Gripe
aviar, gripe porcina y ébola: ¿otra historia repetida?
Por Julio Andrés Capey
Jueves, 14 de agosto de 2014
El nuevo rebrote de contagios por el
virus del Ébola mantiene en vilo a la opinión pública mundial
por la virulenta campaña psicológica que las grandes corporaciones de la
comunicación, entre las que destaca la que siempre lidera todas las campañas
imperiales, la propagandista CNN, están llevando a cabo. Sus coberturas
recuerdan las que se ofrecieron a otras pandemias.
VIDEO:
CAMPANAS POR LA GRIPE A: http://vimeo.com/6790193
Incluso en Mayo de
2009, con la gripe A (H1N1), la Organización Mundial de la Salud (OMS) cambia
la definición de pandemia sospechosamente como lo explicó la monja benedictina
y doctora Teresa Forcades en el video "CAMPANAS por la gripe A"
Las consecuencias políticas del acto
explican muchas cosas: "La OMS normalmente recomendaba. A partir
de los casos de pandemia pasa de aconsejar a ordenar. Cuando hay
pandemia, las vacunas que la OMS declara obligatorias han de serlo".
Han sido coberturas efectistas, de gran
impacto psico-emocional, dirigidas al logro de cierta predisposición y que
mucho tienen que ver con lo que se recoge en el libro de Naomi Klein, La
Doctrina del Shock. Llaman la atención por lo desproporcionado e
histérico con que son tratadas las informaciones que se
"seleccionan" como agenda sobre otras.
En España la cobertura no difiere mucho
de la que se ha visto fuera del estado. La repatriación del misionero
español Miguel Pajares, infectado con ébola en Liberia, ha sido
detalladísima en su muestra de las medidas de extrema seguridad Sin embargo,
sin pretender minimizar en lo más mínimo el peligro que representa un virus de
estas características, la desmesura y detalle con que se "informa",
pese a lo aterradora que parece la enfermedad, resulta desproporcionada.
"Los científicos aseguran que el virus no es invencible. La tasa de
mortalidad del ébola actualmente no supera el 55% de los casos registrados,
según 'Business Insider'.
Pero siempre que los medios se embarcan en
campañas de crédito o descrédito, siempre que sus desequilibrios se constatan
sesgados, la sombra de la duda lo cubre todo. "La potenciación
del mensaje culmina con el código Rey de la publicidad, reforzada por la
música, la entonación, la gestualidad, el vestuario, la escenografía y los
metacódigos mágicos del montaje, los efectos especiales y la seducción
subliminal, aplicados también a la propaganda política", escribió
Luis Brito García.
Quizás, con estas prístinas suspicacias, la
corresponsal de RT, Káren Méndez, (periodista venezolana) inició su
investigación en la búsqueda de qué relación tiene el centro de investigaciones
biológicas estadounidense Fort Detrick con el reciente brote de ébola en África
y a quién han beneficiado las pandemias a lo largo de la historia.
"La alarma que generaron
en la población mundial distintas corporaciones mediáticas, especialmente la
CNN, sobre el brote de Ébola en países de África, y luego su insistencia sobre
la vacuna que se encontró para curar esta enfermedad, dejó al descubierto
muchas cosas".
En el informe que
publicaba el 7 de Agosto en Rusia Today recordaba que "el 4 de agosto de
2014, CNN lanzó la "exclusiva" diciendo que las autoridades
estadounidenses ofrecían un tratamiento no probado en humanos para curar el
Ébola. Además, informaron que el medicamento ya había sido administrado
al doctor estadounidense Kent Brantly, afectado por esta enfermedad en África,
y que los efectos en el paciente habían sido "milagrosos".
Y aquí es cuando se revela la fuente de la
sospecha: "que el medicamento era desarrollado por la compañía
biotecnológica con sede en San Diego, EE.UU., llamada Mapp Biopharmaceutica,
cuyo equipo científico trabaja con el ejército estadounidense en el Fort
Detrick, y que hace un año inocularon el virus del Ébola a un grupo de
monos".
Por eso la periodista indaga en la pregunta, ¿Qué
es el Fort Detrick?
"Es un centro
de investigación biológica y de desarrollo de armas químicas que desde
hace más de 50 años se dedica a detectar enfermedades mediante una
"manipulada ingeniería de la infección", con sede en Maryland
(EE.UU.) "Durante la Segunda Guerra Mundial, el Fort Detrick emprendió una
intensa investigación sobre guerra biológica que estuvo supervisada por George
Merck, un gran aliado de Hitler y presidente de una de las
mayores industrias farmacéuticas de EE.UU". No se olvida de hacernos
un apunte histórico. "Y es que una de las tantas cosas que copió
el gobierno estadounidense del nazismo fue su programa de guerra biológica que
se aplicó durante el Tercer Reich. A través de la Operación Paperclip,
los servicios de inteligencia y militares de EE.UU., llevaron de forma secreta
a EE.UU. a unos 700 científicos nazis para extraer de ellos todos sus secretos
en armas químicas y experimentación médica".
"Fue así, continúa la periodista de RT,
como en 1946 el Gobierno de Harry Truman reclutó principales
científicos que trabajaron para Hitler. Una de las principales fichas
nazis fue Eric Troub responsable de la sección de armamento biológico del
Tercer Reich. Este experto en enfermedades víricas llegó a EE.UU. en 1949
y desde entonces empezó a trabajar en la Marina de Estados Unidos".
Por supuesto, que para el trabajo que requería Estados Unidos a estos
"científicos", no era el de la lucha contra las enfermedades, crear
los medicamentos necesarios para hacerlo y salvar vidas. Era otro muy
diferente al de la ética científica. Los ejemplos que relaciona Karen
Méndez en su informe así lo confirman.
Tanto es así, que desde los años 70 el Fort
Detrick cambió de nombre, dice la periodista. "Ahora se llama
instalaciones Frederick para Investigación sobre el Cáncer, que es supervisado
por Departamento de Defensa, el Departamento de Seguridad Interna, CIA e
Instituto Nacional del Cáncer".
Las denuncias en su contra dicen, que
desde Fort Detrick se inocularon virus como el VIH, Ébola, Peste
bubónica, Ántrax y Virus del Nilo Occidental.
Méndez se centra en un reportaje de 2010,
de la nada sospechosa por antinorteamericana, cadena Fox, en la que se
entrevista a pobladores que viven cerca de las instalaciones del Fort Detrick,
en Maryland. "Allí más de 500 familias afectadas con cáncer
sospechan que la causa de su enfermedad se debe a los experimentos
químicos" que hace en las instalaciones de la institución, cerca de sus
viviendas.
Destaca la Reportera el testimonio del
agricultor Bill Krantz, quien lleva toda una vida viviendo cerca del
Fort Detrick.
El agricultor cuenta, que
desde niño, veía como "desde el Cuartel rociaban químicos en los campos
desde helicópteros, aviones y globos aerostáticos". Cuenta además el
señor Krantz que habló con el Jefe de Seguridad del Fort Detrick y éste le
aseguro que lo que caía encima de sus tierras y de su familia era
inofensivo".
Lo cierto es que con los años varios familiares de
Krantz tienen cáncer y uno se pregunta ¿qué era lo rociaban sobre los campos de
Maryland?
El otro testimonio que abre
interrogantes es el de otro poblador de la zona "Me mudé a Frederick en
1992. Me casé con Deborah Cross en 1993 y estuvimos casados 19
años. Mi hija Kristen René Hernández murió de cáncer en el cerebro en
2008. Mi esposa murió en 2010 de cáncer renal, la metástasis le llegó al
cerebro". Pruebas con los hidroquímicos, asegura el testigo,
alrededor de la base militar, son los mismos dióxidos que encontraron en la
sangre de su hija y esposa, con la misma huella molecular de unos químicos
extraídos en los alrededores del lugar.
La periodista Káren Méndez
Largo expediente de bioterrorismo
Los testimonios del reportaje no
constituyen hechos aislados. Una larga historia de abominables crímenes,
que en apretada síntesis presenta la reportera de RT, señalan los oscuros
servicios de este organismo.
Desde 1931, Cornelius Rhoads patrocinado por
el Instituto Rockefeler y quien formó parte de la Comisión de Energía
Atómica de EE.UU., infectó a cientos de ciudadanos puertorriqueños con
células cancerígenas mientras realizaba experimentos médicos.
Entre 1946 y 1948 Estados Unidos inoculó
enfermedades venéreas en 696 guatemaltecos, monstruosidad denunciada por el
ex presidente de Guatemala, Álvaro Colom y que Estados Unidos reconoció con un
lacónico: "discúlpenos".
Para 1951, la
víctima fue Corea del Norte. Estados Unidos utilizó plumas
de aves infectadas con Ántrax para provocar peste en y luego inocular
fiebre amarilla en ese país.
En 1962,
EE.UU. contaminó un barco de caña de azúcar que hizo escala en Puerto
Rico rumbo a la Unión Soviética.
En 1966,
su propia población sería el blanco de los "experimentos".
El Pentágono hizo quebrar varias ampollas de Bacillus subtilis en las
rejas de ventilación del metro de Nueva York exponiendo a más de 1 millón de
personas a esta bacteria.
En 1970, el Fort Detrick desarrolló
técnicas de biología molecular para producir retrovirus, hoy conocido como VIH.
En la década de los 70, EE.UU. desarrolló
la Operación Mangosta. La CIA inoculó en Cuba distintos virus
como Epifitia Roya de la caña para afectar distintas zonas cañeras del
país, fiebre porcina africana, que obligó a sacrificar a más de 700 cerdos y el
moho azul del tabaco que destruyó más del 85% de esas plantaciones.
En 1981, en Cuba, introdujeron el
virus del Dengue Hemorrágico que le costó la vida a 158 cubanos, de
ellos 61 niños.
En 1990 en Los Ángeles aplicaron
de manera experimental la vacuna del sarampión en bebes negros e hispanos.
En 1995, el Gobierno de EE.UU.
admitió que les ofreció a criminales de guerra y científicos japoneses
cuantiosas sumas de dinero e inmunidad a cambio de información sobre las
investigaciones que realizaban sobre la guerra biológica.
Desde el año 2001, Estados Unidos ha
gastado unos 50.000 millones de dólares en armas biológicas. Antes
de partir, el ex presidente George Bush asignó para el año fiscal 2009,
casi 9.000 millones de dólares más para gastos en bioarmas, es decir, 39% más
de lo que se asignó para el año 2008.
Una semana después del ataque a las Torres
Gemelas, Estados Unidos sufrió un extraño ataque con Ántrax. En junio de
2008, Bruce Irvins, científico del Ejército estadounidense se suicidó antes de
ser acusado por estos atentados.
Aunque las Convenciones sobre Armas
Químicas y Biológicas ilegalizan la producción, el almacenamiento y uso de
armas biológicas, (aplicado a Siria para que destruyera su arsenal químico)
Estados Unidos mantiene los mayores arsenales de estas armas de destrucción
masiva y ha sido el primer país en aplicarlo. Nunca podremos olvidar lo
que hicieron contra el pueblo vietnamita y camboyano con el tristemente
recordado "Agente Naranja", fabricado entre el gobierno de Estados
Unidos y la farmacéutica Bayer.
La Central de Inteligencia de Estados
Unidos entregó a miembros del grupo terrorista "Omega 7" armas
bacteriológicas para introducirlas en Cuba y acabar con la Revolución. El
líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, lo denunció en su momento en la
ONU, pero pasaron muchos años para que el mundo pudiera confirmar la veracidad
de esas denuncias.
Pero propios ex funcionarios estadounidenses
fueron más allá. El ex presidente del Banco Mundial, ex secretario
de Estado de Estados Unidos, quien ordenó el bombardeo masivo contra Vietnam, y
quien fue miembro del Programa Ampliado de Inmunización, Robert Mcnamara, dijo
en una oportunidad a un diario francés: "Hay que tomar medidas
draconianas de reducción demográfica en contra de la voluntad de las
poblaciones. La reducción de la tasa de natalidad ha demostrado ser
imposible o insuficiente. Por consiguiente, debemos aumentar la tasa de
mortalidad. ¿Cómo? Por medios naturales. El hambre y la
enfermedad".
Aumentan las víctimas, suben las
acciones en la bolsa
"Mientras
aumentan las víctimas de Ébola, se agudiza la paranoia desde las corporaciones
mediáticas (que también ha permitido distraer la atención internacional sobre
verdaderas masacres como la que ejecuta el gobierno de Israel contra
Palestina), suben las acciones de las farmacéuticas en la bolsa, dice Káren
Méndez citando a CNN en "El Ébola impulsa a farmacéutica en la
Bolsa".
"Las acciones de
una compañía con base en Vancouver que trabaja en una medicina para frenar la
enfermedad subieron 40% en la última semana. (…) Tekmira Pharmaceuticals
tuvo un aumento más alto de lo usual porque los inversionistas esperan que las
agencias de salud de Estados Unidos aprueben un medicamento conocido como
TKM-Ebola".
Y por si fuera poco,
continúa Méndez, el propio científico estadounidense que supuestamente
inventó la vacuna contra el Ébola en el Fort Detrick, el señor Larry
Zeitlin asegura que "el principal obstáculo, al menos para nosotros, es el
apoyo económico. Recibimos financiación del Gobierno de EE.UU., pero
llega a borbotones (poco a poco), lo que hace muy difícil desarrollar
rápidamente un fármaco".
Finalizando el informe,
la periodista, relaciona lo que muchos sospecharon desde el principio.
"Esta historia
hace recordar lo que sucedió años atrás con las conocidas gripe aviar y gripe
porcina, que tras expandirse por distintos países del mundo, apareció la
farmacéutica estadounidense Gilead Science promocionando un tratamiento llamado
Tamiflu. Y mientras miles y miles de personas se desesperaban buscando el
Tamiflu, Donald Rumsfeld sonreía. ¿Por qué sonreía? El documental
"Operación Pandemia" de Julián Alterini nos lo responde".
La historia se resume en un párrafo: "Donald
Rumsfeld fue el Presidente de la Gilead Science hasta el año 2001, cuando el ex
presidente George Bush lo nombró Secretario de Defensa, puesto desde el cual
Rumsfeld aprobó en el año 2005 un presupuesto del cual 1200 millones de dólares
fueron destinados a su ex compañía para elaborar 20 millones de dosis de
Tamiflu, uno de los dos medicamentos que autorizó la Organización Mundial de la
Salud para tratar tanto la gripe aviar como la porcina".
Y concluye la reportera
de RT en Caracas. "Todo parece indicar que la historia se repite,
y que la alarma que genera la CNN sobre el Ébola, es impulsada por grandes
empresas farmacéuticas que dicen tener la cura y sólo con ese anuncio ya han
logrado incrementar sus acciones en la bolsa".
"La realidad es
que estas grandes farmacéuticas junto con el Fort Detrick son responsables,
como la historia lo demuestra, de inocular y propagar diversos tipos de
enfermedades por el mundo para así maximizar sus ganancias a costilla de la
vida de los demás, casi siempre los africanos, a quienes aún utilizan para sus
experimentos. La historia ya ha demostrado que detrás de cada brote de
este tipo de enfermedades está el cartel de las farmacéuticas, una de las
industrias más poderosas, influyentes y perversas del mundo".
VÍDEO RELACIONADO:
Fuente: http://canarias-semanal.org/
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