Miguel Angel Cerdán
07 DE Junio
de 2014
¿Por qué
los españoles debemos resignarnos? No hay nada que haga inevitable la
persistencia de esta España nuestra, basada en la exclusión del distinto,
basada en unas élites extractivas que son las de siempre, con una constancia
histórica que asusta, y que han considerado y consideran que los españoles no
nos merecemos la consideración de ciudadanos y sí la de súbditos. Y es que hay
otra España; una España Ilustrada, una España a la que apenas se le han dado
oportunidades, pero que sin duda existe; es la España republicana. Y esa otra
España es hoy más necesaria que nunca.
La II
República, cuyo aniversario se celebra hoy 14 de Abril, no sólo fue un intento
de acometer la imprescindible modernización de España; fue el más serio intento
de romper las nefastas dinámicas históricas que asolaban y asolan nuestro país.
La II República, en su primer bienio, se empleó a fondo en conseguir que
hubiera por primera vez una verdadera Democracia en nuestro país, una
Democracia que recortase definitivamente las poderosas redes clientelares del
“turnismo” de la Restauración y que por lo tanto contase con ingredientes
poderosos de justicia social. Se hizo así una política social, educativa, de
reforma agraria, de construcción real de un Estado, un Estado que hasta
entonces había sido inexistente si no era para defender los intereses de la
oligarquía de terratenientes e industriales. Vino pronto la reacción, se
cercenaron sus logros y a continuación se dio el golpe de Estado del 36, un
golpe que prácticamente se empezó a gestar el día que triunfó la República y
por lo tanto la posibilidad de que naciese una nueva España. Vino después la
larga noche del franquismo y a continuación la Restauración monárquica, de un
Rey nombrado por Franco, y la construcción de un Régimen muy similar al
turnista y que ha demostrado hoy, con tasas brutales de paro, con
desmantelamiento creciente de los escasos derechos sociales y políticos con los
que nos habíamos dotado, y con una corrupción galopante de unas élites que se
saben impunes, su verdadero y lamentable rostro.
Y es que,
como dijo Azaña el problema de España era un problema de constitución del
Estado, de conseguir una verdadera Democracia. Lo era y lo sigue siendo. Por
eso debe abrirse paso lo que Ortega definió “esa España nueva, afanosa, que
tiende hacia la vida”, por eso debe abrirse paso la III República. Porque
España será republicana o no será.
No hay comentarios:
Publicar un comentario