Por
Miguel Sorans, militante de Unidad Internacional de los Trabajadores-Cuarta
Internacional (UIT-CI)
1. La crisis de Ucrania parece no tener fin,
en medio de violentos choques armados, en la zona oriental del país, entre
grupos separatistas prorusos y el ejercito ucraniano y entre la propia
población civil, que podrían derivar en una guerra civil generalizada y caminar hacia la división del país y el
desmenbramiento de Ucrania. En medio de la complejidad de esta crisis, los
socialistas revolucionarios, agrupados en la UIT-CI, reafirmamos la postura que
asumimos desde la caída del gobierno capitalista pro ruso de Victor Yanukovich
en febrero y la posterior anexión de Crimea por Rusia. Defendimos la
movilización popular revolucionaria que derribó al gobierno corrupto y represor
de Yanukovich pero denunciamos que no había ninguna salida para el pueblo trabajador
ucraniano con el gobierno pro pacto con la Unión Europea(UE), EE.UU y el
FMI ni con el gobierno capitalista de
Putin. Y que la disputa interburguesa instalada entre ambos podía llevar a un
baño de sangre y a la debacle política y social de Ucrania. Y eso es lo que
está empezando a suceder.
2. La causa de este conflicto tiene orígenes
históricos y otros más cercanos en el tiempo. Ucrania, un territorio muy rico
por sus fértiles tierras y por sus riquezas minerales, fue siempre una nación
invadida, dividida y explotada por diferentes imperios. En el siglo XIX fue desmembrada , pasando su
territorio oriental a ser parte del imperio ruso zarista mientras la parte
occidental quedaba bajo el control del imperio austrohúngaro y de Polonia.
Recién con la revolución de 1917, y bajo la política de Lenin de
autodeterminación de las naciones, Ucrania fue reconocida en 1922 como una
Republica socialista independiente y que por voluntad de su pueblo pasó a
formar parte de la ex URRS. El posterior
régimen estalinista fue cercenando esa autonomía y creando todo tipo de
monstruosidades represivas, que hoy pesan sobre la confusa conciencia de
millones de ucranianos. Crimea, por
ejemplo, fue “rusificada” por Stalin
luego de la Segunda Guerra Mundial, quien expulsó a su pueblo originario, los
tártaros, con el pretexto de haber colaborado con los nazis cuando la mayor
parte estuvo del lado de Ejercito Rojo. Fue un pretexto para rusificar enviado
contingentes rusos a colonizar la región este del país, entre ellos la región
del Donbass en conflicto La burocracia estalinista buscaba así evitar todo
autonomía y derecho de movilización de sus pueblos.
3. La causa más cercana de la actual crisis
está en la restauración capitalista que
se consolidó en Ucrania, y en toda la ex
URSS; a partir de 1991, luego de la
caída de la dictadura estalinista y de la proclamación de su independencia. El
avance de la economía de mercado hizo
que Ucrania lleve décadas de saqueo y de empobrecimiento de los trabajadores y
de los sectores populares, mientras crece una minoría de multimillonarios
ucranianos, que están tanto en el sector capitalista pro ruso de Yanukovich
como en la oposición liberal encabezada por la multimillonaria Yulia Timoshenko
y Petro Poroshenko, alias “el rey del chocolate”, propietario de grupo Roshem
de la industria del chocolate y la confitura. Ambos candidatos a presidente
para las elecciones del 25 de mayo. Ellos han creado la división actual del
pueblo ucraniano. Desde la restauración
del capitalismo en los 90, ha caído vertiginosamente el nivel de vida. La
población disminuyó de 54 a 45 millones de habitantes, parte de la
industria ex estatal del este fue
desmantelada por grupos mafiosos. El valor de la hora de trabajo es hoy menor
de lo que se paga en China y 14 veces más bajo que en Alemania. El desempleo es
del 8%.
4. Esta crisis social es la que estuvo por
detrás del movimiento popular Maidán, desatado en noviembre del 2013, que llevó
a la caída del gobierno pro ruso de Yanukovich en febrero. La acción revolucionaria
de las masas, en especial en Kiev, desbordó a la dirección política burguesa
liberal que solo levantaba la bandera de restablecer un acuerdo económico con
la UE contra el pacto de Yanukovich con Putin. Las masas fueron más allá y
rompieron con el pacto que ya habían establecido la UE, Yanukovich, la
oposición y Putin para tratar de estabilizar el país. Allí esta la raíz de la
nueva crisis.
5. Desde entonces el régimen de Putin ha
buscado activar los sentimientos “nacionalistas-ruso” de parte de la población
del este ucraniano para buscar dividir el país. Se trata de una acción
contrarrevolucionaria que no tiene nada de progresivo. Porque con ello busca:
1) derrotar la movilización popular revolucionaria de Kiev que anhela cambios
de fondo en el país y 2) presionar para llegar a un nuevo gobierno proruso o
estar en mejores condiciones para negociar con la UE y Obama un acuerdo a favor
de sus negocios con el gas y de saqueo y control político en la región. Hay que
tomar en cuenta que por Ucrania pasan los principales gasoductos rusos que
llevan el gas a gran parte de Europa Occidental. Por eso el primer paso fue
invadir Crimea y quedarse con la histórica base naval de Sebastopol en la
estratégica entrada del Mar Negro.
6. Los actuales levantamientos separatistas
pro ruso en Odessa, Donetsk, Slaviansk, en la región del Donbass en el este del
país, son parte de esa maniobra de Putin. Aunque es real que en estas
provincias predomina el idioma y la cultura rusa, no existe un verdadero
movimiento genuino de autodeterminación nacional. Es un hecho que durante más
de 60 años de convivencia jamás hubo
problemas entre los ucranianos de occidente y de oriente. Ni tampoco con el uso
del idioma ruso. Por qué ahora surge esta crisis? Es evidente que el movimiento
separatista está siendo impulsado por el gobierno capitalista de Putin,
aprovechando, por un lado, la crisis social que también se vive en esta región,
de peso industrial (acero, químicos) y mineral (carbón, hierro), por la caída
salarial y el desempleo y, por otro, la política nefasta del actual gobierno
liberal de Kiev, que apoyado por la OTAN y el imperialismo europeo y yanqui,
ejerce una criminal represión de las FFAA contra el supuesto “terrorismo” en vez de tener una política de
otorgar formas autónomas de gobierno, de idioma y cultura junto a las
reivindicaciones sociales que se reclaman.
Mientras Putin arma e incentiva grupos armados separatistas. Lo que ha
llevado a duras confrontaciones en Odessa y Salviansk con decenas de muertos en
ambos lados. Lo que incentiva aún más a las fuerzas separatistas pro rusas.
Llevando la confrontación hacia una posible guerra civil que sería criminal
para el pueblo ucraniano. Ya que sería una guerra fraticida entre el pueblo
ucraniano, encabezada por dos bandos reaccionarios, dos bandos burgueses, que
buscan poner a Ucrania y a sus trabajadores al servicio del imperialismo
europeo y yanqui o al servicio de la oligarquía capitalista rusa que domina y
saquea a muchos de los países de la ex URSS.
7. Sectores de la izquierda reformista
mundial, encabezados por el gobierno chavista de Maduro, apoyan la política de
Putin y su política de anexión y división de Ucrania bajo el argumento de que
el gobierno de Kiev es “fascista” y pro yanqui. Y que Putin sería el “antiimperialista”
y “no fascista”. Esto es falso. Desde ya el gobierno de Kiev es proyanqui y pro
FMI y nadie que se llame de izquierda puede avalar su política pro imperialista
y pro ajuste del UE-FMI ni el envío de tropas al este del país y sus acciones
criminales como las de Odessa.. Pero es una caricatura de la realidad ubicar a
Putin como “antiimperialista” y progresivo. El gobierno de Putin es tan
burgués, represor y de derecha como el gobierno de Kiev. Al punto que, por su
política en Ucrania, ha recibido el apoyo de toda la ultra derecha europea,
como de Mariana Le Pen de Francia y de los neonazis de Aurora Dorada de Grecia,
entre otros. Por otro lado, Putin viene llevando adelante una política de
acuerdo con EE.UU para sofocar los procesos revolucionarios de la región. En
especial contra la revolución siria, apoyando al dictador Al Assad. Además, Putin, quizás haciendo un doble juego
sobre Ucrania, presionar militarmente y negociar, pactó el 17 de abril en Ginebra, con EE.UU y
el gobierno de Kiev convocar al desarme
general de las milicias y a la entrega de los edificios ocupados en el este
ucraniano y hasta convocó a desmontar el referéndum del 11 mayo. Cosa que los
separatistas no aceptaron.
8. Rechazamos el intento de dividir a Ucrania
que solo servirá para seguir saqueando sus riquezas y oprimiendo a sus pueblos.
Ahora Rusia quiere levantar una falsa bandera separatista, como hizo en Crimea,
para defender su nueva opresión con Gazprom y sus oligarcas rusos. Los
trabajadores y el pueblo de Ucrania deben luchar por no caer en esta trampa
dramática que les pone, de un lado el imperialismo yanki-UE y del otro, Putin y
el nuevo capitalismo de Rusia. Y luchar por la defensa de una Ucrania unida e
independiente sin pactos y ajustes de la UE-Obama-FMI sin pactos con
Putin-Gazprom. Los trabajadores y el
pueblo ucraniano, tanto de occidente como de oriente, de habla ucraniana
o rusa, deben unirse contra los enfrentamientos entre trabajadores, contra una
posible guerra civil, contra la amenaza de militar rusa; para movilizarse para
que exigir que no se pague la deuda externa con Rusia y las potencias
occidentales, por la reestatización de las empresas industriales y mineras,
para que trabajen conducidas por sus trabajadores al servicio del país, de un
aumento salarial y por más trabajo. Y que los trabajadores, la juventud y el
pueblo ucraniano occidental reclame por los derechos de autonomía regional para
las provincias del este, para que todos puedan convivir en una Ucrania unida e
independiente. Sabiendo que esto se logrará, en forma definitiva, bajo un
gobierno de los trabajadores y el pueblo, que lleve adelante las
reivindicaciones sociales y democráticas de la movilización. Los socialistas
revolucionarios convocamos a realizar una campaña mundial de esclarecimiento
sobre la realidad de esta confrontación fraticida y a defender el apoyo al
surgimiento de una izquierda revolucionaria ucraniana que luche por estas
banderas.
12 de mayo de 2014
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