Autor: José Enrique Centén Martin
25 de octubre de 2013
La igualdad tiene un órgano, y este órgano es la instrucción
gratuita y obligatoria. El derecho al alfabeto; por ahí se debe de empezar. La
escuela primaria impuesta a todos; la escuela secundaria ofrecida a todos; tal
es la ley. De la escuela idéntica, sale la sociedad igual.
¡Sí! ¡Enseñanza! ¡Luz! ¡Luz! De la
luz emana todo, y todo vuelve a ella.
“Ciudadanos, el siglo diecinueve es grande, pero el veinte
será feliz”. Entonces no habrá nada que se parezca a la antigua historia;
no habrá nunca más que temer; como hoy, una conquista, una invasión, una
usurpación, una rivalidad de naciones en armas, una interrupción de la
civilización dependiente de un matrimonio de reyes, un nacimiento en las
tiranías hereditarias, un compartir de pueblos por congreso, un desmembramiento
por derrumbamiento de dinastía. Un combate de dos religiones encontrándose de
frente, como carneros de sombra, en el puente del infinito. No tendremos
por qué temer la hambruna, la explotación, la prostitución por miseria, la
miseria por el desempleo, el cadalso, la espada, las batallas, y todos los
latrocinios y asaltos del azar en el bosque de los acontecimientos. Podremos
incluso decir: no habrá ya acontecimientos. Seremos felices. El género humano
cumplirá su ley como el globo terráqueo cumple la suya: la armonía se
restablecerá entre el alma y el astro. El alma gravitará alrededor de la verdad
como el astro alrededor de la luz”.
Una revolución es un peaje. ¡Oh! El género humano será
libertado, sacado de su postración y consolado. Nosotros lo afirmamos desde
esta barricada que nos encontramos, y en que os hablo, es una hora sombría;
pero tales son las terribles condiciones para la compra del porvenir”.
Proclama de Enjolras1 llamando a la
rebelión de los menos favorecidos y continuamente denigrados, reclamando lo que
justamente le correspondía tras la proclamación de la Revolución de 1793,
debido al intento de la Restauración por suprimir los logros alcanzados y volver a
un sistema de monarquías absolutas. Los obreros se ven decepcionados por el
apoyo que han dado a la reforma electoral de 1832, y que sin embargo no
permitía votar a los obreros,
Porque el
lema absolutista era “todo para el pueblo pero sin el pueblo”, la búsqueda del
bien o esa cosa lo que ellos consideraban bien y progreso sin consultar al
pueblo.
Está
ocurriendo actualmente lo mismo, el absolutismo financiero lo disfrazan de
neoliberalismo, cambiando el lema por “nada para el pueblo, pero con sus
votos”, apoyado de un programa electoral fraudulento. Por este motivo deben de
reaparecer las masas, como alternativa a las “mareas”, movimiento de protesta
confinado a los afectados concretos, con gran apoyo, pero de menos influencia,
las masas resurgirán en las calles, la lucha debe volver a organizarse a gran
escala y, con cierta planificación aun cuando sus propuestas sean ignoradas por
la Patronal y sus partidos políticos.
Mientras
tanto el poder financiero a través de sus representantes del gobierno actual ha
prescindido de la razón para gobernar, desgarrando sanguinariamente a los
ciudadanos, comportándose como los talibanes respecto a la enseñanza, aquellos
impiden la cultura a las mujeres, estos van más allá, solo quieren cultura para
una elite, dando la vuelta al discurso inicial, por ¡Oscuridad!
¡Oscuridad!, para que no emane la conciencia colectiva.
Las
protestas ante el desmantelamiento de los logros sociales se está realizando
por grandes grupos humanos independientes, conformados por autónomos,
profesionales, estudiantes, amas de casa, empleados y desempleados, personas
sin recursos al agotarse los propios y los de sus familiares, con conatos de
rebelión ocasionales. Un movimiento en organización y en lucha abierta
contra el sistema actual, pero todos ellos sin una cabeza visible sin liderazgo
consolidado siendo un embrión de conciencia colectiva que no puede compararse a
la conciencia desarrollada por los intereses financieros. Después de todo,
ellos llevan varios decenios de existencia y con una continua planificación
soterrada por un único interés, su beneficio, en tanto que los asalariados de
todo tipo, maestros, artesanos, médicos, campesinos, obreros fabriles,
albañiles, estudiantes, investigadores o simplemente padres, son las fuentes
principales de donde nace la masa social, todos ellos profanos en el ámbito
macroeconómico, actúan independientemente.
Es el momento, ya se les ha dado las razones de
nuestro descontento, en Educación, Sistema Sanitario, Reforma Laboral, exilio
forzoso de nuestras mentes mejor preparadas, el hambre, los desahucios, contra
los privilegios, la corrupción… Es hora de expresar el sentimiento, fomentando
el lado del coraje, debemos aumentar la capacidad de respuesta ante las
incertidumbres o dudas. Hemos de ser asertivos ante la vida y darle una
vuelta a lo que sentimos, a lo que somos, experimentando amor y querencia real
respecto de lo que realizamos y con el ánimo profundo de potenciar el Bienestar
Social. Debemos de manifestar el deseo de que prevalezcan los sentimientos por
encima de la razón a la que no hacen caso luchando contra los
convencionalismos, y al igual que Enjolras construir una gran barricada junto a
las verdes, blancas, negras, los investigadores, desahuciados, los preferentistas,
universitarios, parados, empleados…, enarbolando realmente la palabra
socialismo que comenzó a usarse precisamente en Francia en 1832, definida por
Pierre Leroux y Marie Roch en 1834, como aquella doctrina que no abdicaba de
ninguno de los principios de Libertad, Igualdad y Fraternidad de la Revolución
Francesa de 1789, y que algunos partidos la llevan de adorno, solo de esta
manera podremos cambiar nuestro futuro y volver al Bienestar Social que nos
están arrebatando.
1.- Discurso de Enjolras en “Los
Miserables” , de Víctor Hugo
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