Artículos de
Opinión | por Nega (LCDM) | 29-03-2013 |
¿Qué
entendemos por leninismo hoy día?
Lo decía de
forma brillante Isaac Rosa en un artículo: ’el escrache es
violento, ilegal y a nadie le gustaría sufrirlo ¿Y qué?’ Ya era hora de que
alguien lo dijera. Es como discutir si la leche es blanca pero por lo visto en
estos tiempos tan convulsos pero interesantes es moneda de cambio discutir
obviedades hasta el absurdo. Afirmar que lo de González Pons fue sólo llamar a
su timbre es una falacia pero una falacia necesaria que se convierte en una
brillante estrategia que pone de manifiesto que la PAH está aprendiendo a
utilizar las armas del enemigo. Somos capaces de decir sin sonrojarnos que solo
llamamos a su timbre de la misma forma que ellos afirman sin pudor que vivimos
en un estado de derecho. Ada Colau representa como nadie ese liderazgo
colectivo (¿vanguardia tal vez?) tan necesario. La criminalización por parte de
la oligarquía mediática estaba servida y se preveía completamente inevitable y
con toda la artillería, el problema es que desde la extrema izquierda comunista
también se ataca a la PAH: reformistas, pacifistas, lo que hay que hacer es
quemar bancos, etc. Como de costumbre hilarantes discursos incendiarios
alejados de la realidad social que nunca salen de cuatro bravatas en Facebook o
Twitter. Como de costumbre resulta muy fácil adelantar por la izquierda
discursivamente cuando se está alejado por completo de cualquier tipo de praxis
social.
La PAH
propone scraches y los hace. Tú propones quemar bancos pero no lo haces. ¿Quién
es el consecuente? La cuestión es ¿por qué no lo haces? Porque en tu fuero
interno sabes como el resto de mortales que te quedarías solo. Y como te quedarías
solo irías a la cárcel y no quieres ir a la cárcel es lógico, yo tampoco.
¿Miento? Pues insisto ¿por qué no lo haces? Se llaman condiciones subjetivas y
son tan viejas como el marxismo. Predicar todo el mundo puede, desde curas a
tertulianos del régimen, dar ejemplo está a la altura de muy pocos. No pidas a
los demás lo que tú no te atreves a hacer, es la mayor de las cobardías y una
bajeza moral que te acerca más al clásico burgués «haz lo que yo diga no lo que
yo haga» que a posiciones revolucionarias. Puedes sugerir, debatir y apuntar
que estaría bien buscar otros métodos más directos, de hecho algunos, sea con
canciones, con artículos o en las redes sociales incitamos a dar ese paso
adelante. Pero en ningún caso puedes ni exigir ni insultar. Para vencer,
primero hay que convencer. Los que vencen sin convencer son los fascistas ya lo
dijo Unamuno.
Así que si
la PAH te parece una puta mierda pacifista ya sabes, te vienes a una mani, a un
desahucio o a una asamblea a ver a cuántos convences, la gente te escuchará.
También puedes empezar a quemar bancos. La encuentro una opción muy respetable
y por mi parte no iba a condenar nunca ese tipo de acciones, la violencia
contra objetos nunca puede equipararse a la violencia estructural que sufren
millones de personas en un país con una tasa de miseria del 26%, un paro
juvenil del 60% o el medio millón de familias en las que no entra ningún tipo
de ingreso.
Lo dije en
un anterior artículo e insisto: la PAH ha conseguido lo que no consiguieron
decenas de partidos comunistas en décadas y no es otra cosa que hacer que las
masas cuestionen el pilar fundamental sobre el que se sostiene el sistema
capitalista: la propiedad privada. Y desde luego es un buen comienzo desde una
perspectiva comunista, siempre que no pienses claro está, que una mañana
soleada y al azar, las masas tomarán la Zarzuela enarbolando la bandera con la
hoz y el martillo recitando versos de Mayakovski. Hay gente que piensa que los
disturbios en Grecia brotaron por arte de magia una tarde y no, son hijos de un
largo proceso de movilizaciones que va agotando métodos y alternativas.
La función
de los comunistas es ir un paso por delante de las masas, no un millón de pasos
por delante. Si vas un millón de pasos por delante ni siquiera las escuchas y
notas su pulso y su sentir. Decía Marx que un revolucionario tiene que ser
capaz de escuchar crecer la hierba. Hay gente que no sabe escuchar, monologa
hasta el infinito y sólo se escucha a sí misma. Si Lenin viviera hoy día,
estaría infiltrando a comunistas dentro de la PAH como si estuviera loco pero
como no entienden a Lenin (aunque lo citen cada dos por tres) patalean de
impotencia y piensan que la revolución vendrá por combustión espontánea. Si en
algún frente deben estar los comunistas en este país es en la PAH, no
insultándola. Gente como Pau de At Versaris o Rafa Mayoral entienden a Lenin:
son comunistas. Otros entienden la revolución como un advenimiento inevitable,
como un dogma, como los cristianos evangelistas entienden el regreso de Jesús.
Pura metafísica. Y que midan sus palabras esos que tachan alegremente a la PAH
de diabólicos reformistas a sueldo de la más vil socialdemocracia ya que es la
propia Ada Colau quien nos recuerda que la ILP no es más que un programa de
mínimos. Por otra parte que se den un paseo por algún escrache o asamblea y
vean de primera mano quién participa y organiza de forma directa: en muchos
casos comunistas consecuentes. Decía Lenin que la fuerza del partido viene de
una combinación y concatenación de actividades legales e ilegales, algunos
(supuestos) comunistas están tan ciegos que no ven que eso mismo es lo que está
haciendo la PAH. Ser leninista hoy es estar en la PAH, no despotricar desde las
redes sociales con el comusnímetro de la pureza en una la mano y un ejemplar de
El estado y la revolución en la otra, deja de leerlo tú y vente a algún
escrache a compartirlo.
Adelante
PAH. Adelante pueblo. Abajo el régimen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario