LA PARTICIPACIÓN DEL BANCO DE ESPAÑA EN EL TIMO
DE LA CAJA DE CANARIAS Y BANKIA
Se confirma que el supervisor ayudó a ocultar la contabilidad
"creativa" de Bankia
Miércoles,
21 de noviembre de 2012
Por Arturo Inglott - Canarias Semanal
El proceso de integración de la Caja de Canarias en
el Banco Financiero y de Ahorros (BFA), la sociedad matriz de Bankia,
podría calificarse con toda razón como el mayor fraude financiero sufrido en el
Archipiélago. Al término de dicho proceso, los 429 millones de euros
anotados en la contabilidad de la Caja como fondos propios al cerrarse el
ejercicio de 2010 se esfumaban por completo, en apenas un año y medio,
en el impresionante agujero de la entidad presidida por Rodrigo Rato.
Por el camino, los gestores de Bankia -y
de la Caja- ofrecían todo un recital de lo que eufemísticamente se ha dado en
llamar "contabilidad creativa", para ocultar la verdadera
situación de las cuentas. Hoy, 33 ex miembros del Consejo de Administración de
Bankia - entre los que se encuentra el presidente de la Caja de Canarias José
Manuel Suárez del Toro -se encuentran imputados por la comisión de
los presuntos delitos de falsedad, administración desleal o fraudulenta,
maquinación para alterar el precio de las cosas, apropiación indebida y
administración desleal.
EL BANCO DE ESPAÑA AVALA LOS
EJERCICIOS DE "CONTABILIDAD CREATIVA"
Pero, ¿qué hacía el organismo encargado de supervisar
el sistema financiero español mientras se gestaba lo que, a la postre,
concluiría con el "rescate" con cerca de 24.000 millones de euros de
fondos públicos de la entidad bancaria? Este martes 20 de noviembre, el diario
El País revelaba que el Banco de España no sólo hizo la vista gorda,
sino que contribuyó a efectuar el maquillaje de las cuentas. En diciembre
de 2011 un informe elaborado por la Dirección General de Supervisión del BE
situaba la solvencia del Grupo BFA-Bankia por encima de los niveles de Banco
Santander y BBVA. En dicho informe, adjunto al sumario del caso que
instruye la Audiencia Nacional, se situaba la ratio de solvencia del BFA-Bankia
en el 13,66%, mientras que al Banco Santander se le atribuía un 11,16% y
al BBVA un 10,92%.
Con este aval oficial a su gestión, los
directivos de Bankia anunciaban en abril de 2013 unos beneficios de 309
millones de euros. Un mes después, se veían obligados a reconocer que tales beneficios
eran ficticios y que, en realidad, solo en ese año las pérdidas ascendían
a 3.030 millones, "debido a saneamientos de créditos morosos y
activos adjudicados, así como a las nuevas valoraciones de las
participadas".
Tras el rescate efectuado a la entidad por
parte del gobierno, desaparecía todo el patrimonio aportado por la Caja de
Canarias -valorado entonces en 140,9 millones de euros -, al igual que
el de las otras seis entidades integradas en el grupo del BFA. Caja Madrid,
Bancaja, Caja de Ávila, Caja Segovia, Caixa Laietana y Caja Rioja
¿Cabe suponer, acaso, que el
"supervisor" no se enteraba de lo que estaba sucediendo en el sistema
que debía controlar? ¿Se encontraba en la inopia el gobernador del Banco de
España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, tal y como hoy sostiene José
Manuel Suárez del Toro que le sucedía a él? Todas las evidencias indican
que tal hipótesis resulta sencillamente increíble.
UN ORGANISMO PÚBLICO AL SERVICIO DE LOS PODERES
FINANCIEROS
El papel desempeñado por el Banco
de España en el fraudulento negocio especulativo de las entidades financieras
ha sido denunciado por numerosos analistas y avalado con datos más que
suficientes. Según el economista socialdemócrata y catedrático de la
Universidad de Málaga Juan Torres López, "hay pruebas evidentes
para poder afirmar que el BE ha hecho la vista gorda ante las malas prácticas
y actuado como cómplice de los grandes poderes financieros
privados".
Torres López señala, en este sentido, que el organismo público
"ha hecho todo lo que ha estado en su mano para permitir que las entidades
hayan disimulado sus pérdidas patrimoniales, favoreciendo cambios contables que
impiden que se sepa la situación real de sus balances". Del mismo modo
- sostiene el economista - el BE permitió que las entidades "multiplicaran
de manera desaforada el crédito asumiendo riesgos muy por encima de lo deseable
y contribuyendo así al crecimiento de la burbuja inmobiliaria"
El catedrático denuncia, igualmente, que el Banco
de España "dejó que los bancos engañaran a docenas de miles de
clientes con contratos leoninos y tramposos".
Parece claro, por tanto, que lejos
de ser un actor “neutral” en la crisis que acabaría desatando la
actividad especulativa de bancos y Cajas, el BE actuó para garantizar que no se
pusieran límites a la misma.
LAS ADVERTENCIAS DEL PRESIDENTE DE LA COMISIÓN DE
CONTROL DE LA CAJA QUE EL BE NO QUISO ESCUCHAR
En el caso de la Caja de Canarias, por otro lado,
existen testimonios fidedignos - y no desmentidos hasta la fecha por nadie - de
que el Supervisor hizo la vista gorda deliberadamente.
Hasta en tres ocasiones el que fuera
presidente de la Comisión de Control de esta entidad, José Ramón
Durán Alday, alertó al Banco de España sobre la posible comisión de “defraudaciones
y maquinaciones para alterar el precio de las cosas, falsedad de cuentas
anuales u otros documentos y administración desleal o fraudulenta". Y
hasta en tres ocasiones sus advertencias fueron ignoradas por la institución
entonces gobernada por Ángel Fernández Ordoñez.
Tras intentar infructuosamente que el BE
investigara las irregularidades que él mismo pudo constatar en las cuentas de
La Caja, Durán Alday acabó dimitiendo de su cargo y presentando una
denuncia ante la Fiscalía Anticorrupción, en julio de 2012, que sería
archivada dos semanas después.
Fuente: http://canarias-semanal.com/
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