miércoles, 28 de noviembre de 2012

“PARA ACABAR CON TODO ESTO EL CAMINO ESTA MARCADO HACE DECADAS, VUELVE A ESTAR DESPEJADO, ORGANIZACIÓN Y LUCHA DE CLASES. JUNTOS PODEMOS”



Los muertos de la tele
Artículos de Opinión | José A. López Camarillas * | 27-11-2012 | 
 Pese a ser la primera causa de muerte violenta en España, no es habitual encontrar noticias relacionadas con suicidios. Y es que, salvo en casos puntuales, los medios de comunicación evitan este tipo de informaciones para prevenir un posible “efecto contagio”.
Sin embargo, de la mano del problema de los desahucios, estos sucesos han pasado del más profundo de los silencios al primer puesto de la actualidad española. ¿Irresponsabilidad, presión al gobierno o casualidad?
Nadie da puntadas sin hilo. No es ningún secreto que los grandes grupos de comunicación marcan la agenda mediática del país de acuerdo a los intereses de sus propietarios: los poderes económicos. Al fin y al cabo, son empresas que buscan beneficios más allá de los monetarios. De ahí que algunas de ellas asuman pérdidas sin problema.
Entonces, ¿qué ganan estos capitalistas desestabilizando un gobierno que les beneficia y poniendo a la banca en el punto de mira de la ciudadanía? Recordemos que son los bancos los principales accionistas de los grupos mediáticos.
La respuesta es simple: mantener el statu quo. Suena paradójico, ¿verdad? Las calles comienzan a ser una olla a presión. Se desborda el problema de la vivienda, que entronca con numerosas particularidades de la crisis del capitalismo en el estado español, y comienza a inundarse de realidad el feliz escenario de papel cartón que nos habían colocado delante.
Esa fuerza la ha sabido canalizar muy bien la Plataforma de Afectados por las Hipotecas. Es tan justa su causa y tan evidente la problemática, que los lobbies de poder y sus voceros no han encontrado de momento la forma de criminalizarla. Esto ha permitido que gran parte de la clase trabajadora se haya volcado con ella sin reparos ni prejuicios.
Es decir, se ha fraguado un poder popular combativo (alejado de las moralinas cristianas de poner la otra mejilla), muy activo, con amplio respaldo de la sociedad y que cosecha victorias por día. Algo muy peligroso para la clase propietaria si no consigue frenarlo a tiempo. Y más cuando la PAH señala claramente quiénes son los enemigos contra los que combate.
Por esa razón, los poderes económicos quieren que el conflicto se suavice desde arriba bajo su tutela. Pretenden bajar la presión y desmovilizar el poder popular con un mal menor para sus intereses y unas reformas con letra pequeña.
No es casual que los suicidios lleguen ahora a los medios de comunicación ni causal que días después se reúnan PP y PSOE para buscar una solución. Después de las movilizaciones de la PAH, una capitulación del gobierno, por pequeña que fuera, sería reconocer que la lucha obrera da sus frutos y devolver la fuerza a un pueblo dócil por desesperanzado.
Necesitaban una excusa para intervenir “de oficio” sin legitimar la solidaridad y el combate de los trabajadores. Una excusa que ellos mismos han creado con su industria propagandística. ¿Acaso no había hasta hace unas semanas gente que se quitaba la vida por la presión de este sistema genocida?
No nos engañemos. Estamos asistiendo a un macabro teatrillo, con muertos de por medio, para tratar de perpetuar un sistema que se les va de las manos. La intención es eliminar a la organización independiente, poderosa porque se mueve por convicción en vez de por dinero, y rescatar a un PSOE en caída libre para que pueda seguir actuando como oposición de paja y mantener la estructura del estado capitalista.
Pero ya no cuela. Cada vez hay menos personas que creen en las marionetas. Somos el pueblo trabajador y lo queremos todo. Ya no nos conformamos con las migajas de los burgueses. El camino, marcado hace décadas, vuelve a estar despejado. Organización y lucha de clases. Juntos, sí se puede.
* Periodista y militante de clase
        Fuente: http://tercerainformacion.es/





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