El racismo sanitario de Ana Mato
Artículos de Opinión | Luna R. | 23-11-2012 | facebook yahoo
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Durante los últimos años se ha impuesto recorte tras recorte
en Sanidad. Nuestro sistema sanitario, envidiado por su gratuidad,
universalidad y equidad, se ha ido viendo amenazado desde el Informe Martorell
en 1991. Pero es con la nueva reforma sanitaria con la que los tres pilares
básicos han sido decapitados por completo.
Hay muchos aspectos a analizar de la reforma (R.D.L.
16/2012), pero sin duda hay un componente esencial que concuerda muy bien con
el bombardeo constante de mensajes racistas lanzados tanto dentro como fuera
del PP y los medios de comunicación, sobre todo desde el estallido de la
crisis. Y se concreta con la negación de la asistencia a las personas migradas
sin papeles. El argumento principal es que las migrantes se aprovechan del
sistema sanitario, ya que no contribuyen a la SS. Sin embargo, un estudio
reciente -Inmigración y Estado de bienestar en España, de la fundación Nuevos
Horizontes- subraya justo lo contrario: que debido a la tasa de migrantes, a
los trabajos que desempeñan, y teniendo en cuenta que también consumen aunque
sea para subsistir, realizan una contribución neta positiva.
La reforma contempla tres casos en los que no se podrá negar
asistencia sanitaria: en caso de urgencia por enfermedad grave o accidente
(hasta el alta médica); durante el embarazo, parto y postparto (así como a
menores); y a las personas que estén recibiendo tratamiento contra el cáncer o
VIH, aunque no serán tratados los nuevos casos.
Estas medidas suponen un ataque frontal al derecho a la
salud. Significará una mayor tasa de enfermedades para toda la población, así
como la vuelta a escena de enfermedades que ya se habían exterminado. Y
cuidado, no se trata por ello de criminalizar a las personas migradas, sino
hacer un ejercicio de reflexión y llegar a las siguientes conclusiones: por un
lado, la persona que emigra es porque en su tierra vive una situación
desesperada y si ha llegado a esa situación es por la explotación de recursos y
mano de obra por parte de los países “ricos” (no nos engañemos, es una cuestión
de clase). Por otro lado, con esta reforma se pretende consolidar un mensaje
claro: divide y vencerás.
Pese a que el Real Decreto Ley no tiene desperdicio y aplica
la ley de la tijera a todo cuanto ha encontrado a su paso, como personas
paradas o jubiladas, precisamente lo más sonado ha sido el tema de las
migrantes. Así, vemos cómo muchos colectivos ya se están coordinando y han
elaborado un plan de objeción de conciencia (a finales de agosto ya sumaban más
de 1.700 médicos). Profesionales sanitarias y usuarias se rebelan contra esta
medida por su total inhumanidad. Aún así, debemos ahondar aún más en las
reivindicaciones e incluir el “No al racismo sanitario” entre las
reivindicaciones de las huelgas que se están llevando a cabo.
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