lunes, 20 de mayo de 2013

GRECIA Y EL GIRO DE SYRIZA



Artículos de Opinión | Thanasis Kampagiannis * | 19-05-2013 |
La extrema izquierda dentro de Syriza participó en las elecciones de 2012 después del reto más importante que afrontó el liderazgo de Synaspismos (organización mayoritaria en Syriza) y que había sufrido la mayor derrota.
En el último congreso de Syriza, la dirección de la formación empujó al partido entero hacia una dirección más moderada: el énfasis se ponía ahora en la renegociación de los préstamos con la UE y el FMI por un gobierno de “salvación nacional” que no tomaría decisiones “unilaterales” radicales. La facción de izquierdas se presentó en el congreso como Plataforma de Izquierda (KOE) y ganó el 25%, menos que los votos que tiene Corriente de Izquierda dentro de Synaspismos. Se acepta ahora que la izquierda dentro de Syriza tiene poca influencia en su trayectoria política.
La principal tarea del partido es ahora demostrar la “capacidad para gobernar”, una estrategia que es la que motiva los viajes de Tsipras a Latinoamérica para encontrarse con Lula (ex presidente de Brasil) y Kirchner (de Argentina), y sus reuniones con el ministro alemán de finanzas Wolfgang Schäuble y, más recientemente, su viaje a EEUU para cortejar al FMI y los think tanks liberales. Tsipras ha sorprendido incluso a los militantes más fieles, pronunciando un discurso para elogiar al político más conservador de Grecia, Konstantinos Karamanlis, fundador del conservador y neoliberal partido Nueva Democracia, por su “moderación”. Esta estrategia “hegemónica” supuestamente hará caer votos tanto de la izquierda como de la derecha. Si la izquierda dentro de Syriza no es capaz de determinar su trayectoria ahora que el partido está en la oposición, ¿cómo será la situación cuando el partido esté en el gobierno bajo la gran presión del estado, la legalidad burguesa y la clase dirigente?
El euro, el punto clave
Para las personas activistas de izquierda que observen este desarrollo, la cuestión es: ¿Esto tiene que necesariamente pasar siempre? ¿Está históricamente determinado que cuando un partido de izquierdas llegue al poder se deshaga automáticamente de su radicalismo? La respuesta a esto no se encuentra en la teoria de la Ley de hierro de la oligarquía de Robert Michels, sino en la cuestión política de la estrategia. Es decir, la manera en que una cuestión se plantea en una coyuntura particular. Aquí la cuestión del euro es clave.
La línea pro euro de la dirección de Syriza ha sido una palanca usada por la clase dirigente para domesticar el radicalismo de los movimientos sociales en Grecia y moderarlos. El debate en torno al euro no ha sido un entretenimiento propuesto por la izquierda revolucionaria para justificar rechazar la propuesta de Syriza. Ni la línea pro euro de Syriza ha sido una mera decisión táctica de su dirección, basada en una estimación del nivel actual de conciencia de la clase trabajadora.
En realidad, la defensa del euro ha sido un chantaje político e ideológico ejercido por la clase dirigente contra un movimiento que atacaba la deuda y la defensa de éste por empresarios y políticos. Aquí hay una cuestión que requiere una respuesta completa. La propia posición pro euro de Syriza es el resultado de su propia estrategia sostenida pro UE. Los viejos eurocomunistas creían que las instituciones de la UE eran algún tipo de internacionalismo progresista por encima de las naciones estados. Aceptar las limitaciones que el euro conlleva para tratar la crisis económica griega significa repetir los argumentos de los republicanos, la derecha de EEUU, para “recortar el déficit” y “el excedente del presupuesto” —y esto es a lo que están conduciendo los economistas de Syriza. Por otro lado, la izquierda anticapitalista de Antarsya está exponiendo un plan para cancelar la deuda y el memorándum, nacionalizar la banca y tomar el control de las inversiones. Todas estas demandas significan romper con el euro.
* Es miembro de la coalición anticapitalista griega ANTARSYA.

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