#26S: "EL PUEBLO UNIDO JAMÁS SERÁ
VENCIDO"
Día 26 a New Hope, una nueva esperanza, es
así como podemos titular la crónica de este día.
España |
Alexander Rol - Tercera Información | 28-09-2012
|Día en el
que se ha demostrado que el pueblo unido jamás será vencido, y aquello de que
la unidad hace la fuerza, la unidad de personas que aún con la resaca de golpes
del día anterior, de las brutales cargas policiales habidas por todo el centro
de Madrid, de la cantidad de información colgada en la red, con vídeos e
imagenes impactantes simulando de Madrid la nueva Grecia pero de manera a la
española. Con ese cansancio de lo que fue un día muy duro, miles de
manifestantes se comenzaron a concentrar en las inmediaciones del Congreso, venidos
de Cibeles y poco a poco, con permiso, cortando el tráfico rodado en dirección
Atocha. La gente comenzó a sentarse y a corear consignas en contra de las
actuaciones policiales, de Cifuentes, y de la dictadura del PP. El tiempo
transcurrió tranquilo salvo algún incidente, pequeños encontronazos fruto de
mal entendidos con la policía por parte de los manifestantes, pero que
rápidamente se sub-sanaron con una mediación pacífica y la cosa pudo seguir con
normalidad.
EL RETORNO
DE LOS INFILTRADOS (THE DEPARTED)
Hubo ya
pasado un tiempo, en el que las pancartas se entremezclaban con las sonrisas de
la gente, los aguerridos cánticos de personas hastiadas de tanta violencia, de
tanta sin razón social, tanta locura canalizada en forma de golpes. Sin duda
era precioso, halagador ver como por fin comenzaba a ver una coordinación
centrada en demostrar que somos seres humanos, expandiendo un sentimiento de
amor entre todos, una unificación sentimental en la cual la gente compartía sus
refrescos con caladas y expiraciones de humo, humo que se desvanecia lentamente
al son de las consignas de "Libertad, libertad sin ira, libertad" Y
la policía comenzó a mirar al cielo, quizás al cielo ahumado de Madrid,
contaminado por la contaminación, o quizá al helicóptero en el cual se debería
estar plácidamente viendo como todo transcurría sin el menor incidente.
Ya desde un
momento, en la zona sur-este del Congreso, un pequeño grupo de personas
encapuchadas se habían comenzado a acercar a las vallas, su intención era
clara...liarla...Y comenzó lo que se suponía para ellos sería otra liada, y el
ruido del golpear de los puños contra las vallas comenzó a sonar, sus
chillidos, alguna que otra bola de papel lanzada contra la policía...Pero
rápidamente, como surgida de la nada, voces y voces, voces de gente harta de
los mismos imbéciles que siempre la traman, trepidaron en contra de esos
sujetos y se armó la bulla. Decenas de personas se levantaron en dirección
hacía ellos con la intención de frenarles. Pero fue la actuación de aquellos seres
armados con las modernas armas del s.XX y s.XXI la que salvó la situación, y
rápidamente una treintena de fotógrafos se abalanzó contra los liantes mientras
los cánticos de "infiltrados, infiltrados,no más agresiones
policiales" agitaba a la muchedumbre, mientras que luchaban por salir en
medio de un circulo de flashes que los cegaban, y tan pronto querían huir hacía
Atocha, tan de pronto se veían sin saber como, ante su asombro, cegados, en las
puertas del Congreso, asediados, sin poder respirar entre cámaras y empujones.
"Clak,clak,clak,clak" por momentos solo se llegó a escuchar eso
proveniente de las cámaras, mientras la gente abucheaba sentada y con muchos
ánimos dado que ya había gestos que demostraban que aquello podría terminar
bien, que por fin se comenzaba a llegar hacía un mínimo consenso de mantener
aquello con presión pero con calma. Al final, y no se si atreverme a decir,
para gracia de los infiltrados, se les consiguió sacar y expulsar de las
inmediaciones de todo aquello. Y el pelotón de fotógrafos, sediento de
información les siguió unos metros, hasta que al final retomo a sus puestos
anteriores entorno a los manifestantes.
Durante la
tarde la cosa prosiguió salvo con algunos incidentes en los que el miedo a que
la policía volviera a cargar como ayer sucedió, y del miedo surgió cierta
confusión en cuanto a llamar de nuevo infiltrados a personas que no eran más
que chavalitos con ganas de meter algún que otro chillido, y que incluso
mostraron cierta chulesca madrileña, pero que prontamente fueron calmados y no
fueron expulsados. Lo más gracioso aún, y fue aquello que comenzó a dar señales
de más calma aún, fue el descojone de muchos policías que protegían el
Congreso, como si de alguna forma agradecieran o se mostraran incredulos ante
aquel espectáculo que sin duda les ahorraba el trabajo de salir y repartir.
Unos fumaban, otros reían, o simplemente los menos se daban alguna conversación
sobre sus vidas, cosas ajenas, pero que resultan de apreciar, dado que si todos
estaban calmados la cosa se haría como en Islandia, con firmeza pero
pacíficamente.
Tras la
llegada de la manifestación entorno a las nueve de la noche por parte de la
CGT, el número de asistentes aumentó.
Eran ya las
once de la noche cuando la esperanza vivida allí comenzó a diluirse, de nuevo
se entreveía lo que pasaría. ¡Veinte furgones de la policía cortando la salida
hacía Atocha, quince frente al Congreso, y una veintena entorno a Cibeles y la
salida hacía el Congreso! El miedo era ya latente en la gente, y muchxs
comenzaron a irse y aquello se comenzó a vaciar sin muchos problemas. El centro
de la plaza fue vaciado y los que aún resistían fueron desplazados lentamente.
La multitud que quedaba gritaba de impotencia, pero poco a poco les arrastraban
con intimidaciones por el Prado.
UN BESO QUE
PACÍFICO TEMPORALMENTE LOS ÁNIMOS
Dicen que si
no es la fe, es el amor, aquel germen, semilla nacida de la unión espiritual de
dos personas, y en este caso físicamente, lo que mueve las montañas, traspasa
fronteras habidas y por haber, y aún más increíble aún, llega al ser humano en
tiempos de codicia y cólera.
En el caso
al cual nos referimos fue el beso de una pareja, que frente a la policía y a
los manifestantes, en mitad de todo aquello decidieron besarse, olvidar lo que
pasaba, fundir sus esencias en una sola y soñar, soñar con un Madrid cuyas
llamas ardían y arden, apagado, libre de todo mal, solo amado. De nuevo,
fotógrafos y más fotógrafos aún, surgidos de la nada aparecieron a captar el
hecho, mientras la gente aplaudía. Un acto que sin duda ha quedado grabado como
una anectoda más de todo lo que ha sucedido y sucederá en Madrid, en una lucha
sin tregua por no un derecho, ni una cuestión de ideas, nada de eso, más bien
una esencia, única e intangible, La Libertad.
Parecía que
al final todo se calmaría y los que quedaban se irían...pero oro parece y plata
no es,¿que es?...tristeza, realidad social, pesimismo alejándonos de tanto
vocabulario.
LA OTRA CARA
DE LA MONEDA
Se oyeron
gritos y comenzaron los disparos de pelotas de gomas, la gente corría y corría
mientras en el Congreso ya estaban los coches de limpieza. Por todo Gran Vía, a
las doce de la noche se sucedieron cargas injustificadas contra personas que
simplemente, no iban como la mass media, de traje y de faldita. Redadas policiales
en los bares en busca de gente que había ido con todo el derecho del mundo a
protestar en el Congreso contra lo que había pasado el martes. Sin más
mediación les buscaban e incluso les aporreaban, habiendo en total una cifra de
tres detenidos. Algo que sin duda es mentira, dado que según testimonios de
unos chicos que iban hacía Atocha pero que al final tuvieron que tirar por
Tirso de Molina dado que la policía les seguía en coches, lo de Gran Vía
resultó ser una carga en toda regla con decenas de porrazos y gente que
transitaba por la zona tranquilamente, y que tan de pronto se vio casi
arrollada por disparos y chillidos de auxilio. Mostramos aquí dos ejemplos
brutales de ello. Uno es la foto de un porrazo en el abdomen, fuerte y marcado,
de triste visualización, y otro aún más preocupante, es el ubicado en el pecho
tirando hacía la garganta... Al final, todo volvió a la normalidad, al silencio
de los medios de comunicación que apenas relataron los hechos vividos en Gran
Vía, y poca cosa más.
CONCLUSIÓN SOBRE
ESTA JORNADA
Era evidente
que el dolor moral y físico de la locura acontecida el día anterior melló mucho
en los manifestantes y en toda la sociedad a nivel general, nadie quería
violencia, y se notó un clima de miedo, algo impropio en una supuesta
democracia, el de vivir con coacción en un país gobernado por fuma puros,
ladrones, y locos de la porra. Sin duda la importancia de los medios, de las
redes sociales, de los hastags, y los streaming ha sido enorme, sin ellos no se
hubiera podido demostrar a la sociedad como el 25s fue una jornada de violencia
promovida por gente ajena a la concentración, bien pagada o de ideas nefastas.
Gracias a ello por fin se ha visto una reacción conjunta, un consenso general
que ha permitido demostrar que pacíficamente se pueden al menos, cambiar una
parte de las cosas, como por ejemplo, mostrar mayor solidaridad y cooperación
entre personas que compartían humanidad, algo tan dificil de ver en estos
tiempos de materialismo moral. Una respuesta que sin duda, incita a pensar en
una New Hope.
Por todo
ello, el sábado 29s de nuevo al Congreso, a reivindicar nuestra dignidad como
seres humanos. Buenas noches.
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