Aquel
Primero de Mayo ha quedado en la memoria de la historia del socialismo y del
movimiento obrero de nuestro país.
nuevatribuna.es
| Historia | Eduardo Montagut | Eduardo Montagut | 26 Febrero 2015 - 21:17 h.
De izquierda a
derecha: Pedro Rico, Largo Caballero, Miguel de Unamuno e Indalecio Prieto.
Aquel Primero
de Mayo ha quedado en la memoria de la historia del socialismo y del movimiento
obrero de nuestro país
El Primero de
Mayo de 1931 fue extraordinario por dos razones. Se celebró a las pocas semanas
de la proclamación de la República y, sobre todo, porque fue la primera
celebración como fiesta oficial. Efectivamente, el gobierno provisional, a
propuesta del ministro de Trabajo, Francisco Largo Caballero, había establecido
el día 1 de Mayo como Fiesta oficial del Trabajo.
La celebración
de 1931 fue una manifestación de alegría democrática y socialista en todo el
país. En Madrid se puso en marcha pasadas las diez de la mañana. La capital
estaba llena de banderas republicanas. En la cabecera de la manifestación iban
del brazo el rector de la Universidad de Salamanca, Miguel Unamuno, el
ministro de Trabajo, Francisco Largo Caballero, el ministro de Hacienda,
Indalecio Prieto y el alcalde de la capital, Pedro Rico. También
estuvieron presentes Julián Besteiro y representantes del movimiento
obrero occidental y de la OIT. La seguridad corrió a cargo de las milicias
socialistas, con una niña vestida de República, es decir, con el gorro frigio y
una banda tricolor, mientras que una compañera iba vestida de rojo simbolizando
el socialismo. Se cantó la Marsellesa y la Internacional. Se calcula que se
manifestaron más de trescientas mil personas.
Cuando la
cabecera de la manifestación llegó a Presidencia de Gobierno se encontró en su
balcón al presidente Niceto Alcalá-Zamora, rodeado de los ministros Albornoz,
Casares Quiroga, Maura y Azaña. Una comisión presidida por Largo Caballero
entró en el edificio para entregar las peticiones obreras, como se venía
haciendo desde el inicio del Primero de Mayo. El documento es sumamente
interesante por las propuestas presentadas: derecho al voto a los 21 años,
ratificación y cumplimiento de la jornada de ocho horas, políticas para paliar
el paro y contra la carestía de la vida, la construcción de casas baratas, la
aprobación de una legislación a favor del cooperativismo, la reforma agraria,
la repoblación forestal y una ley sobre el control sindical de las industrias.
Se trataba, sin lugar a dudas, de una parte fundamental del programa político,
social y económico del socialismo español.
El presidente
Alcalá-Zamora se dirigió a los manifestantes resaltando la significación
histórica del acto. Aludió al final del antagonismo social, a la superación del
conflicto entre las reivindicaciones sociales y el poder público. Se
comprometía, en la medida de las posibilidades, a atender al programa y las
peticiones obreras. Largo Caballero cerró el discurso para que los
manifestantes se disolvieran evitando incidentes que pudieran ser empleados por
los enemigos de la República.
Las
tradicionales fiestas en la Casa de Campo y la Dehesa de la Villa fueron
multitudinarias.
Sin lugar a
dudas, aquel Primero de Mayo ha quedado en la memoria de la historia del
socialismo y del movimiento obrero de nuestro país.
VIDEO: 1mayo 1931
Fuente: www.nuevatribuna.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario