20N un día de fiesta para los asesinos de una soberanía bananera
Artículos de
Opinión | Peter Magnus | 26-11-2012 |
Vivir en un
país en el que se celebran las muertes de dos dictadores sin que el gobierno
haga nada por no permitirlo, es indignante, y además, si la celebración cuenta
con el beneplácito de la iglesia, todavía se enervan mucho más los ánimos y la
rabia se desata, la ira se desboca y uno no puedo más que sentir indignación,
vergüenza y humillación al pertenecer a un país que permite estos actos que
deberían estar prohibidos por ley.
Pero la cosa
no queda solo en esta celebración que tuvo lugar el 20N, en la capital de esta
soberanía bananera, en la céntrica iglesia de los Jerónimos, donde se dio cita
lo más granado y aguerrido de los fanáticos seguidores de Franco y de Primo de
Rivera, además el cura, no se ruborizó, no solo al reconocerse seguidor del
franquismo, sino que no contento con esa demostración alentó a las hordas
fascistas allí congregadas a que “sigan las huellas y el ejemplo de vida
generosa” de Francisco Franco. Esto en un país civilizado y democrático no
ocurriría, y de ocurrir con toda seguridad los responsables de tamaña
convocatoria tendrían que vérselas con la justicia; pero claro, esto ocurre en
esta “patria bananera” instaurada, y bien instaurada, por esa caterva fiel a la
doctrina franquista que no dudará en acabar con “ésos rojos asesinos”, poniendo
de manifiesto aquel dicho que reza “ver la mota de polvo en el ojo ajeno para
no ver la viga en el propio” (cito de memoria, puede que no sea exactamente así,
pero a buen entendedor… me parezco a Sancho…).
Pongamos por
ejemplo, antes de seguir adelante, a Alemania, que incluso los descendientes de
los responsables del holocausto (también habría que revisar este tema del
holocausto, porque en el mismo se omiten cifras de víctimas que sin ser judíos
también fueron exterminados, “60 millones de muertos” y no todos fueron
judíos), han pedido perdón a las víctimas, y que yo sepa, al menos Google no me
dice que exista, en Alemania no hay ninguna fundación (en España está la
Fundación Nacional Francisco Franco: http://www.fnff.es/ ) que dedique sus fondos a venerar
al asesino Hitler, y los alemanes han demostrado estar a la altura de sus
circunstancias juzgando y condenando a aquellos que formaron parte de aquel
engendro del nacionalsocialismo en el que germinó la semilla del “histriónico”
Hitler, reconociendo y asumiendo que Hitler fue un dictador y un genocida,
cosas éstas que en esta soberanía bananera no solo no se reconoce sino que se
intenta eludir por todos los medios que Primo de Rivera, primero, y Franco,
después, fueron unos asesinos.
Ahora, a
pesar de que el artículo se va a salir de la medida habitual (una página A4),
vayamos a las temibles y odiosas comparaciones, pero es preciso hacerlo para
informar de unos datos que los franquistas siempre han querido ocultar y sobre
todo manipular, por ello no permitió Franco que se registraran todas las
muertes del bando republicano en el que el bando franquista exterminó (y no lo
digo yo, lo dicen las fuentes consultadas) a unas 200 mil personas, las cifras
van desde las 130 mil a las 200 mil según qué investigadores y qué facilidades
se les ha dado a éstos para llegar a ellas.
Otra cosa
son las cifras que manejan los afines a Franco, los mismos que alzaron sus
manos y cantaron el cara al sol el 20N en la iglesia los Jerónimos y que como
defensa sacan siempre la matanza de Paracuellos, aquellas cuatro mil víctimas
en comparación con las cerca de doscientas mil, es cuando menos una forma
ridícula, además de cínica, de argumentar con ello la defensa del franquismo.
Sabemos que
del lado “nacional” franquista cayeron unas 50 mil personas, cosa esta que está
bien documentada ya que el mismo Franco se preocupó bien de que esto se
reflejara en las actas, cosa que no hizo con el otro “bando” (200 mil víctimas
y cerca de 1 millón de exiliados) al que ha negado toda posibilidad de dar una
sepultura digna a sus muertos, privados éstos, también, de un juicio justo, ya
que fueron asesinados en las tapias de cientos de cementerios, y en las cunetas
de cientos de carreteras por no aceptar la doctrina que el dictador imponía a
golpe de tiro en la nuca.
Y es este
país de pantomima, no me canso de decirlo, donde se le da voz a actores como
Arturo Fernández en algunas televisiones muy de derechas, donde este señor
convoca a los españoles a unirse, a arrimar el hombro en estos tiempos de
crisis, pero claro, siempre que nos unamos bajo la ideología peperiana a la que
él rinde pleitesía defendiendo al PP como si éste fuera “otro salvador de la
patria”, “otro Franco que nos imponga el pensamiento único”, al que el actor
parece aludir sin que tenga muy claro este punto, y es este actor el que llama
feos a la gente de izquierdas, es el que insulta a los que se atreven a
cuestionar sus conceptos ideológicos, que no son otros que los mismos que los
de Franco, me pregunto si el actor no estaría también memorando la muerte de
sus admirados en las iglesia de los Jerónimos; a este tipo de personas no se
las debería tener en cuenta, ni en los medios tradicionales ni en las redes
donde ha sido Trending topics en Twitter, a este tipo de personajes
hay que condenarlos al ostracismo y no darle voz porque lo único que se
consigue con ello es dar publicidad a los mensajes de la caverna, en la que
este señor se encuentra como pez en el agua, si no vean su intervención en el
programa de televisión El Gato al Agua .
Fuentes
consultadas para la redacción de este artículo:
Un año más
el templo de los Jerónimos acoge a los nostálgicos del franquismo, entre ellos
el suegro de Gallardón, para honrar la memoria del dictador... ¡Si Tarancón
levantara la cabeza!
La Iglesia
pide seguir “las huellas y el ejemplo de vida generosa” de Francisco Franco
JOSÉ MARÍA
GARRIDO | 25/noviembre/2012*
La Fundación
Nacional Francisco Franco nació en 1976, apenas un año después de la muerte del
Caudillo. Se constituyó legalmente y goza de personalidad jurídica como
institución cultural sin que su actividad u objetivos sean de adscripción
política o partidista. Sus estatutos enumeran como objetivo prioritario la
difusión de la memoria y obra de Francisco Franco. **
wikipedia
A la sublevación del 18 de
julio de 1936 en España
siguió de forma casi inmediata una brutal represión ejercida desde ambos bandos
que, persiguiendo la eliminación física del adversario, produjo decenas de
miles de muertes.
Estudios,
basados en evoluciones demográficas, cifran en 540.000 la sobremortalidad de
los años de la Guerra Civil y la inmediata postguerra, y en
576.000 la caída de la natalidad.1 La estimación de víctimas mortales en la
Guerra Civil Española consecuencia de la represión puede cifrarse en 200.000
personas. De ellas, se calcula en unas 50.000 las asesinadas en la retaguardia
de la zona republicana,2calculándose en 100.000 las asesinadas en la
retaguardia de la zona sublevada,3 4 a las que hay que añadir unas 50.000
ejecuciones en la represión franquista que siguió a la Guerra Civil.3 5 Estas
estimaciones, aún en 2009, estaban sometidas a revisión; aunque las víctimas
producidas por el bando republicano fueron bien identificadas, las producidas
por los sublevados, habiendo sido ignoradas durante el franquismo, hoy existen
dificultades para cuantificarlas e identificarlas. «Las investigaciones
realizadas hasta la fecha demuestran que un alto porcentaje de desaparecidos no
consta en registro alguno».6
La represión
en cifras en la zona republicana
Al contrario
de lo ocurrido con las víctimas en la zona nacional, puede considerarse que las
víctimas en la zona republicana están bien identificadas y sobre su número
existen menos controversias. Al concluir la Guerra Civil, el franquismo
acometió un exhaustivo estudio que quedó reflejado en la llamada Causa General. El estudio recoge las
consecuencias del denominado "terror rojo" desde febrero de 1936
hasta el fin de la contienda. Se trata de un minucioso estudio realizado
municipio por municipio y que ocupa más de 1.500 legajos, hoy conservados en el
Archivo Histórico
Nacional. Según los
datos que obran en este archivo, el número de víctimas de la represión
republicana sería de 38.563. Ramón Salas publicaría un estudio, según el
cual este número ascendería a más de 70.000; aunque en este estudio se han
descubierto duplicaciones. Estimaciones actuales calculan que el número de
estas víctimas no debió superar las 50.000.26
Las
víctimas, en esta zona fueron, principalmente, religiosos, terratenientes,
empresarios y políticos de derechas, y éstas se concentraron principalmente los
primeros meses de la contienda, producto de numerosos paseos que, aunque en
menor medida, siguieron produciéndose hasta el fin de la misma.
Un millón de
presos políticos y doscientos mil muertos
Eduardo de
Guzmán Tiempo de Historia (*).
65 años años
después: Hitler y los alemanes
POR HERNÁN
DINAMARCA, DESDE ALEMANIA
Arturo
Fernández: "Son feos exteriormente e interiormente"
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