Celebraban la memoria de Waffen-SS letonas
Miércoles,
20 de marzo de 2013
Entre
temor e indignación ha causado el desfile organizado por antiguos legionarios
letones de las SS en las calles de Riga, Letonia, país báltico
que estuvo integrado en la ex Unión Soviética. Viejos nazis pertrechados
de condecoraciones e insignias que les concedió el Tercer Reich
marcharon a través de las principales principales de la capital letona
entonando antiguas canciones nazis.
Los ancianos ultraderechistas iban acompañados por más de 1.500 manifestantes. Habían sido convocados para celebrar la memoria de la actuación de las Divisiones hitlerianas de la SS durante la Segunda Guerra Mundial en ese país báltico.
UNA HISTORIA CORTA PERO IMPLACABLE
Las legiones de la SS tuvieron una actuación implacable con los judios y sus opositores comunistas durante la última conflagración mundial. Las Waffen-SS letonas fueron creadas en 1943. En sus filas estuvieron integrados unos 150.000 autóctonos que no dudaron en enrolarse voluntariamente en este cuerpo paramilitar y represivo cuando las tropas hitlerianas ocuparon esa parte de la Unión Soviética.
En su haber cuenta la liquidación casi total de la población judía del país. En la actualidad, los viejos miembros de aquella formación nazi arguyen que ellos luchaban "contra la ocupación de la URSS". “Ahora los judíos -dicen - claman sobre el Holocausto, pero entre 1940-41 ellos trabajaron para los bolcheviques y asesinaron a muchos”, manifestaron algunos de los participantes de la marcha preguntados por los periodistas
Los viejos nazis exhibieron durante la marcha lemas, banderas y símbolos nacional socialistas. E iban acompañados por un gran número de jóvenes que formaban lo que ellos llaman las “escuadras de protección”.
Glyn Ford, un destacado miembro del Partido laborista británico manifestó “que el Gobierno letón consienta este tipo de actividades suscita preocupaciones. Claramente hay libertad de expresión, pero no hace falta ser más permisible con esto. Si acusan a las autoridades de respaldar estas demostraciones, entonces creo que la UE tiene derecho de intromisión"
Por su parte el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia condenó el acontecimiento, calificándolo de "una repugnante tentativa de someter la historia a revisión".
Aunque el Ejecutivo de Riga ha pretendido distanciarse del bochornoso evento, las autoridades letonas han sido frecuentemente acusadas de mantener un doble rasero. Y es que el primer ministro letón manifestó no hace mucho "que le parecía irracional pensar que los legionarios de la SS fueran criminales", llamando además a su pueblo a inclinar sus cabezas al paso de los legionarios nazis.
Sin embargo, no son pocos los sectores sociales del país que interpretan esta marcha como un insulto a la memoria de quienes lucharon y murieron en los campos de batalla contra el hitlerismo. Miembros del movimiento antifascista colocaron en el recorrido de la marcha fascista fotos de los prisioneros de los campos de concentración alemanes.
Desgraciadamente Letonia no es un caso único en el contexto europeo donde la retórica de la extrema derecha se está abriendo paso. El ultranacionalismo fascista se escucha ya con plena nitidez en un continente duramente azotado por la crisis financiera provocada por el sistema económico capitalista.
El laborista británico Glyn Ford señaló que en Europa estamos teniendo "dos tipos de grupos: fascistas de ultraderecha que se sienten orgullosos de ser veteranos de la SS y fascistas moderados como Jean-Marie Le Pen en Francia, que tienen el mismo carácter pero que suavizan su faceta para no repeler a los votantes, pero en los esencial son igualmente peligrosos"
Los ancianos ultraderechistas iban acompañados por más de 1.500 manifestantes. Habían sido convocados para celebrar la memoria de la actuación de las Divisiones hitlerianas de la SS durante la Segunda Guerra Mundial en ese país báltico.
UNA HISTORIA CORTA PERO IMPLACABLE
Las legiones de la SS tuvieron una actuación implacable con los judios y sus opositores comunistas durante la última conflagración mundial. Las Waffen-SS letonas fueron creadas en 1943. En sus filas estuvieron integrados unos 150.000 autóctonos que no dudaron en enrolarse voluntariamente en este cuerpo paramilitar y represivo cuando las tropas hitlerianas ocuparon esa parte de la Unión Soviética.
En su haber cuenta la liquidación casi total de la población judía del país. En la actualidad, los viejos miembros de aquella formación nazi arguyen que ellos luchaban "contra la ocupación de la URSS". “Ahora los judíos -dicen - claman sobre el Holocausto, pero entre 1940-41 ellos trabajaron para los bolcheviques y asesinaron a muchos”, manifestaron algunos de los participantes de la marcha preguntados por los periodistas
Los viejos nazis exhibieron durante la marcha lemas, banderas y símbolos nacional socialistas. E iban acompañados por un gran número de jóvenes que formaban lo que ellos llaman las “escuadras de protección”.
Glyn Ford, un destacado miembro del Partido laborista británico manifestó “que el Gobierno letón consienta este tipo de actividades suscita preocupaciones. Claramente hay libertad de expresión, pero no hace falta ser más permisible con esto. Si acusan a las autoridades de respaldar estas demostraciones, entonces creo que la UE tiene derecho de intromisión"
Por su parte el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia condenó el acontecimiento, calificándolo de "una repugnante tentativa de someter la historia a revisión".
Aunque el Ejecutivo de Riga ha pretendido distanciarse del bochornoso evento, las autoridades letonas han sido frecuentemente acusadas de mantener un doble rasero. Y es que el primer ministro letón manifestó no hace mucho "que le parecía irracional pensar que los legionarios de la SS fueran criminales", llamando además a su pueblo a inclinar sus cabezas al paso de los legionarios nazis.
Sin embargo, no son pocos los sectores sociales del país que interpretan esta marcha como un insulto a la memoria de quienes lucharon y murieron en los campos de batalla contra el hitlerismo. Miembros del movimiento antifascista colocaron en el recorrido de la marcha fascista fotos de los prisioneros de los campos de concentración alemanes.
Desgraciadamente Letonia no es un caso único en el contexto europeo donde la retórica de la extrema derecha se está abriendo paso. El ultranacionalismo fascista se escucha ya con plena nitidez en un continente duramente azotado por la crisis financiera provocada por el sistema económico capitalista.
El laborista británico Glyn Ford señaló que en Europa estamos teniendo "dos tipos de grupos: fascistas de ultraderecha que se sienten orgullosos de ser veteranos de la SS y fascistas moderados como Jean-Marie Le Pen en Francia, que tienen el mismo carácter pero que suavizan su faceta para no repeler a los votantes, pero en los esencial son igualmente peligrosos"
Fuente: http://canarias-semanal.org/
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