24 de octubre de 2013
Eran tiempos en los cuales se decía que
el verso y la letra con sangre entra, o quien bien te quiere te hará llorar,
tiempos grises en los cuales los hijos de los obreros se tenían que conformar
con la enseñanza primaria en la mayoría de los casos, siendo escasos aquellos
que llegaban a la universidad, tiempos en los cuales la religión y el Espíritu
Nazional del Movimiento eran las asignaturas más importantes, todos debíamos
ser buenos cristianos y sobre todo buenos patriotas… Para lo primero se rezaba
todos los días, al empezar la mañana y en la hora del “ángelus” para lo segundo
estaba el machaconeo constante, adoctrinamiento en las clases de historia, de
religión, de geografía o de lengua castellana y en muchos casos brazo en alto
“cara al sol con la camisa nueva, que tú bordaste en rojo ayer…” Debo decir que
yo nunca llegue a cantarla, no porque fuese más chulo o valiente que nadie, en
Pinarejo, no recuerdo que se cantase, en Ibiza, era ya por entonces un lugar
que servía de escaparate a la dictadura y hubiese dado mala imagen ante los
turistas internacionales, de eso me libre, no así en otras partes de España.
Las escuelas las presidia el crucifijo,
a los lados las fotos en blanco y negro del fundador de Falange y del dictador,
padrino de su católica majestad, a principios de los años 80 todavía en alguna
escuela quedaban los retratos, a los cuales se les había unido el del Borbón,
una vez retirados los símbolos fascistas, fueron muchos los padres que
intentaron con poco éxito la retirada del crucifijo, un símbolo que pertenece a
una determinada religión, la mayoritaria sí, pero que hoy no puede decirse con
los datos en la mano que España sea un país católico, en teoría el 70% de los
españoles se declara católico, pero solo un 15% pisa la iglesia de manera
habitual, mientras que un 55% no la pisa como no sea por una ceremonia
familiar, quedándose en muchos casos en los bares del contorno. El interés de
los españoles por la supervivencia de la Iglesia católica queda demostrado con el
número de españoles que marcan la casilla en favor de la Iglesia Católica,
menos de un 35%, cuando no por ello van a pagar más y a pesar de la publicidad
en los medios de manipulación masiva, mientras que en otros países quien quiere
contribuir a subvencionar cualquier religión debe pagar una cantidad aparte de
los impuestos que tocan, caso de Alemania.
No soy yo quien prohíba ninguna
religión, creencia o decisión, de adorar a Cristo a un tótem siux, pero pienso
que yo no debo estar obligado a pagar unos espectáculos a los cuales no asisto,
como dicen en mi pueblo, cada cual que se pague sus propios vicios. Pero mucho
menos me parece de recibo que sea la Iglesia católica o cualquier otra secta o
religión quien tenga la potestad de marcar la educación de mis hijos, que les
roben horas lectivas de matemáticas o humanidades para lavarles el cerebro con
una doctrina que ni ellos mismos creen. Que eliminen educación para la
ciudadanía en la cual se inculcaban valores éticos y de respeto a las
diferencias por supuestamente adoctrinar a los jóvenes y en su lugar impongan
la religión católica como asignatura obligatoria o en su defecto una asignatura
basada en la moral judeo cristiana de esa misma religión.
Tampoco soporto que mientras se
despiden a profesores a diestro y siniestro y se desmantela la enseñanza
pública se aumente la subvención a los colegios religiosos, además se les
asignarle subvención a los colegios donde se discrimina a los alumnos por razón
de sexo, algo prohibido por la virgen violada que es la presunta constitución
“democrática”, de 1978.
Este año pasado más de cien mil alumnos
se quedaron sin poder acceder a la universidad por culpa de encarecimiento de
las tasas universitarias, esta semana hemos visto como muchos que pagaron los
dos primeros plazos de las tasas no han podido hacer frente al tercer plazo, es
una auténtica vergüenza, que se les impida examinarse por no tener dinero por
culpa de los ladrones que se han llevado el dinero a Suiza u otros paraísos
fiscales, mientras que el poco dinero que todavía no han robado se lo den a la
Iglesia como si fuesen uno de esos personajes galdosianos que intentan comprar
un rinconcito en el cielo.
Eran tiempos grises, de retratos de
fascistas y crucifijos en la escuela, esos tiempos han “werto”. De nuevo son
pocos los hijos de los obreros que podrán acceder a la Universidad, no por
falta de cualificación o conocimientos, tampoco aquellos que accedan tienen
asegurado el poder terminar, ni aquellos que terminen el poder darle utilidad,
al menos en España, a los conocimientos adquiridos, eran tiempos grises que
ahora se pintan de negro.
Autor
: Paco Arenas
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