HAY LUCHA DENTRO DE LA CLASE
DIRIGENTE GLOBAL
03.09.2012
Nakanune.ru
Artículos
de Opinión | Vladislav Zhukovskiy | 28-09-2012 |
A lo largo de los últimos
meses ha habido toda una serie de significativos cambios dentro del sistema
monetario-financiero internacional, que nos muestran la aparición de los
movimientos tectónicos en su base y el paulatino desgaste de los cimientos bajo
la pirámide de las obligaciones de la deuda de los EE.UU. y la emisión
ilimitada de la divisa “de reserva” clave. La primera señal de que se
recrudecía la lucha entre los diferentes grupos de la clase dirigente global
fue la rebaja del rating del crédito soberano de los EE.UU. por parte de la
agencia S&P, que fue seguida por un fuerte desajuste en los mercados
financieros, la caída en un 25% de los mercados de valores en los EE.UU., Unión
Europea, Japón y los países en vías de desarrollo, así como el importante
trasvase del capital especulativo en los papeles de deuda de los EE.UU., que ha
superado el límite de los 600 mil millones de dólares o el 3,8% del PIB.
¿La economía mundial se
encamina hacia la nueva fase de recesión?
Debido a una curiosa
coincidencia de las circunstancias, cabeza de la agencia de rating S&P
Divena Sharma, quien estampó su firma en la revisión a la baja del rating de
crédito de los EE.UU. (por primera vez en los últimos 80 años de la existencia
del rating), perdió su puesto, junto con todo su equipo, a lo largo de las dos
semanas siguientes al tan significativo hecho. Una reacción perfectamente
comprensible de la élite político-financiera norteamericana ante los intentos
de S&P (que junto con Moddy´s y Fitch pertenece y es controlada
mayoritariamente por los Rothschild a través de las compañías inversoras
Atticus Fund y Fimalac) de disolver la base del actual sistema
monetario-financiero internacional, basado en la pirámide de las deudas y la
posibilidad de redistribuir la riqueza y los activos globales a favor de la
oligarquía financiera de Wall Street a costa de la emisión incontrolada del
dólar.
El ministro de finanzas de
los Estados Unidos Timothy Geithner , quien en los 2003-2008 encabezó el Banco
de la Reserva Federal de Nueva York (la sucursal estructural clave del Fondo de
Reserva Federal, que posee prácticamente el 50% de todos los activos del Fondo
de Reserva Federal de los Estados Unidos), criticó duramente la actuación de
S&P y acusó a la agencia de falta de competencia y profesionalidad. A
continuación fue invitado a ocupar el cargo del presidente de la mayor agencia
de rating Douglas Peterson, top-manager de uno de los mayores bancos mundiales
Citibank, que, entre otras cosas, es accionista de SRF y el principal
beneficiario de la política de crédito financiero de la Reserva Federal que
consiste en el llenado de los mercados financieros a través de la emisión
incontrolada y la monetarización de la deuda.
A juzgar por todo, si algún
estado pone en duda el estatus del dólar como divisa de reserva, sufre
agresión político-militar y bombardeos (Iraq, Libia etc.) o sanciones y presión
(Irán, Malasia, Corea del Norte, Cuba etc.). Y si alguna agencia de rating
u otra estructura comercial plantea la cuestión de problemas de pago o del
estado de hecho previo a la bancarrota de los EE.UU., puede atraer la
agresión por parte de las élites norteamericanas.
También habría que señalar el
hecho de que el portavoz de la oligarquía financiera mundial Soros ha declarado
que oro vuelve a los mercados, el importante especulador Jim Rogers ha hecho el
llamamiento para comprar los activos de materias primas, oro en primer lugar,
la familia Oppehheimer ha vendido uno de sus activos clave – su participación
en el imperio de los diamantes De Beers, y los clanes de los Rothschild y los
Rockefeller han anunciado a propósito en público la fusión de sus activos
(aunque solo sea una pequeña parte de menos de 50 mil millones de dólares).
Todo ello nos dice que se
están reforzando los procesos de consolidación del gran capital transnacional
en su conjunto y del capital financiero internacional en particular en vísperas
de la caída de la economía mundial en una nueva fase de recesión. Parece
que se trata de una señal a los representantes del gran capital transnacional,
que junto con el establishment político de los EE.UU. y la UE representan la
clase dirigente global, de que al mundo le espera una crisis sin precedentes
por sus dimensiones, que no todos ni mucho menos podrán superar conservando sus
activos y su poder político intactos.
No es de sorprender que a lo
largo de los últimos años se está reforzando la tendencia hacia la
consolidación de los activos de la gran oligarquía financiera internacional y
del capital industrial, que lleva a su fusión. Donde mejor se observa este
hecho es en el ejemplo del traspaso a gran escala de los activos a todo tipo de
fondos y organizaciones “benéficas”, lo que permite escapar del control de los
reguladores financieros, ocultar la información sobre los dueños reales del
capital y, lo que es muy importante, permite evitar los impuestos a la hora de
transmitirlo por herencia. Como ejemplo. En los Estados Unidos, Gran Bretaña y
otros países desarrollados el porcentaje del impuesto sobre el crecimiento del
capital puede alcanzar 40-60%.
Fondos benéficos como los
paraísos fiscales legalizados para la oligarquía gobernante
Sería demasiado ingenuo
suponer que los dueños de los mayores bancos transnacionales, fondos de
inversión, corporaciones de materias primas, gigantes industriales y monopolios
informativos, que a lo largo de decenios e incluso centurias han aplastado a
la competencia con el fin de obtener la ganancia monopolista, que han estado
parasitando sobre los encargos estatales y han aumentado sus capitales
desencadenando y financiando guerras y revoluciones, de repente se van a
preocupar por el destino de la humanidad.
En cualquier caso, la
situación económico-social en el mundo sigue empeorando: más del 50% de la
población del planeta vive con menos de 2 dólares al día, cerca de 60% no
reciben la norma mínima de alimento y agua, la polarización social sigue creciendo,
y los representantes de la clase dirigente se siguen enriqueciendo.
El rellenado a través de la
emisión de los mercados financieros en 2009-11 con 4-6 trillones de dólares ya
ha provocado el inflado de las burbujas en los mercados financieros y ha salvado
a la oligarquía financiera gobernante a costa del encarecimiento de los
alimentos, petróleo, gas, metales industriales, electricidad, vivienda y la
caída del nivel de vida de la absoluta mayoría de la población del planeta.
Recordemos, que precisamente las crisis alimentarias de los años 2008 y 2010,
multiplicados por el inflado a través de la emisión de los mercados
financieros, provocaron las “revueltas del hambre” en los 40 países de África,
América Latina y Asia, convirtiéndose en una buena excusa para los golpes
militares y guerras civiles en el Oriente Medio.
Recordemos, que el fundador
de la antaño mayor corporación del mundo Microsoft Bill Gates y uno de los
mayores especuladores financieros Warren Buffet unieron sus activos en el fondo
benéfico de Bill y Melinda Gates, lo que les permite mantener el control sobre
sus más estratégicos y rentables activos, obteniendo unas colosales ventajas
fiscales y preferencias, gracias al reparto de insignificantes (en comparación
con el volumen de los activos) sumas de dinero para los fines benéficos.
Como ejemplo, en la mayor en
los EE.UU. organización benéfica The Giving Pledge, creada por Gates y Buffet,
ya han entrado al unísono 57 multimillonarios, que tienen la intención de
traspasar más del 50% de sus activos bajo la administración del fondo.
Próximamente el fondo alcanzará los 600 mil millones de dólares, y en total en
el mundo hay unos 550-600 mil millones de dólares al recaudo de los paraísos
benéficos. El mismo Ingvard Kamprad, fundador y principal propietario de la
corporación IKEA, hace tiempo que traspasó sus activos al fondo Stichting
INGKA, que dirige 205 de las 235 sucursales de la compañía IKEA, valoradas en
40 mil millones de dólares.
Aparte de que los fondos
benéficos son los paraísos fiscales interiores legalizados y respetables
instrumentos para minimizar la carga fiscal, además representan un eficaz medio
para la fusión de los activos y la defensa de los intereses de grupo
comerciales de los ciudadanos más pudientes. A juzgar por todo, no es casual,
que en los últimos años va en aumento la “lucha” de los países desarrollados y
la organización FATF creada por ellos contra los ingresos ilegales, islas de
paraísos fiscales, activos criminales y la financiación del “terrorismo
internacional”, creado por los propios servicios secretos de los EE.UU. y UE
con el fin de remodelar el mundo y obtener una fuente extra de superingresos.
Ninguno de los fondos benéficos, muchos de los cuales ya poseen la mala fama de
las “estaciones de lavado” aparece en las “listas negras” de FATF.
La élite político-financiera
se da perfecta cuenta de que a lo largo de los últimos 30 años de emisión
incontrolada de las principales divisas “de reserva” en el mundo se ha formado
un colosal alero de dinero que no solamente pesa como una prensa sobre el
sistema monetario-financiero actual, sino que también es un factor del aumento
de la influencia político-militar y económica de los países que no controla la
élite occidental.
Posiblemente, la “ofensiva”
de turno contra los paraísos fiscales sea un elemento dentro del juego global
de lucha contra “los ingresos ilícitos” y la eliminación de la masa monetaria
sobrante. Aparte de debilitar a los competidores estratégicos (siguiendo el
ejemplo de Husein, Kaddafi, Saleh y Mubárak) y obtener el control sobre sus
activos financieros, esto permite deshacerse del alero del dinero sobrante, que
se encuentra dentro de la balanza de los competidores estratégicos, y crear la
base para seguir activando la máquina impresora y ensanchar el peso de la
deuda. Sin quemar las deudas ya existentes y la masa monetaria sobrante es
imposible poner de nuevo en marcha el mecanismo del crédito ampliado y la
imitación del crecimiento económico.
La clase dirigente global
lleva a cabo la segregación del gran capital entre los “propios” y los
“extraños”, declarando ilegales a aquellos que no están dispuestos a
colaborar con las élites occidentales e integrarse en la oligarquía
político-financiera internacional en papel de socio menor.
Por delante nos esperan importante
quema de las deudas a través de la inflación, la desvalorización de los
beneficios y la caída del nivel de vida
La impresión es que los representantes
del gran capital financiero están juntando sus activos, dándose perfecta
cuenta de que la economía mundial está al borde de un derrumbe sin precedentes,
que tendrá como consecuencia que la mayor parte de los ahorros e ingresos no
solamente de los ciudadanos de a pie, sino también de los grandes financieros e
industriales simplemente perderá el valor y se quemará dentro de la poderosa
espiral de la inflación. En las condiciones de la crisis no solamente cae el
nivel de vida de los simples ciudadanos, sino que se reducen considerablemente
las dimensiones de la economía y de los mercados financieros, lo que
inevitablemente disminuye el tamaño de la “tarta” y de aquellas élites que
puedan acceder a ella.
En estas circunstancias la
situación de la mayoría de los oligarcas rusos, que a juzgar por todo, no son
más que eslabones de tránsito intermedios dentro de la larga y compleja cadena
de los verdaderos dueños de los sectores estratégicos de la economía rusa,
aparece como bastante triste. Tal y como nos ha demostrado la situación de la
crisis de los años 2008-2009, no les dejan pasar más allá de la antesala de la
oligarquía mundial – lograron conservar el control formal sobre sus empresas
exclusivamente gracias a la ayuda financiera extraordinaria por parte del
estado, que no podía permitir el paso por las deudas de Rusal, Níquel de
Norilsk, Gazprom y otros gigantes de materias primas e infraestructuras a manos
de los acreedores extranjeros y las corporaciones multinacionales.
En este sentido la reciente
fusión de la parte visible de los activos de los Rothschild y Rockefeller junto
con el éxodo masivo de la oligarquía financiera de Wall Street e industriales a
los fondos “benéficos” y la consolidación de los activos representan una
inequívoca señal de que la economía mundial y el sistema monetario-financiero
internacional están al borde del abismo. De la futura e inevitable crisis el
mundo saldrá muy cambiado – las fases de la caída en la deflación y el
crecimiento vía emisión se sucederán hasta que no sea eliminada la causa última
de la actual recesión global, debida a que la demanda conjunta (el consumo) supera
prácticamente el doble a los ingresos reales.
Y eso sin hablar de la
podredumbre de los monopolios globales (que frenan el progreso
científico-técnico persiguiendo sus propios intereses comerciales), el abuso
del capital especulativo global (que condena la población a la pobreza a costa
de inflar las burbujas en los mercados de mercancías-materias primas y de
divisas para redistribuir los activos durante los ciclos del inflado de los
mercados mediante la emisión y el desinflado con la deflación), el aumento
imparable de la diferenciación de la población en función de los ingresos, el
salto a la pobreza, la desaparición de la clase media y la enorme degradación
moral e intelectual de la población.
El nivel del consumo en los
EE.UU. y la UE (es decir el nivel de vida) tendrá que caer en un 40-50%,
teniendo en cuenta además que la polarización social por ingresos ha aumentado
considerablemente a lo largo de los últimos 30 años de vida a crédito, la caída
del nivel de vida de las capas pobres de la población superará el 50-80%. Es
evidente que desde el punto de vista político tal situación será inaceptable y
exigirá la transformación de todo el sistema político-económico de los países
de Occidente. No se puede excluir, que a lo largo de este derrumbe, tal y como
ya había ocurrido en la historia (en Alemania a finales de los años 1920, en
Europa Oriental a mediados de los años 1930), al poder accederán regímenes
fascistas odiosos.
Cómo se comportan las élites
globales
Ante nuestros propios ojos en
el mundo sigue creciendo la lucha entre dos grandes e influyentes centros de la
toma de decisiones. Por un lado, por lo que podemos juzgar, están los
partidarios de conservar para el dólar el estatus de la divisa de reserva clave
(y todas las preferencias derivadas para los EE.UU.), y para el Sistema de
Reserva Federal de los EE.UU. y la oligarquía financiera de Wall Street el
papel del centro emisor clave. Por otro lado, fuera de los EE.UU. (en UE, Asia,
Gran Bretaña) crece la oposición a los Estados Unidos, que defiende la idea de
quitarle a la Reserva Federal norteamericana el estatus del “banco central de
los bancos centrales” a costa de crear zonas de uniones de divisas, donde el
dólar americano pasará de ser la divisa de reserva clave a ser una divisa de
reserva más.
En otras palabras, habría que
darle la razón a Mikhail Khazin de que en actualidad hay lucha entre los
partidarios de conservar el estatus-quo del SRF (los emisionistas) y los
partidarios de quitarle a los EE.UU. el derecho de monopolio sobre la emisión de
la principal divisa de reserva y la creación de las uniones de divisas (los
cambistas), en cuyo marco circularán las divisas de reserva propias regionales.
Nada impide mantener la interacción entre estas zonas autónomas de divisas en
la esfera de los servicios a los pagos-balances a través de clearing y
compensación con ayuda de oro.
Posiblemente, dentro de los
planes de este grupo de representantes de la clase dirigente global
(estrechamente vinculado a los círculos bancarios del Viejo Mundo – los Rothschild,
Baruh, Warburg etc.), que sacarán sus superdividendos a través de las
operaciones de cambio de divisas, entre otras cosas entra el devolverle al oro
total o parcialmente la función del dinero (como medio de pago, circulación y
medida de precio (remonetarización del oro)) y su uso dentro del marco de las
operaciones de compensación y clearing.
Técnicamente es posible: para
alcanzar el saldo de las operaciones económicas externas con ayuda de oro no es
necesario que su volumen sea comparable con las proporciones del comercio
exterior y el movimiento transfronterizo del capital. Dentro del maro de las
operaciones de clearing y mutua compensación de las exigencias su necesidad
disminuirá por decenas y gracias a su revalorización y el aumento del precio del
oro a 10-12 mil dólares este problema quedará resuelto.
Pero es fácil de prever que
la oligarquía financiera de Wall Street, cuya participación en los dividendos
de la economía estadounidense ha aumentado de 4% en 1947 a 45% en 2008 (en
porcentajes anuales los beneficios del sector financiero de los EE.UU. supera
los 850 mil millones de dólares, que representan pura pérdida para todos los
demás sectores de la economía) bajo ningún concepto querrá perder su estatus de
fuerza económica y política clave.
Siendo en realidad, el
fundamento de todo el modelo del capitalismo financiero mundial y el principal
beneficiario del inflado de los mercados financieros mediante la emisión y de
la esclavización de los pueblos y los países mediante el yugo de la deuda, la oligarquía
financiera de los EE.UU. para salvar su posición podría empujar a la economía
mundial a un pozo de deflación sin precedentes mediante la congelación de las
transacciones financieras, el aumento del precio de los recursos de crédito,
reducción del crédito y la provocación del fuerte déficit de los recursos
monetarios (como ya había ocurrido en el otoño de 2008 y en los años
1929-1931). En otras palabras, la oligarquía financiera de Wall Street que
manda en la economía mundial, que controla la emisión de la “divisa de reserva”
clave y parasita sobre la adquisición gratuita de los activos reales
(mercancías, materias primas, metales preciosos, maquinaria y equipos,
servicios etc.) a cambios de los dólares - emitidos incontroladamente y no
asegurados por nada salvo los compromisos de pago, no se va a rendir sin
luchar.
Traducción directa del ruso
de Arturo Marián Llanos
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