El ignorado articulo publicado en Alemania sobre la situación real de
España
Artículos de
Opinión | Stefanie Claudia Müller* | 25-09-2012 |
Traducción de un artículo publicado en varios periódicos económicos
alemanes, por su corresponsal en España:
Hoy, 6 de
septiembre, se encuentran en Madrid los gobiernos de Alemania y España,
acompañados de un nutrido grupo de empresarios, y donde seguro hablarán sobre
las condiciones para poder otorgar más ayudas financieras a España o a su
sistema bancario.
En los dos
lados se ha elevado el tono en los últimos meses y es con gran expectación que
España espera ahora la decisión que va a tomar el Tribunal Constitucional
alemán, que esa sí es crucial, el día 12, sobre la conformidad o no del rescate
europeo y las obligaciones derivadas para los alemanes.
En Alemania
crece la crítica contra la supuesta “mentalidad de fiesta” de los españoles; en
España los medios cada vez son más negativos con la supuesta dureza de la
canciller Merkel.
Pensamos que
la situación es mucho más compleja de lo que presentan ambos gobiernos y la
mayoría de los medios.
España no es
Grecia, pero España puede ser un paciente crónico si Alemania, junto con
Europa, no contribuye a solucionar sus verdaderos problemas.
España no
debería recibir más dinero sin que se cambie a fondo el sistema político y
económico, hoy en manos de una oligarquía política aliada con la oligarquía
económica y financiera, y sin que se aumente la participación ciudadana real en
las decisiones políticas.
Para no
perpetuar la crisis y endeudar a los españoles durante generaciones, el
Gobierno español debe reformar a fondo la administración de las comunidades
autónomas y los ayuntamientos, en su mayoría en bancarrota y completamente
fuera de control, sometiendo a referéndum el modelo de Estado.
Este tema es
la clave del futuro de España, porque las regiones, ayuntamientos y
diputaciones son los responsables de los dos tercios del gasto público-234.000
millones frente a 118.000 el Estado en 2011-, excluyendo la Seguridad Social
-23.000 millones-, y este gasto se realiza en condiciones de
descontrol,despilfarro y corrupción totalmente inaceptables.
Las razones
verdaderas de la crisis del país, en consonancia con lo dicho, nada tienen que
ver con salarios demasiado altos -un 60 % de la población ocupada gana menos
de1.000 euros/mes-, pensiones demasiado altas -la pensión media es de 785
euros, el 63% de la media de la UE -15- o pocas horas de trabajo, como se ha
trasmitido a veces desde Alemania.
A España
tampoco le falta talento, ni capacidad empresarial ni creatividad. Tiene
grandes pensadores, creativos, ingenieros, médicos excelentes y gestores de
primer nivel.
La razón de
la enfermedad de España es un modelo de Estado inviable,fuente de todo
nepotismo y de toda corrupción, impuesto por una oligarquía de partidos en
connivencia con las oligarquías financiera y económica, y con el poder judicial
y los organismos de control a su servicio.
En España no
existe separación de poderes,ni independencia del poder judicial,ni los
diputados representan a los ciudadanos, solo a los partidos que los ponen en
una lista.
Todo esto
lleva también a una economía sumergida que llega al 20% del PIB y que frena la
competencia, la eficacia y el desarrollo del país.
Además,
detrae recursos con los que podrían financiarse educación y sanidad.
Las ayudas
para España, igual que para otros posible candidatos de rescates,no deben ir a
bancos ya casi en bancarrota y fuertemente politizados.
En la CAM,
el Gobierno ha comprometido 16.000 millones de dinero público en lugar de
cerrarla; en Bankia, 23.000, y el Ejecutivo acaba de darle 5.000 millones
urgentemente para cubrir pérdidas en vez de cerrarla, y además de forma tan
extraña que despierta todo tipo de recelos.
¿Por qué se
ha utilizado el dinero de los españoles (FROB) en vez de esperar los fondos de
la UE?
Es lícito
suponer que la razón es la siguiente: los bancos no quieren que la UE
investigue sus cuentas.
Control
estricto y duras condiciones:
Ya el caso
de Grecia ha demostrado que las ayudas europeas tienen que estar vinculadas a un
control estricto y condiciones duras.
Esas
condiciones no pueden solamente representar recortes sociales o subidas
brutales de impuestos, como hace ahora el Gobierno de Mariano Rajoy con la
excusa de Europa.
Se tiene que
cambiar más en España que cortar gasto social, que de todos modos es mucho más
bajo que en Alemania, y hay otros gastos infinitamente más relevantes que se
pueden eliminar.
Además, los
casos de corrupción resultan tan escandalosos, incluso en el propio Gobierno,
que uno solo puede llegar a una conclusión: el dinero de Europa no puede ser
manejado por personas tan increíblemente venales.
La pasada
semana el ministro de Industria Soria - imputado también por corrupción
urbanística en Canarias - acusó al ministro de Hacienda en el Consejo de
Ministros de favorecer descaradamente a la empresa líder de renovables,
Abengoa, de la que había sido asesor, en la nueva regulación de estas energías,
que reciben más de 7.000 millones de euros de subvenciones anualmente.
Y Rajoy, al
que entregó una carta probatoria, ni dijo ni hizo absolutamente nada.
No puede
permitirse por más tiempo este nivel de corrupción, y menos aún a 17 regiones
funcionando como estados independientes, con todos los organismos multiplicados
por 17, desde 17 servicios meteorológicos a 17 defensores del pueblo, con 200
embajadas, 50 canales de TV regionales en pérdida, 30.000 coches oficiales o
4.000 empresas públicas que emplean a 520.000 personas, creadas específicamente
para ocultar deuda y colocar a familiares y amigos sin control ni fiscalización
alguna.
En conjunto,
unos 120.000 millones, equivalentes al 11,4% del PIB, se despilfarran
anualmente en un sistema de nepotismo, corrupción y falta de transparencia.
Y con esto
se tiene que acabar, entre otras cosas, porque ya no hay dinero.Los últimos
datos de las cuentas públicas conocidos la pasada semana son escalofriantes.
El déficit
del Estado a julio ascendió al 4,62% del PIB, frente a un déficit del 3,5%
comprometido con la UE para todo el año (del 6,3% incluyendo regiones y
ayuntamientos).
Pero lo
realmente inaudito es que España está gastando el doble de lo que ingresa
:101.000 millones de gasto a julio frente a 52.000 millones de ingresos, y
precisamente para poder financiar el despilfarro de regiones y ayuntamientos,
que no están en absoluto comprometidos con la consolidación fiscal.
El tema del
déficit público es algo que roza la ciencia ficción, y que ilustra
perfectamente la credibilidad de los dos últimos gobiernos de España.
En noviembre
de 2011, el Gobierno dijo que el déficit público era del 6% del PIB; a finales
de diciembre, el nuevo Gobierno dijo que le habían engañado y que el déficit
era superior al 8%, y que se tomaba tres meses para calcularlo con toda
precisión.
A finales de
marzo, se dijo que definitivamente era del 8,5%, y ésta fue la cifra que se
envió a Bruselas.
Dos semanas
después, la Comunidad de Madrid dijo que sus cifras eran erróneas y el
Ayuntamiento de la capital igual… el déficit era ya del 8,7%.
Sin embargo,
la semana pasada el INE dijo que el PIB de 2011 estaba sobrevalorado y, con la
nueva cifra, el déficit era del 9,1%; dos días después, Valencia dijo que su
déficit era de 3.000 millones más; o sea, que estamos en el 9,4% y las otras 15
CCAA y 8.120 ayuntamientos aún no han corregido sus cifras de 2011.
Lo único que
sabemos es que están todas infravaloradas.
El déficit
real de 2011 puede estar por encima del 11%, y en 2012 se esta gastando el
doble de lo que se ingresa.
Como dice el
Gobierno de Rajoy, “estamos en la senda de convergencia”. Y es verdad… de
convergencia hacia Grecia.
Claramente,
la joven democracia española tiene todavía muchos déficits de representatividad
y de democracia que deberían interesar a la canciller Merkel y también a
Europa, si queremos evitar una Grecia multiplicada por cinco y salvar el euro.
Esto es lo
que ha hecho posible el despilfarro masivo de las ayudas europeas, con una
asignación disparatada de las mismas, a pesar de que estas ayudas han supuesto
una cifra mayor que la del Plan Marshall para toda Europa.
Es
frustrante que a causa de este sistema oligárquico nepotista y corrupto se
destroce talento y creatividad y que ahora muchos jóvenes se vean forzados a
trabajar fuera, muchos en Alemania.
Esa
situación nos ha llevado a una distribución de riqueza que es de las más
injustas de la OECD.
La antaño
fuerte clase media española está siendo literalmente aniquilada.
Resumiendo:
no es una falta de voluntad de trabajo, como se piensa tal vez en algunos
países del norte de Europa, lo que hace que España sufra la peor crisis
económica de su Historia.
Es un
sistema corrupto e ineficiente.
La crítica
del Gobierno alemán y sus condiciones para un rescate de España se deberían
concentrar en la solución de esos problemas.
En caso
contrario, solo conseguirán que una casta política incompetente y corrupta
arruine a la nación para varias generaciones.
*Stefanie
Claudia Müller es corresponsal alemana en Madrid y economista.
Fuente: http://tercerainformacion.es/
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