La crisis, fábrica de jóvenes ni-ni
Según un informe de la OCDE, España es el país con mayor número de jóvenes entre 15 y 29 años que ni estudian ni trabajan.
El informe de la OCDE es muy claro al respecto: España es el país donde los jóvenes de entre 15 y 29 tiene el porvenir más negro. Así lo señala el documento Panorama de la Educación 2012 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.
Asimismo, el informe confirma que España es el país que tiene una mayor tasa de desempleados entre quienes cuentan con un título de diplomado universitario o han superado la secundaria o estudios similares.
A principios de la crisis, el 24% de los jóvenes españoles de entre 15 y 29 años no estaba empleado ni recibía ninguna formación. Era la quinta tasa más alta entre los 33 países de la OCDE, cuya media era del 16%. En el periodo entre 2008 y 2010, la tasa española aumentó en 7 puntos mientras que la media de la OCDE lo hizo en 2,1 puntos.
La igualdad de oportunidades laborales en España empieza a resentirse a partir de los 25 años, edad con la que los jóvenes españoles comienzan a tener problemas para encontrar empleo. La tase de paro a esta edad se sitúa en el 28,6%, mientras que la media de los países de la OCDE está en el 20%.
En el tramo de edad inferior, de 20 a 24 años, las cosas no andan mejor, según el mismo informe, la tasa de desempleo está en el 27,4%. Se deduce del informe que el colectivo de los jóvenes hasta los 29 años es uno de los más perjudicados por la crisis.
Uno de los pocos datos positivos de España es que en el periodo 2000-2010 ha visto reducida su población adulta que no pasaba de la educación obligatoria, concretamente del 62% al 47%, si bien se encuentra aún muy lejos de la media de la OCDE, un 26%, o de la UE-21, un 24%.
Pero hay más índices preocupantes para los españoles, el porcentaje de españoles que consigue terminar la secundaria superior en los años previstos, solo alcanza el 57% cuando en la OCDE este porcentaje es del 70%.
E los segmentos de la FP superior y en la educación universitaria, España supera ligeramente las medias internacionales, con un 31% de titulados. Sin embargo, el paro entre quienes tienen formación superior también es muy superior en España, con respecto del resto de países de la OCDE.
La estadística demuestra que la generación ni-ni no ha visto mejorar sus expectativas de futuro ni con gobiernos del PSOE ni con gobiernos del PP.
A principios de la crisis, el 24% de los jóvenes españoles de entre 15 y 29 años no estaba empleado ni recibía ninguna formación. Era la quinta tasa más alta entre los 33 países de la OCDE, cuya media era del 16%. En el periodo entre 2008 y 2010, la tasa española aumentó en 7 puntos mientras que la media de la OCDE lo hizo en 2,1 puntos.
La igualdad de oportunidades laborales en España empieza a resentirse a partir de los 25 años, edad con la que los jóvenes españoles comienzan a tener problemas para encontrar empleo. La tase de paro a esta edad se sitúa en el 28,6%, mientras que la media de los países de la OCDE está en el 20%.
En el tramo de edad inferior, de 20 a 24 años, las cosas no andan mejor, según el mismo informe, la tasa de desempleo está en el 27,4%. Se deduce del informe que el colectivo de los jóvenes hasta los 29 años es uno de los más perjudicados por la crisis.
Uno de los pocos datos positivos de España es que en el periodo 2000-2010 ha visto reducida su población adulta que no pasaba de la educación obligatoria, concretamente del 62% al 47%, si bien se encuentra aún muy lejos de la media de la OCDE, un 26%, o de la UE-21, un 24%.
Pero hay más índices preocupantes para los españoles, el porcentaje de españoles que consigue terminar la secundaria superior en los años previstos, solo alcanza el 57% cuando en la OCDE este porcentaje es del 70%.
E los segmentos de la FP superior y en la educación universitaria, España supera ligeramente las medias internacionales, con un 31% de titulados. Sin embargo, el paro entre quienes tienen formación superior también es muy superior en España, con respecto del resto de países de la OCDE.
La estadística demuestra que la generación ni-ni no ha visto mejorar sus expectativas de futuro ni con gobiernos del PSOE ni con gobiernos del PP.
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