domingo, 24 de noviembre de 2013

FRANCIA APELA PARA DEMOSTRAR EL DAÑO ECOLÓGICO DEL «PRESTIGE»

Insiste en reclamar una indemnización civil de 109 millones de euros

Escrito por: Domingos Sampedro

Santiago / La Voz  23 de noviembre de 2013  05:00 GMT

Si en España causó perplejidad la sentencia del Prestige, debido a que no fija responsabilidades penales ni civiles por la marea negra más grande sufrida en Europa en las últimas tres décadas, en Francia, que también sufrieron una parte de aquel desastre, no han quedado a la zaga. Y este malestar queda patente en el comunicado conjunto que ayer firmaron los ministros galos de Justicia, Christiane Taubira, y de Economía, Pierre Moscovici, en el que sostienen que la decisión del Estado francés de apelar al Tribunal Supremo español, adelantada ayer por La Voz, tiene un único objetivo: «Que que se reconozca la existencia de un delito de atentado contra el medio ambiente debido a los actos cometidos por el capitán y la tripulación» del petrolero.

Todo lo que concierne al Prestige acostumbra a ser digerido en Francia a través de la experiencia del Erika, el carguero hundido en las costas bretonas a finales de 1999 con 30.000 toneladas de fuel, y que en septiembre del año pasado fue sentenciado ya de manera firme. La Corte de Casación francesa condenó entonces por imprudencia a la sociedad clasificadora, la italiana RINA; al fletador de la carga, la petrolera gala Total; a un responsable de la armadora, Tevere Shipping, y a otro de la operadora del buque, Panship Management Services.

De igual modo, se impusieron condenas de indemnización de 200 millones de euros en favor de las partes civiles personadas en la causa, algo que no existe en el caso del Prestige, en tanto que no se aprecia delito.

Combatir la impunidad

Y eso es precisamente lo que intenta combatir el Estado francés con su recurso judicial, ni más ni menos que combatir la sensación de que con el buque hundido frente a las costas gallegas no ha pasado.

El Gobierno galo no pasa por alto que la Fiscalía del caso del Prestige elevó hasta los 4.442 millones de euros los daños provocados por el petrolero al medio ambiente, a la pesca y al turismo con repercusión en tres países.

Los ministros Taubira y Moscovici subrayan en su comunicado que la marea negra causada en noviembre del 2002 afectó a 250 municipios franceses del golfo de Vizcaya y recuerdan que el coste provocado por aquel desastre fue evaluado en 109,7 millones de euros para los damnificados en Francia, y de esa cifra 67,7 millones fueron «aportados por el Estado para luchar contra la contaminación».

Responsabilidades civiles

La aspiración del Gobierno galo no es tanto reclamar las responsabilidades penales a que hubiera lugar, que también -y por eso piden que se reconozca la existencia de un delito ambiental-, como la de «contestar las conclusiones» de la Audiencia Provincial de A Coruña «en términos de responsabilidades civiles», dicen los dos ministros.

El recurso interpuesto por el Estado francés obedece al fuerte impacto que tuvo la sentencia del Prestige en el país vecino, especialmente en Bretaña. De hecho, el sindicato de protección del litoral bretón Vigipol calificó la sentencia de «escandalosa», «preocupante» e «incomprensible», informa Efe, nada más conocer que no habría responsabilidad civil y que el único condenado sería el capitán del barco, por un delito de desobediencia grave.

El naufragio producido en las costas gallegas fue seguido con especial interés en Francia, debido a que tres años antes sufrieron el del Erika y promovieron un cambio de las leyes europeas para controlar el tráfico de los llamados buques basura.


 

 

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario