sábado, 26 de octubre de 2013

“NADA PARA EL PUEBLO, PERO CON SUS VOTOS”



Autor: José  Enrique Centén Martin
25 de octubre de 2013
La igualdad tiene un órgano, y este órgano es la instrucción gratuita y obligatoria. El derecho al alfabeto; por ahí se debe de empezar. La escuela primaria impuesta a todos; la escuela secundaria ofrecida a todos; tal es la ley. De la escuela idéntica, sale la sociedad igual.
¡Sí!  ¡Enseñanza!  ¡Luz!  ¡Luz!  De la luz emana todo, y todo vuelve a ella.
“Ciudadanos, el siglo diecinueve es grande, pero el veinte será feliz”.  Entonces no habrá nada que se parezca a la antigua historia; no habrá nunca más que temer; como hoy, una conquista, una invasión, una usurpación, una rivalidad de naciones en armas, una interrupción de la civilización dependiente de un matrimonio de reyes, un nacimiento en las tiranías hereditarias, un compartir de pueblos por congreso, un desmembramiento por derrumbamiento de dinastía. Un combate de dos religiones encontrándose de frente, como carneros de sombra, en el puente del infinito.  No tendremos por qué temer la hambruna, la explotación, la prostitución por miseria, la miseria por el desempleo, el cadalso, la espada, las batallas, y todos los latrocinios y asaltos del azar en el bosque de los acontecimientos. Podremos incluso decir: no habrá ya acontecimientos. Seremos felices. El género humano cumplirá su ley como el globo terráqueo cumple la suya: la armonía se restablecerá entre el alma y el astro. El alma gravitará alrededor de la verdad como el astro alrededor de la luz”.
Una revolución es un peaje. ¡Oh! El género humano será libertado, sacado de su postración y consolado. Nosotros lo afirmamos desde esta barricada que nos encontramos, y en que os hablo, es una hora sombría; pero tales son las terribles condiciones para la compra del porvenir”.
Proclama de Enjolras1 llamando a la rebelión de los menos favorecidos y continuamente denigrados, reclamando lo que justamente le correspondía tras la proclamación de la Revolución de 1793, debido al intento de la Restauración por suprimir los logros alcanzados y volver a un sistema de monarquías absolutas. Los obreros se ven decepcionados por el apoyo que han dado a la reforma electoral de 1832, y que sin embargo no permitía votar a los obreros,
Porque el lema absolutista era “todo para el pueblo pero sin el pueblo”, la búsqueda del bien o esa cosa lo que ellos consideraban bien y progreso sin consultar al pueblo.
Está ocurriendo actualmente lo mismo, el absolutismo financiero lo disfrazan de neoliberalismo, cambiando el lema por “nada para el pueblo, pero con sus votos”, apoyado de un programa electoral fraudulento. Por este motivo deben de reaparecer las masas, como alternativa a las “mareas”, movimiento de protesta confinado a los afectados concretos, con gran apoyo, pero de menos influencia, las masas resurgirán en las calles, la lucha debe volver a organizarse a gran escala y, con cierta planificación aun cuando sus propuestas sean ignoradas por la Patronal y sus partidos políticos.
Mientras tanto el poder financiero a través de sus representantes del gobierno actual ha prescindido de la razón para gobernar, desgarrando sanguinariamente a los ciudadanos, comportándose como los talibanes respecto a la enseñanza, aquellos impiden la cultura a las mujeres, estos van más allá, solo quieren cultura para una elite, dando la vuelta al discurso inicial, por  ¡Oscuridad! ¡Oscuridad!, para que no emane la conciencia colectiva.
Las protestas ante el desmantelamiento de los logros sociales se está realizando por grandes grupos humanos independientes, conformados por autónomos, profesionales, estudiantes, amas de casa, empleados y desempleados, personas sin recursos al agotarse los propios y los de sus familiares, con conatos de rebelión ocasionales.  Un movimiento en organización y en lucha abierta contra el sistema actual, pero todos ellos sin una cabeza visible sin liderazgo consolidado siendo un embrión de conciencia colectiva que no puede compararse a la conciencia desarrollada por los intereses financieros. Después de todo, ellos llevan varios decenios de existencia y con una continua planificación soterrada por un único interés, su beneficio, en tanto que los asalariados de todo tipo, maestros, artesanos, médicos, campesinos, obreros fabriles, albañiles, estudiantes, investigadores o simplemente padres, son las fuentes principales de donde nace la masa social, todos ellos profanos en el ámbito macroeconómico, actúan independientemente.
Es el momento, ya se les ha dado las razones de nuestro descontento, en Educación, Sistema Sanitario, Reforma Laboral, exilio forzoso de nuestras mentes mejor preparadas, el hambre, los desahucios, contra los privilegios, la corrupción… Es hora de expresar el sentimiento, fomentando el lado del coraje, debemos aumentar la capacidad de respuesta ante las incertidumbres o dudas. Hemos de ser asertivos ante la vida y darle una vuelta a lo que sentimos, a lo que somos, experimentando amor y querencia real respecto de lo que realizamos y con el ánimo profundo de potenciar el Bienestar Social. Debemos de manifestar el deseo de que prevalezcan los sentimientos por encima de la razón a la que no hacen caso luchando contra los convencionalismos, y al igual que Enjolras construir una gran barricada junto a las verdes, blancas, negras, los investigadores, desahuciados, los preferentistas, universitarios, parados, empleados…, enarbolando realmente la palabra socialismo que comenzó a usarse precisamente en Francia en 1832, definida por Pierre Leroux y Marie Roch en 1834, como aquella doctrina que no abdicaba de ninguno de los principios de Libertad, Igualdad y Fraternidad de la Revolución Francesa de 1789, y que algunos partidos la llevan de adorno, solo de esta manera podremos cambiar nuestro futuro y volver al Bienestar Social que nos están arrebatando.

 1.- Discurso de Enjolras en “Los Miserables” , de Víctor Hugo

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