Paco Arenas
Domingo,7 de abril de 2013
La República ya no es una quimera,
un sueño inalcanzable, el deseo romántico de cuatro locos idealistas, la
República es una realidad posible, de nosotros depende, solo de nosotros.
Recuerdo
desde mí ya más que lejana adolescencia como soñaba con la república de la mano
de mi madre escuchando Radio España Independiente, como ya muerto el dictador,
compre con ilusión aquella bandera de la república en los almacenes España de
Valencia. Por entonces veíamos la República como un sueño
inalcanzable, como un deseo imposible de cumplir. Pero aun así
manteníamos el deseo el sueño vivo de ver ondear la bandera de la libertad en
los balcones de todas las instituciones.
El tiempo
pasó, aquel supuesto golpe de Estado, dio lugar a un supuesto héroe, al cual se
le atribuía un supuesto valor, unas supuestas virtudes y un espíritu
democrático que se está demostrando que estaba lejos de poseer. Pero que el
servilismo bacinesco de partidos políticos y medios de manipulación masiva
blindaban, protegían y evitaban de manera rastrera toda
discrepancia en nombre de una supuesta democracia, una presunta Constitución,
mil veces violada a capricho y que convertía a aquel presunto héroe del 23-F en
un monarca intocable al estilo de las monarquías más reaccionarias del mundo
musulmán o de Tailandia.
Las diversas
capas de pintura que se le daba a esa presunta “ejemplar transición a la
democracia” nos tenía callados, no era necesario ser un radical, ni mucho menos,
quienes hablábamos de la necesidad o el deseo de ver un día una República, como
forma lógica de gobierno, inmediatamente éramos tratados de extremistas,
rencorosos, anti sistemas o nostálgicos de “guerras civiles”, de nada servía
decir que sencillamente queríamos un sistema más democrático y lógico para
España.
Al final nos
resignamos, sabíamos que vivíamos en una presunta democracia, con una
corrupción que impregnaba todo, con un bipartidismo tan corrupto como servil e
inútil para avanzar hacia una democracia plena, un país donde todo era aparente
y nada real, la España va bien, era un señuelo, iba bien para la especulación y
latrocinio, para engordar cuentas en Suiza, para que políticos y Casa Real se
fuesen enriqueciendo a costa de los ciudadanos. La especulación y el
modelo de crecimiento basado en el ladrillo nos hicieron creer que éramos un
país avanzado, estábamos cayendo sin darnos cuenta en la trampa. Pronto
nos vimos pobres y desamparados. En muy poco tiempo vimos como todo se
paralizaba, se rompía el espejo y seis millones de españoles nos quedábamos sin
trabajo. A cuatrocientas mil familias los bancos con la complicidad de
los dos principales partidos monárquicos robaban impunemente sus casas.
Vemos como a las víctimas de ese terrorismo financiero les llaman terroristas,
como a esas mismas victimas les llaman radicales de izquierdas, acusándoles los
enemigos de la democracia de violentos en nombre de esa supuesta y falsa
democracia.
La mentira,
la falsedad de este apéndice de la dictadura franquista ha quedado al
descubierto, ya no somos cuatro soñadores quienes pensamos que nos han
estafado, que no vivíamos en democracia, que todo era, es una patraña.
Que nos engañaron y nos robaron por encima de nuestras posibilidades y ahora
con el dinero en Suiza pretenden que continuemos pagando con nuestra sangre
todo el latrocinio a que nos han sometido.
La caída de
régimen monarco/franquista parece eminente, pero no debemos confiarnos, no se
puede ni se debe vender la piel del oso, aunque este borracho de vodka, hasta
haberlo cazado. La abdicación del heredero de Franco, parece un hecho y
la única salida para salvar tan anacrónica institución, pero todos sabemos lo
fácil que resulta la manipulación masiva del pueblo, cambiar algo para que todo
siga igual, el poder intentara que todo siga bajo su control, con abdicación o
sin ella.
El futuro
será como los españoles queramos que sea, hasta ahora no ha sido así, solo en
apariencia. Depende de nosotros, de nuestra decisión y determinación para
ser lo que queramos, por muy difícil que sea, no es cuestión de convencer a los
convencidos de antemano, a mí nadie me tiene que convencer, ni a quienes llevan
muchos años en la brecha. Es a aquellos que dándose cuenta de la corrupción del
sistema deben dar pasos hacia adelante y no dejarse manipular por el carisma
oportunista del momento, tirar por la borda los perjuicios insertados por los
ideólogos del Régimen, medios de manipulación de masas controlados por los
guardianes del calabozo, del cual debemos romper las rejas de una vez por
todas. Para ello debemos ofrecer una alternativa seria y creíble, un frente
popular, una unión popular, un foro cívico o una plataforma ciudadana, el
nombre es lo de menos, lo importante es que sea de carácter amplio y heterogéneo,
que sepa canalizar la indignación popular ante la inmensa corrupción e
injusticia que lo impregna todo, de lo contrario, de nada servirá que nos
aplasten las cabezas, que nos roben las casas, que se lleven lo que nos roban a
Suiza…
La República
ya no es una quimera, un sueño inalcanzable, el deseo romántico de cuatro locos
idealistas, la República es una realidad posible, de nosotros depende, solo de
nosotros.
¡¡¡PODEMOS!!!
Imagen:Sol ardiente de junio (o Flaming June en inglés) es una obra pictórica de Lord Frederic Leighton, producida en 1895. Pintada al óleo en un marco de 47" x 47", es ampliamente considerada como la obra maestra de Leighton, mostrando su naturaleza clásica. Se cree que la mujer retratada alude a las figuras durmientes que los griegos a menudo pintaban y llamaban colectivamente como Venus.
Imagen:Sol ardiente de junio (o Flaming June en inglés) es una obra pictórica de Lord Frederic Leighton, producida en 1895. Pintada al óleo en un marco de 47" x 47", es ampliamente considerada como la obra maestra de Leighton, mostrando su naturaleza clásica. Se cree que la mujer retratada alude a las figuras durmientes que los griegos a menudo pintaban y llamaban colectivamente como Venus.
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