Manuel Ramón Souto Lestón fue rescatado esta semana del olvido gracias a
las pruebas de ADN sobre los restos óseos hallados en un cementerio de Buenos
Aires
S. G. RIAL
Carballo / la voz 02 de octubre de 2013 10:54
Compañeros de militancia. Manuel Ramón
Souto Lestón es el segundo por la izquierda, junto a un grupo de amigos y
compañeros de militancia del PRT. ARCHIVO DE LOIS PÉREZ LEIRA
Manuel Ramón Souto Lestón fue rescatado esta semana del olvido en
el que permanecen muchos víctimas de la dictadura argentina (1976-1983), contra
el que luchan desde hace lustros familiares y activistas de los derechos
humanos. Gracias a las pruebas de ADN sobre los restos óseos hallados en un
cementerio de Buenos Aires, se ha podido identificar a un obrero chapista,
militante del Partido Revolucionario de los Trabajadores, secuestrado en 1976,
y posteriormente asesinado.
Había nacido en A Cabaleriza, en la parroquia ceense de Toba, en enero de
1946. Su padre emigró a Argentina poco después, y él le siguió con su madre
(con la que acabaría viviendo, tras la separación de los progenitores) y abuela
cuando tenía 13 años.
Hace ya mucho de eso, y en Cee solo queda el recuerdo de esta familia.
Domingo Blanco Fandiño, que sería su primo tercero (la abuelas eran hermanas)
también reside en A Cabaleriza y conoce bien la triste historia de Ramón, tanto
por lo que se contaba en casa como por lo que le relataban sus familiares
emigrados que vivían cerca del joven.
«Deles aquí xa non queda nada, as terras e os bens que
tiñan vendéronnolos todos a nós, e o único que se conserva é unha lápida que
pertenceu á súa bisavoa», explica, en la que seguramente también está enterrado un hermano de
Manuel, que murió de niño, aún en Cee.
Domingo no llegó a conocer a su primo, por la diferencia de edad, y no le
consta que la familia haya hecho viajes para conocer su tierra de origen (el
padre del fallecido era originario de Camariñas). La noticia del
descubrimientos de los huesos le sorprendió.
Quien ha indagado en la historia de Manuel y de otras víctimas gallegas de
la dictadura es es el escritor e investigador Lois Pérez Leira. Junto a Mónica
Lázaro Jodar publicó en el 2007 (Bauprés) el libro Galegos: Víctimas do
xenocidio arxentino.
Para conocer la vida de Souto se entrevistó con su única única hija, que
reside en Argentina, y que tenía dos meses cuando su padre, y también su madre,
Marta Susana Caro, originaria de Tucumán, fueron asesinados. La abuela ceense
de la pequeña, Carmen Lestón Blanco, tuvo que hacerse cargo de la niña y nunca
dejó de indagar el paradero de su hijo. Ya no lo sabrá, porque falleció en el
2004.
Pérez Leira, miembro de Nova Esquerda Galega, pidió ayer al Gobierno
español y el rey que se «disculpen cos
familiares das vítimas» por no haberlos defendido, además de reprochar el papel jugado durante
los años de la dictadura.
Reclama además que se den a conocer los archivos de la embajada en
Argentina con las denuncias de los compatriotas secuestrados y desaparecidos, y
que los familiares se beneficien de la ley de apoyo a las víctimas del
terrorismo.
Fuente: www.lsvozdegalicia.es
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