Vicenç Navarro | Catedrático de Políticas Públicas
de la Universidad Pompeu Fabra
nuevatribuna.es
| 13 Septiembre 2013 - 18:51 h.
Hoy, la
religión dominante que rige el quehacer de la mayoría de gobiernos a los dos
lados del Atlántico Norte no es la religión cristiana, sino un sistema de
creencias que tiene su propia ideología y narrativa, con popes y sacerdotes,
altamente promovidas en los medios, que en gran manera están financiados o son
altamente dependientes de una fuerza no divina, sino humana, centrado en el
grupo de presión político y mediático más importante del mundo occidental: el
capital financiero, en el cual la banca juega el papel central.
Y utilizo la
expresión “religión” (sin ánimo de ofender o insultar a la feligresía de tal
creencia), puesto que las bases en las que se fundamentan esas creencias son
dogmas, que se sostienen a base de fe y no de evidencia científica.
Constantemente, en los programas de economía patrocinados en los mayores medios
de información (véase el programa E-Konomía, de La Vanguardia o los programas
económicos de Catalunya Ràdio o TV3) se presentan posturas claramente
ideológicas como si fueran científicas (pertenecientes a las “ciencias
económicas”), cuando toda la evidencia existente muestra la falsedad y/o error
de tales creencias. Y a base de repetirse día tras día, se convierten en dogmas
generales incorporados en la cultura general.
Encontramos
múltiples ejemplos de estos dogmas. Uno de ellos es la necesidad de reducir el
déficit público, pues de no reducirlo se incrementará la deuda pública, lo cual
creará un problema grave, pues cuando la deuda alcance altos niveles (algunos
gurús de la Harvard University dijeron 90% del PIB) los países tendrán enormes
dificultades en conseguir prestado dinero. Se asume así que los Estados no
podrán pagar esta deuda pública y perderán la confianza de los mercados
financieros, con lo cual ser será muy difícil conseguir dinero prestado,
forzándoles a tener que pagar intereses altísimos en sus bonos públicos para
poder venderlos. Y se cita a España como un ejemplo de ello. Hasta aquí el
dogma neoliberal.
Veamos ahora
la evidencia que avala o falsifica tal dogma. Y hay un caso clarísimo de que
este dogma no es creíble. Me estoy refiriendo al Japón, cuyo gobierno estuvo
también imbuido de tal dogma por muchos años, hasta que un gobierno
(conservador, por cierto), decidió romper con ese dogma y tomó decisiones
contrarias a la sabiduría convencional que reproduce la Troika en la Unión
Europea (es decir, el Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y el Banco
Central Europeo). Decidió, pues, aumentar el gasto público de una manera muy,
pero que muy acentuada, disparándose el déficit público hasta alcanzar una
cifra equivalente al 10% de su PIB, permitiendo que su deuda pública alcanzara
el nivel de 245% del PIB. Consecuencia de ello es que la economía, que había
estado prácticamente paralizada desde hacía mucho tiempo (estancada como
resultado de las políticas neoliberales) creció rápidamente, creciendo un 3,6%
sólo ya en el primer trimestre de este año.
Y lo que es
incluso más importante es que tanto el desempleo como el porcentaje de la
población ocupada han mejorado también de una manera muy notable. La tasa de
ocupación ha aumentado un 0,6% por año, seis veces más que en EEUU (en términos
estadounidenses ello hubiera implicado 1.3 millones más de puestos de trabajo
en seis meses) y casi doce veces superior al promedio de los países de la
Eurozona, donde esta tasa ha estado disminuyendo de una manera más que
alarmante.
Según el
dogma neoliberal, estas políticas expansivas deberían haber tenido un impacto
desastroso en dos frentes. Según este dogma, la deuda creada del 245% del PIB
debería implicar que la desconfianza de los mercados financieros sobre la
posibilidad de que el Estado japonés pagara la deuda fuera enorme, forzándoles
a pagar unos intereses de su deuda pública elevadísimos. Pues bien, los datos
señalan lo contrario. Los intereses de los bonos públicos (a largo plazo, 10
años) del Estado japonés son de los más bajos del mundo (0,8%). El pago del
Estado en intereses de la deuda pública representa solo un 0,9% del PIB,
también uno de los más bajos del mundo. Varias son las causas de esta
situación, pero una de gran importancia es que Japón tiene un Banco Central
(que no tienen ni España, ni la Unión Europea ni la Eurozona) que está
dispuesto a imprimir dinero y con ello comprar tantos bonos públicos del Estado
como sea necesario (cosa que el BCE no hace).
Y ahí está
una de las mayores causas de que los países periféricos de la Eurozona tengan
unos intereses escandalosamente altos en sus bonos públicos. Sus Estados no
están protegidos frente a la especulación de los mercados financieros, con lo
cual, la banca les fuerza a pagar unos intereses altísimos que reducen
considerablemente sus recursos (causa de los recortes de gasto público social).
Y este diseño del BCE no se debe a la incompetencia, sino a una política
neoliberal diseñada para debilitar a los Estados y cargarse sus Estados del
Bienestar. Si usted, al leer estas notas, se cree que cuando yo hablo de
“diseño” por parte del capital financiero (en su desarrollo de la estructura
financiera de la Eurozona) es síntoma de paranoia (como algunos críticos me han
insultado), le aconsejo que se lea, no la historia oficial de la UE, sino los
documentos que se están publicando sobre como se construyó el BCE (ver mi blog
www.vnavarro.org, sección Economía política), y espero que pierda su
ingenuidad. Es importante por su bien y el de su país que la pierda tan pronto
como sea posible.
Una última
observación. Otro dogma que se está mostrando por lo que es, es el de que la
impresión de dinero por el Banco Central creará inflación. Pues bien, el Banco
Central japonés ha impreso millones y millones de yenes y la inflación continúa
siendo muy baja, demasiado baja según este Banco Central, de manera que está
imprimiendo más y más dinero hasta que la inflación suba a un 2%, lo cual iría
bien, pues podría facilitar así la reducción de la deuda pública.
Termino,
pues, así, no sin agradecer antes a mi amigo Dean Baker (director del Center
for Economic and Policy Research, de Washington DC) por su excelente artículo
“United States Trails Basket Case Japan: But Deficit is Down”, publicado en su
blog, y del cual obtengo todos los datos presentados en este artículo.
Fuente: http://www.nuevatribuna.es/
No hay comentarios:
Publicar un comentario