Ecologistas
en Acción afirma que este nuevo espacio protegido nace mutilado por los
intereses, ajenos a la conservación, impuestos por la Comunidad de Madrid y la
Junta de Castilla y León.
España |
Tercera Información | 22-03-2013 |
El resultado
es un parque nacional con una delimitación muy irregular y un enorme
estrechamiento que pone en riesgo la viabilidad del nuevo espacio. Se cae en el
absurdo de que que la zona periférica de protección tenga más valores naturales
que el propio parque nacional.
Resulta
paradójico que el parque nacional de la Sierra de Guadarrama no incluya las
fincas de mayor valor ambiental, tanto en Madrid como en Castilla y León. Los
montes de Valsaín (10.668 hectáreas), en Segovia, y el pinar de los Belgas y el
monte de La Cinta-Cabeza de Hierro, en la Comunidad de Madrid, han quedado
fuera por el empeño de ambos gobiernos autonómicos. Se da la circunstancia que
estos montes son colindantes a las estaciones de esquí de Navacerrada y
Valdesquí. Por ello en la zona de confluencia de montes y estaciones de esquí
se crea un enorme estrechamiento que pone en riesgo la viabilidad del espacio
protegido, dividiendo el parque nacional en una parte norte y otra sur.
La Comunidad
de Madrid se ha negado a incluir las 2.000 ha del pinar de los Belgas (monte
Cabeza de Hierro), en el municipio de Rascafría, a pesar de que alberga la
mayor colonia de buitre negro (Aegypius monachus) de la región y la segunda de
España, después de la existente en el parque nacional de Monfragüe. El buitre
negro es una especie catalogada en peligro de extinción. La única razón para
excluir esta finca es que se trata de una propiedad privada, aunque actualmente
atraviesa una situación económica muy difícil.
Tampoco se
incluye el monte de La Cinta-Cabeza de Hierro de 312 hectáreas, en la ladera
norte del monte Cabeza de Hierro, en el municipio de Rascafría. Se trata de un
monte público, incluido en el Catálogo de la Comunidad de Madrid y como valores
destacados hay que señalar la existencia de rodales y bosquetes de tejos (Taxus
baccata), algunos de ellos milenarios y catalogados como árboles singulares .
Igualmente es reseñable la presencia de sabina albar (Juniperus thurifera), en
un entorno muy diferente al habitual en otras zonas del centro de la Península
Ibérica, algunos ejemplares y bosquetes alcanza dimensiones considerables.
Por otra
parte, el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias
Cañete, ha sido incapaz, ni siquiera, de cumplir con el compromiso que adquirió
en julio de 2012, de incluir 3.000 hectáreas del monte de Valsaín. La oposición
de la Junta de Castilla y León ha bloqueado al ministro. Lo más que se ha
conseguido es la inclusión de 296 hectáreas, al oeste del puerto de los Cotos
que corresponde a parte de los cuarteles Vaquerizas Norte y Vaquerizas Sur.
Para
compensar este desequilibrio, el Partido Popular, en lugar de defender la
inclusión del monte, ha propuesto una solución muy discutible. Plantea que a
los montes de Valsaín, sin ser parque nacional, se le aplique el mismo régimen
pero exceptuando algunas limitaciones como el aprovechamiento selvícola. Es
decir, que se siga pudiendo cortar madera. A juicio de Ecologistas en Acción,
una solución extravagante y muy insuficiente.
En
definitiva, según Ecologistas en Acción, estamos ante un espacio protegido
donde la zona periférica de protección tendrá más valores naturales que el
propio parque nacional. Sin duda una situación ridícula que sólo responde a la
intromisión política en cuestiones ambientales y a la debilidad del ministerio
de Agricultura incapaz de anteponer los intereses generales de la conservación
de la naturaleza a los políticos y a los de la propiedad del suelo.
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