo el que apruebe una decisión personal del monarca. La
Constitución de 1978 no contiene requisito alguno de autorización previa a una
abdicación. Es más, ya reconoce la sucesión en la persona de su hijo.
La
abdicación es una decisión personal de Juan Carlos I, y la Constitución no
exige que sea aprobada por las Cortes Generales
Por si fuera
poco, la exposición de motivos del proyecto
de ley hunde sus raíces en las monarquías borbónicas del pasado. Esto es, en
lugar de centrarse en la Constitución -que es la que instaura una
monarquía parlamentaria en la persona de Juan Carlos I - se remonta a Isabel II
o Alfonso XII. Y, ya puestos, elude el detalle de que el rey fue jefe de Estado
porque juró los principios del Movimiento de Franco.
Ahora, la
chapuza ‘exprés' ha contagiado al Senado. El Senado ha incurrido en una
irregularidad insólita para aprobar de urgencia el proyecto de ley orgánica de
abdicación del rey que pretende el Gobierno: ha convocado un pleno para
votarla en lectura única para el martes 17 de junio, cuando ni siquiera ha
recibido el texto del Congreso, ya que no lo aprobará hasta el 11 de junio.
El
reglamento del Senado es muy claro al respecto. El artículo 129 exige al
Congreso de los Diputados que remita al Senado los proyectos de ley que deban
someterse a tramitación directa en lectura única, como es el caso. Pero no ha
sido así. La Mesa del Senado decidió el pasado 3 de junio tramitar el proyecto
de ley orgánica de abdicación de Juan Carlos I sin tener documento alguno
remitido por el Congreso.
El artículo
129.1 del reglamento del Senado dice, textualmente: "Cuando la
naturaleza de un proyecto o de una proposición de ley, remitidos por el
Congreso de los Diputados, lo aconseje, o su simplicidad de formulación lo
permita, el Pleno de la Cámara, a propuesta de la Mesa, oída la Junta de
Portavoces, podrá acordar que se tramite directamente y en lectura única".
Sólo tres
senadores protestaron por esta irregularidad: Jordi Guillot Miravet y Juan Saura, de la
Entesa Catalana de Progrés, así como Jesús Iglesias, de IU. El diario de sesiones del pleno del
Senado del 5 de junio que aprobó saltarse a la torera la legalidad queda
reflejado así para la historia :
Jordi
Guillot pidió intervenir para protestar porque no se respetara el reglamento en
un tema tan trascendental como es la abdicación de un rey: "En democracia
las formas lo son todo. El Congreso de los Diputados no ha remitido ningún
proyecto de ley, con lo cual no conocemos su naturaleza ni su simplicidad. Podremos
deducir, dadas las mayorías parlamentarias, qué es lo que vendrá, pero hoy
por hoy al Senado no se ha remitido ningún proyecto de ley, con lo cual creemos
que la propuesta de la Mesa y Junta de Portavoces conculca el espíritu y la
letra del artículo 129.1".
Guillot:
"Hay una abdicación exprés, una tramitación exprés, una coronación exprés;
reivindicamos un debate sereno" "En estos momentos- destacó-, visto
que hay una abdicación exprés, una tramitación parlamentaria exprés, una
coronación exprés, nosotros reivindicamos un debate sereno, sosegado, sobre una
cuestión tan trascendental como es la forma de Estado".
Jesús
Iglesias Fernández, del Grupo Mixto (IU), hizo suya la argumentación de
Guillot, y añadió que la fórmula de lectura única "tiene sentido cuando
hay una unanimidad" o ante una situación de urgencia. Ninguna de las dos
circunstancias se dan: Tampoco hay "una vacante institucional en este
momento. Hay un anuncio del monarca de su voluntad de abdicar, pero hasta que
se apruebe la ley orgánica correspondiente el monarca sigue ejerciendo todas y
cada una de sus funciones. En consecuencia, no hay una urgencia para la aprobación
de una ley orgánica, que, en primer lugar, por lo que se sabe, no es la que
preceptúa el artículo 57 de la Constitución española, es otra ley orgánica la
que nos convierte en fedatarios públicos de la voluntad del monarca. Y,
luego, si durante estos treinta y seis años no hubo oportunidad y tiempo para
aprobar la ley orgánica que de verdad pide el artículo 57, no creo que esté justificado
que en este momento se acuda al procedimiento de lectura única".
Un momento excepcional
Frente a
esta visión, el portavoz socialista José Miguel Camacho Sánchez aseguró que su
grupo "entiende que la tramitación por lectura única es un procedimiento
excepcional, y que como tal se debe utilizar. También entiende mi grupo, sin
entrar, evidentemente, en el fondo - corresponderá en otro momento ese debate-,
que este es precisamente un momento de esa excepcionalidad y que, por lo
tanto, sí se debe tratar y tramitar por lectura única. Nada más". Sus
palabras fueron seguidas por aplausos.
Entonces
tomó la palabra el senador del PP Antolín Sanz Pérez para apostillar: "Yo
comparto con el senador Camacho, y que sirva de precedente, que no estamos
hablando del fondo, sino de la forma. A diferencia de lo que opina el senador
Guillot, el artículo 129.1 del Reglamento refleja claramente lo que estamos
ahora debatiendo. Por lo tanto, el Grupo Parlamentario Popular, al que
represento, va a mostrar su voto favorable a la tramitación por lectura única.
Y al mismo tiempo quiero reafirmar el compromiso de este grupo y, por lo
tanto, de mi partido, con la monarquía parlamentaria. Muchas gracias".
Aplausos y
fin del debate: el Pleno del Senado aprobó tramitar el proyecto de ley de
abdicación, saltándose su propio reglamento, por 209 votos a favor, 6 en contra
( IU, ICV y ER) y 5 abstenciones (PNV).
Fuente: www.publico,es
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