Alfredo
Álamo en Google + el 6 de
agosto de 2014
La batalla a tumba abierta, cuchillo en mano, por arañar
hasta el último céntimo de todo lo que huela a derechos
de autor ha llegado, finalmente, a las bibliotecas públicas. El día 1 de agosto de publicó en el BOE
el pistoletazo de salida al pago por PRÉSTAMO en
las bibliotecas, lo que supondrá, si nada lo cambia, el INICIO de
la desaparición y privatización de estos servicios.
La
nueva ley, bueno, para ser exactos un Real Decreto, impone un pago por parte de
los centros públicos en localidades de más de 5.000 habitantes por cada libro PRESTADO y
cada usuario de la biblioteca. Esto no quiere decir que como usuario
vayas a pagar algo cada vez que saques un libro, sino que este pago vendrá a cargo de los PRESUPUESTOS de
la biblioteca. ¿Qué quiere decir esto? Que cuantos más libros se
presten, menos dinero habrá para comprar nuevos libros, mejorar los sistemas
informáticos o realizar ACTIVIDADES de
promoción de la lectura. Hay que decir que esto viene de lejos, de una directiva europea que, según se dijo, no afectaría
directamente a los centros ya que el estado iba a destinar una partida
presupuestara aparte. Claro.
Este atraco a la cultura pública, denominado derecho de remuneración a los autores por los préstamos de sus
obras realizado en determinados establecimientos accesibles al público,
supone la culminación de una constante persecución a las bibliotecas
públicasque lleva años en marcha, primero con constantes reducciones
de PRESUPUESTO y
últimamente tratando de sustituir a bibliotecarios con parados de larga
duración, siempre con la idea final, aunque no lo digan, de privatizar estos servicios y desentenderse de la
gestión y desarrollo de las bibliotecas públicas.
Por
si fuera poco, este pago que se realizará por cada PRÉSTAMO será
gestionado por empresas privadas gestoras de derechos de autor.
No hace falta que diga aquí cómo suele ser el reparto que se hace de este
dinero, sobre todo teniendo en CUENTA que no importa si los libros PRESTADOS están
sujetos a derechos o noen la actualidad: todo préstamo generará
un PAGO,
que luego será repartido quién sabe cómo, a quién o dónde.
Hasta AHORA,
a muchos autores se les llenaba la boca acusando a los llamados piratas de
libros, mandándolos a las bibliotecas públicas, diciendo que
ahí podían encontrar sus libros «gratis». Espero que salgan todos a defender
estas entidades y dejando claro que la cultura pública y las bibliotecas son un
bien fundamental de nuestra sociedad.
Fuente: http://www.lecturalia.com/
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