Artículos de
Opinión | Coordinadora noroeste 22M | 01-04-2014 |
El día 22 de
marzo fue un hermoso día de reivindicación y lucha, de movilización y
solidaridad, una grandiosa jornada en la que el pueblo trabajador de Madrid
salió por centenares de miles al encuentro de las marchas que llegaban a
nuestra comunidad desde todos los puntos del Estado, y la confluencia se llamó
Dignidad. El 22M existió realmente, y nosotros la Coordinadora Noroeste-Sierra
de Guadarrama, que contribuimos a hacerlo y lo vivimos en primera persona, lo
podemos atestiguar. Lo hicimos con nuestra unidad, nuestro trabajo y nuestro
entusiasmo porque no podíamos ni queríamos dejar pasar la oportunidad de
afirmar, junto con el resto de los trabajadores de este país, que no nos
resignamos y que, puestos en pie, en marcha, estamos decididos a recuperar todo
lo que nos han quitado, a conquistar el presente al que tenemos derecho y a
conquistar el futuro de nuestros hijos y nietos que es nuestra obligación, y,
todo ello, lo repetimos una vez más, no sólo por necesidad, sino por Dignidad.
Es cierto
que con las enormes fracturas económicas (desigualdad, pobreza, paro,
devaluación salarial, supresión de derechos), políticas (crisis de
representación e institucional) y morales (corrupción en las élites) resulta
asombroso que haya paz social y no ardan las calles, pero el carácter pacífico
de la protesta hasta hoy es incontestable. Sin embargo, la estrategia
gubernamental es clara y así se demostró con el 22M: primero ignorar las
marchas con un apagón informativo previo, segundo organizar el día de la
manifestación un despliegue policial formidable e innecesario con la clara
intención de actuar como elemento provocador y disuasorio de la participación
ciudadana y, por último, destripar la concentración con cargas policiales
cuando todavía no habían acabado los discursos en la tribuna y cantaba la
Solfónica, todo ello para evitar a todo trance que los telediarios dieran la
noticia del rotundo éxito de la masiva y festiva manifestación y sólo pudieran
mostrar los oscuros incidentes por ellos provocados. Rechazamos rotundamente la
estrategia policial diseñada en las altas instancias del Estado y, en especial,
por la Delegación de Gobierno de Madrid, encaminada a criminalizar el ejercicio
legítimo de derechos constitucionales como son la libertad de expresión,
reunión y manifestación, con la finalidad de amedrentar a la ciudadanía y
acallar la protesta contra unas políticas antisociales, injustas, violentas, en
este caso sí, además de justificar la necesidad de nuevas leyes represivas como
la Ley Mordaza.
Reafirmamos
nuestra decidida voluntad de seguir luchando por los objetivos de esta
Primavera de la Dignidad: No al pago de la deuda ilegítima, derecho a una
vivienda para todos, empleo digno con derechos o renta básica, servicios
públicos para todas las personas, y a profundizar en la unidad popular para
conseguirlos.
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