Los ahorradores en el punto de mira de la gran Banca alemana
Miércoles,
27 de marzo de 2013
Por A.R.
Suárez - Canarias-semanal.org
La Comisión Europea admitió ayer martes que la nueva fórmula que
utilizará la Unión Europea para resolver las crisis bancarias
contemplará la posibilidad de obligar a los ahorradores que tengan
depositados más de €100.000 en los bancos en crisis a asumir las
pérdidas de la entidad, tal y como ha ocurrido recientemente en la intervención
de la UE en Chipre.
Con esta declaración se constata ahora que las
manifestaciones que Jeroen Dijsselbloem realizó al Financial Times
hace unos días, no sólo no eran, como se dijo, la particular opinión del
presidente del Eurogrupo, sino que tal y como se conoce ahora esas
medidas se venían preparando desde hacía muchos meses.
Las nuevas directivas, cuyos perfiles se están diseñando, prevén que en caso de
crisis de una entidad bancaria se obliga a los ahorradores de más de €100.000 a
asumir las pérdidas de las que hasta ahora estaban excluidos. La Comisión
Europea propone que tales ahorros sean utilizables para las quitas.
Aunque estas nuevas formas de rescate bancario se conocieron hace unos días por
las escandalosas declaraciones del holandesa Dijsselbloem, los
portavoces de la Comisión Europea dieron a conocer, ahora formalmente,
que se establecerá - dicen - un orden claro y predefinido de quienes deben de
ser los primeros en asumir las pérdidas
Los países del sur europeo, incluida Francia, han tratado de
retrasar la entrada en vigor de la nueva normativa para los "rescates".
Sin embargo, el núcleo duro de la Unión Europea, constituido
particularmente por Alemania y Holanda consiguierón imponer
sus tesis contra los depositantes, aprovechando la perspectiva de la
Unión Bancaria europea prevista para el año 2018.
INTRANQUILIDAD ENTRE LOS AHORRADORES ESPAÑOLES
Pese a que el norteamericano "Wall Street Journal" destacaba el pasado lunes que a diferencia de Chipre, en Madrid no ha habido pánico bancario, en el curso de las últimas horas al irse conociendo la confirmación de que la UE está preparando un nuevo protocolo para los "rescates", el desasosiego ha comenzado a cundir entre las clases medias españolas.
INTRANQUILIDAD ENTRE LOS AHORRADORES ESPAÑOLES
Pese a que el norteamericano "Wall Street Journal" destacaba el pasado lunes que a diferencia de Chipre, en Madrid no ha habido pánico bancario, en el curso de las últimas horas al irse conociendo la confirmación de que la UE está preparando un nuevo protocolo para los "rescates", el desasosiego ha comenzado a cundir entre las clases medias españolas.
El presidente Mariano Rajoy ha tratado de aplacar
estos repuntes de pánico que se han desencadenado en algunos
sectores de las llamadas "clases medias", integradas mayormente por
profesionales liberales, pequeños rentistas, comerciantes, jubilados con cierto
poder adquisitivo, y ejecutivos de medianas empresas. "Es un mensaje de
confianza - expresó el presidente ultraconservador- pero el
problema del sector bancario chipriota es distinto al de cualquier otro país de
la Unión Europea".
No obstante estas declaraciones que trataban de enfatizar la diferencia entre Chipre
y el resto de Europa, la intranquilidad entre los ahorradores
españoles no ha dejado de extenderse como si de una mancha de
aceite se tratara. "La gente está inquieta" nos contaba un
directivo de una entidad bancaria de la ciudad de Las Palmas. "Acuden
a las sucursales de los bancos a preguntarle a su director si su dinero está
seguro. Pero por mucho que trates de apaciguarlos no se confían. Con lo
sucedido con las preferentes ya no ven en el director del banco a alguien que
pueda proporcionarle seguridad en relación con el dinero que tienen depositado
allí", añadió decepcionado el ejecutivo bancario.
DE "EL
ECONOMISTA"
INTRANQUILIDAD
EN LOS AHORRADORES ALEMANES
El pánico no sólo ha empezado a apreciarse en los países del sur europeo, como España, Italia, Grecia, Portugal y en el norte, Irlanda, sino que en un sondeo de opinión publicado ayer martes por la revista alemana Stern y la cadena RTL, ponía de manifiesto que el 54% de los alemanes duda que sus depósitos bancarios estén a salvo, pese a las reiteradas promesas de la canciller Merkel en el sentido de que todos los ahorros bancarios en Alemania se encontraban a salvo. El sondeo en cuestión fue realizado entre el 18 y el 22 de marzo, fechas en la que estaba ejecutándose el "rescate" chipriota.
El pánico no sólo ha empezado a apreciarse en los países del sur europeo, como España, Italia, Grecia, Portugal y en el norte, Irlanda, sino que en un sondeo de opinión publicado ayer martes por la revista alemana Stern y la cadena RTL, ponía de manifiesto que el 54% de los alemanes duda que sus depósitos bancarios estén a salvo, pese a las reiteradas promesas de la canciller Merkel en el sentido de que todos los ahorros bancarios en Alemania se encontraban a salvo. El sondeo en cuestión fue realizado entre el 18 y el 22 de marzo, fechas en la que estaba ejecutándose el "rescate" chipriota.
La población germana es especialmente sensible a cualquier tipo de amenaza a
sus ahorros, ya que históricamente su país se ha visto sometido a las
fuertes convulsiones de su sistema financiero antes y después de la crisis del
1929, en las que muchos alemanes perdieron todos sus ahorros.
AHORA EL
OBJETIVO SON LAS CLASES MEDIAS
En una crónica fechada ayer de nuestro colaborador Máximo Relti,
se advertía que el objetivo de los grandes bancos alemanes se centra ahora en
que "sean los depositantes, es decir, los jubilados, los mayores
de 50 años, los sectores medios de la población, los profesionales, los
que terminen de pagar la factura que en su día empezaron a sufragar los
millones de asalariados..." Y proseguía: "Le ha tocado
el turno a la llamadas "clases medias" que hasta ahora
habían logrado esquivar los golpes más duros del tsunami de la
"crisis". Con el cinismo propio de los tecnócratas, Dijsselbloem
pretende enmascarar su discurso incluso con un mensaje reivindicativo:
"ahora los que más tienen serán los que más pagarán". Es una mentira
podrida. Los millones que menos tenían ya fueron esquilmados por la gran banca
teutona a través de sus gauleiters conservadores y socialdemócratas en los
países del sur europeo".
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