Juan
Tortosa
01 de
agosto de 2014
El informativo de la tele ha abierto con los escándalos
de Pujol y sus hijos por séptimo día consecutivo, han seguido con un
empresario zamorano que denuncia haber entregado mordidas a Bárcenas
para conseguir en su día contratos de publicidad del PP, después con Fabra
a punto de entrar en la cárcel pocos días después de haber ingresado Matas,
con el gallego Baltra inhabilitado por haber colocado a dedo a decenas
de conocidos y familiares… Cuentan también cómo acaban de procesar a 45
personas en el caso Gürtel, una especie de primera entrega en la que 21
de ellas están relacionadas con el PP, cómo en Andalucía apremian
a la jueza para que trocee el infame caso de los Eres, y cómo en la Casa
Real se tientan la ropa mientras en los juzgados avanza el caso Urdangarín…
- Papá, ¿y tú por qué te has empeñado siempre en
repetirme tanto que en la vida hay que ser honrados?
Mi hija menor y yo acabamos de empezar a pasar las
vacaciones juntos y, mientras comemos, ya me ha soltado la primera en la
frente. Pero lo entiendo: el bombardeo de corrupción con el que nos machacan en
los informativos es directamente pornográfico. Demasiao p’al cuerpo.
Buena parte de los respetables, honorables y distinguidos dignatarios que ha
tenido este país durante las últimas décadas van cayendo como moscas. Uno tras
otro. Ante la justicia y ante nuestros ojos. Por dios, ¿parará esto alguna vez?
- Entre esos tipos y yo hay algo personal, le
contesto
Alguna vez les he puesto, a ella y a su hermana, una
canción titulada así que Serrat escribió e interpretó… ¡hace más de
treinta años! Estos ladrones impresentables, que “no tienen otro dios
que la codicia ni más rey que el mercado“, están tumbando,
desacreditando, echando por tierra toda mi paciente e insistente labor de
educación en la que me fajé durante los años en que mis hijas fueron creciendo.
Toda esta gente, cuyas duras caras, a pesar de lo que está ocurriendo en Gaza,
son la noticia de apertura de todos los telediarios, dejan a los pies de los
caballos mis argumentos de tantos años para intentar convencer a mis hijas de
la importancia de ser buena gente. ¡Y un mojón!, sé que les apetece decirme.
- Dime una cosa, papá, si tú no te le la hubieras
cogido tanto con papel de fumar, ¿nosotras hubiéramos podido vivir mejor?
- La respuesta es, lisa y llanamente sí, cariño. Un SÍ
como una casa.
He de admitirle, pues, que tiene un padre tonto del
culo que debía haber aprendido a llevárselo crudo, porque oportunidades ha
tenido, como las tuvo tanta gente que un buen día decidió mandar los escrúpulos
al baúl de los recuerdos, uhúu. Una facturita falsa por aquí, una comisiocinta
por allá -gastos comerciales se les ha llamado toda la vida- y ¡alé, hop!, a
vivir como dios gracias a haber pagado impuesto revolucionario a alcaldes y
directores generales dispuestos a adjudicarte prósperos y lucrativos contratos,
concursos, adjudicaciones o prebendas varias con el único y sencillo requisito
de que les soltaras la correspondiente “mordida”.
- Cuando le pedí explicaciones a mi socio, contaba este
jueves el empresario zaragozano que ha denunciado al PP, de por qué le teníamos
que pagar a Bárcenas una comisión, su respuesta fue: “Gracias al trabajo que
nos encargan ellos, conseguimos cerrar el ejercicio en positivo y pagar a
nuestros empleados”.
¿Me queréis decir, corruptos impresentables de las
narices, qué puñetas les digo yo a mis hijas ahora? ¿Me queréis contar cómo me
la envaino y les confirmo que, no sólo hay corruptos entre los concejales de
pueblo o los diputados provinciales, sino que una buena parte de los
principales protagonistas de la “admirada” Transición española, cabezas
visibles de instituciones que en tantos libros de historia se estudian ya como
modélicas, son en realidad unos auténticos delincuentes?
Me pregunto cómo nos verán quienes nos visitan estas
vacaciones, vienen de otro país, llegan al hotel, enchufan la tele y tropiezan
con los informativos: porque más que telediarios parecen vademecums de la
delincuencia, el latrocinio y la desfachatez.
No quedan ánimos ni para rasgarse las vestiduras. Es
demasiada la mierda, excesivo el fango, insoportable el hedor… Todo huele, los
años pasan, los niños crecen y los abueletes otrora honorables deciden confesar
sus fechorías en el otoño de sus vidas, sabedores de que el blindaje que les
supone su avanzada edad impedirá que puedan acabar entre rejas como se merecen.
Así las cosas, entiendo perfectamente que mi hija, en
un arranque de sinceridad, se vuelva hacia mi, me mire con cierta
condescendencia y hasta con ternura, y sin cortarse un pelo me suelte
- Papá, no te enfades si te digo que me parece que has
sido un poco gilipollas
Y yo entonces, en lugar de contestarle apago la tele,
le doy un beso, pongo cara de circunstancias y la invito a escuchar conmigo la
canción de Serrat mientras terminamos de comer:
Tienen más de un problema para cada
solución,
sin que te enteres te roban los calzones
y luego te dicen que toca apretarse el cinturón
cuando en la bolsa caen sus acciones.
sin que te enteres te roban los calzones
y luego te dicen que toca apretarse el cinturón
cuando en la bolsa caen sus acciones.
Hijos del demonio…
Entre esos tipos y yo hay algo personal
…cómo y de qué manera
llegaron esos individuos a ser lo que son
ni a quién sirven cuando alzan las banderas.
llegaron esos individuos a ser lo que son
ni a quién sirven cuando alzan las banderas.
Hombres de paja que usan la colonia y el
honor
para ocultar oscuras intenciones:
tienen doble vida, son sicarios del mal
para ocultar oscuras intenciones:
tienen doble vida, son sicarios del mal
Fuente: www.publico.es
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