Artículos de Opinión | Editorial Periódico En lucha / En lluita | 02-04-2014 |
Más de dos
millones de personas en las calles de Madrid culminaron el pasado 22 de marzo
la Marcha de la Dignidad. Una manifestación masiva como esta, con unas demandas
tan claras como el no al pago de la deuda ilegítima, reparto del trabajo y la
riqueza, ningún recorte más, la dimisión de los gobiernos de la troika y pan,
trabajo y casa, sólo se puede calificar como histórica y sin precedentes.
Aspecto que toma un significado político aún más importante si tenemos en
cuenta que se ha hecho con el silencio de las empresas de comunicación que
controlan los medios y la pasividad de las burocracias de CCOO y UGT. De hecho,
en una imagen muy significativa, días antes Toxo y Méndez se reunían con Rajoy
buscando un nuevo pacto social.
Pero la
Marcha en general y el 22M en concreto ya no entienden de pactos sociales, sino
de lucha, lucha radical, lucha desde la base. Esta movilización debe ser un
punto de inflexión que ha de marcar un nuevo comienzo para los movimientos
sociales, sindicales y políticos. Un comienzo que como tal debe tener
continuidad.
La
convocatoria muestra que había, y de hecho hay, posibilidades de movilizar, y
de hacerlo de forma masiva si se organiza bien y buscando la máxima unidad
posible. La marcha, no hay que olvidarlo, ha tenido un fuerte componente de
clase: activistas feministas, personas paradas, organizaciones del sindicalismo
alternativo o las asambleas locales de la PAH han formado parte de su columna
vertebral.
Pero ¿qué
hacer a partir de ahora? Hemos sido capaces de convocar una de las
manifestaciones más masivas de la historia a través de las redes de base
locales y lo hemos hecho de abajo a arriba. Hay que seguir siendo valientes en
las propuestas, que sean lo más radicales posible, a la vez que incluyan el
máximo de gente posible. En este sentido repetir las Marchas a nivel
territorial sería una buena manera de sumar aún más gente a la dignidad
colectiva. Asimismo la construcción de una huelga general desde la base no se
puede descartar. Las condiciones están ahí. Pero no se ha de convocar, sino
que, como la Marcha, se debe construir. Pueblo a pueblo, barrio a barrio, lugar
de trabajo a lugar de trabajo. Para eso no hay atajos que valgan. Habrá que
remangarse.
Editorial
del Periódico En lucha / Diari En lluita (@diarioenlucha/ @DiariEnlluita) de
abril 2014.
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