Artículos de Opinión | Víctor Sánchez | 23-09-2013 |
Elementos del discurso de Jean Luc Mélenchon en la fiesta
de la Humanité celebrada en París. Septiembre 2013, comentado por un jacobino empordanès.
Decía Mélénchon: Amigos y amigas, es hora de ponerse en frente
de los poderosos con toda claridad. Es hora de salir de los discursos ambiguos (¿no
es acaso la Vía Catalana el paradigma de la ambigüedad?)
Amigos y amigas, la
claridad implica afirmar hoy, con toda rotundidad, que Europa entera está
padeciendo un golpe de estado financiero. Para llevarlo a cabo, su primera
estrategia es fragmentar, dividir, enfrentar. El objetivo es desplazar más y
más dinero desde los bolsillos del trabajo a las bolsas del capital. Para llevarlo
a cabo nos insisten en que cada nación tiene su fundamento en una cultura, en
una religión, sí, tienen una visión religiosa de la nación, mientras llaman
nuestra atención en este sentido, ellos están preparando, sin que los pueblos
lo sepan, la armonización de dos grandes mercados. Es el gran mercado
transatlántico, la unión en un gran mercado de Europa y América del Norte. Esto
implica un cambio en la jerarquía de las leyes, es decir, en un libre mercado sin trabas, la norma
menos exigente va a prevalecer.El
golpe de estado necesita de una maniobra de distracción. (Hay una escena
central en la película JFK de Oliver Stone, se trata de cuando el funcionario
del Pentágono le explica al fiscal de Nueva Orleans cómo funciona un golpe de
estado. Lo fundamental es llamar la atención hacia un hecho escandaloso, pero
en realidad secundario. Del mismo modo que los que asesinaron a Kennedy
llamaron la atención de la gente sobre Oswald , hoy en día, en España, el golpe
de estado se está llevando a cabo aprovechando un enfrentamiento despótico o
absoluto: Barcelona – Madrid. En la pelicula de JFK, el funcionario del
Pentágono insiste sobre cuál es la verdadera pregunta que debe hacerse el
fiscal: ¿a quien beneficia el asesinato del presidente Kennedy? Del mismo modo,
hoy los responsables políticos de IU deberían preguntarse a quien beneficia el
asesinato de España. Cayo Lara propone cambiar la Constitución para poder votar
un referéndum en Catalunya no se sabe exactamente qué , mientras se está
produciendo una deconstrucción a nivel europeo que desplaza el lugar real de la
soberanía muy lejos de la Pça de Sant Jaume y alrededores. Por otra parte, los
militantes de IU debemos preguntarnos por qué los responsables de nuestra
organización en Europa no están llamando la atención del pueblo español sobre
los acontecimientos decisivos que se estan produciendo en estos momentos en
Europa que nuestros socios franceses del Front de Gauche sí que están
planteando con absoluta claridad)
La jerarquía de las normas va a ser cambiada, en un
mercado eurousamericano vendrán y os dirán a todos y todas, las normas vigentes
en vuestro país han sido todas rebajadas. (es Maastricht corregido y aumentado) Esto nos lleva a la pregunta fundamental: ¿quién manda? ¿sobre quién
recae la soberanía? Por otra parte, algunas de estas normas vienen de una
legislación europea que no habéis votado nunca (la legislación que
el Conseller Mas Cullell dice preferir: antes Bruselas que Madrid. O por otra
parte, toda la propaganda con que CiU va a bombardearnos sobre lo bien que
estarán las pensiones en la Catalunya del nuevo estado de la Vía y es por
supuesto un engaño populista que no tiene ninguna conexión con la realidad de
lo que está sucediendo en estos momentos en Europa y en el mundo).
El nuevo atraco contra la soberanía de los países
consiste en que los pueblos ya no podrán protestar contra estas normas europeas
que no han votado. Existe otro ejemplo de lo que está pasando sin que sea
advertido por la gente: las empresas, cuando tienen conflictos entre sí, los
resuelven delante de un tribunal de arbitraje que no está sometido a ninguna
legislación y que toma sus decisiones en función de: análisis de situaciones,
contexto, jurisprudencia... pero no en función de la legislación vigente en
ningún estado. En la inmensa mayoría de los casos, la decisión tiene que ver
con la correlación de fuerzas enfrentadas y no con la justicia. El tribunal de
arbitraje, pues, ha abolido la legislación actual en provecho de tal o cual
acuerdo. Ni siquiera el Parlamento francés ha podido oponerse, hasta ahora, a
que en el tratado que se está negociando para construir el mercado
transatlántico que los tribunales de arbitraje no existan.
Cuando un gobierno, digamos de izquierdas, llegue al
poder en un país y decida implementar políticas contrarias a las grandes
empresas: nucleares, etc. va a tener que pagar indemnizaciones millonarias a
estas empresas, no ya por expropiarlas, sino por los planes que pensaban llevar
a cabo en el futuro, como ya está pasando. Imaginad un pequeño país que tenga
que defender sus intereses frente a estas grandes fuerzas empresariales. Este
es, amigos y amigas, el golpe de estado que paso a paso va llevando a la
práctica la revolución neoliberal (por
supuesto que la Vía Catalana, consciente o no, es coadyuvante a la estrategia
de este golpe de estado en España, cuyo objetivo último es fragmentarnos y
reducirnos a la impotencia delante de las fuerzas del mercado. La misma Aguirre
ha aconsejado a Cataluña que vuelva a "marcarse como objetivo ser la autonomía
líder de España", y ha asegurado que "comprende" a los catalanes
indignados con "el sistema del café con leche para todos que no reconoce
la especificidad de Cataluña". En este sentido, ha llamado a "revisar
el Estado de las Autonomías a fondo, evitar los gastos inútiles y dar cabida a
las ambiciones legitimas".
¡Por supuesto! El ala
neoliberal del PP está en la maniobra: ¿al nuevo ente lo llamarán estado
confederado? ¡Qué más da! Precisamente por esto, el debate sobre “el dret a
decidir” está, hoy por hoy, completamente alejado de la realidad, la ofensiva
está teniendo lugar en otra parte que tenemos totalmente abandonada. Después de
lo dicho por Doña Esperanza, deberíamos preguntarnos si hay fuerzas dentro de
la derecha española y catalana que al ser conscientes de la jugada, mantienen
una posición ambigua, pero pueden pasar a la resistencia como pasó en Francia
en el 42 por patriotismo republicano)
Están provocando un cambio radical en el mundo en el que
las empresas transnacionales son soberanas, la ley no tiene ningún valor, las
naciones no existen. Es preciso, camaradas, que hagáis el esfuerzo de ir hasta
el fondo de este razonamiento. Debemos comprender todas sus implicaciones para
llegar a un punto que nos concierne a todos y todas: Cómo debemos pensar la
democracia en el futuro. Hay entre nosotros una gran desconfianza hacia el
nacionalismo y con razón, puesto que el nacionalismo es la guerra. La idea de
nación era al principio una idea de izquierdas, nacida en el siglo XIX en
Valmy, el pueblo gritaba ¡Viva la nación! Y no se referían ni a la lengua ni a
la religión sino a la soberanía popular.
(En Valmy, el ejército popular de masas, enfrentado a los profesionales que
servían a las tiranías monárquicas, vacilaba. La desbandada de la república se
hacía evidente. Entonces, el General Kellermann, alzando la bandera tricolor
lanzó esta arenga: ¡Ciudadanos! Hoy debemos luchar aquí por la nación. A esto
respondieron los zapateros, carpinteros, albañiles... convertidos a toda prisa
en soldados. ¿Por la nación? ¿Pero qué es la nación? Y Kellermann respondió:
¡La nación es: Libertad, Igualdad y Fraternidad! y el pueblo en armas se alzó
al grito de ¡Viva la nación!).
Jean Jaures dice: la cuestión se resume en quien decide,
quien ejerce la soberanía. La cuestión es la recuperación del poder por los
ciudadanos. El ciudadano es quien ejerce el poder. Debemos preguntarnos en qué
cuadro es posible esta recuperación y qué tipo de lucha necesita. Hay que
refundar Europa de la A a la Z. Europa es actualmente el lugar de la
confiscación de la soberanía popular y no el lugar donde se ejerce la soberanía. (Y que por lo tanto, la Vía Catalana debe
clarificar su posición al respecto. Y es obligación de la ciudadanía que esto
se lleve a cabo. El mismo Salvador Espriu lo decía en sus versos cívicos:
“Volgueu nets camins clars, tots vosaltres i jo, no tolereu enganys, ni
vosaltres ni jo”)
Este no es un mensaje antieuropeo. La tradición de la
izquierda es la construcción política de Europa para evitar la guerra, pero no
queremos que por medios pacíficos nos impongan ahora lo que antes intentaron
por medios militares. La expoliación de los pueblos para pagar tributo al
capital, que es exactamente lo que está pasando.
Estamos pagando
tributo al capitalismo, un capitalismo que ya no quiere poseer los medios de
producción, que quiere poseer las patentes y obligarnos a trabajar mientras
controla las pensiones, los hospitales, las escuelas, los créditos... y de esta
manera nos domina mejor, obligándonos a trabajar sin asumir ningún riesgo. Debemos
defender con uñas y dientes, por ejemplo, la denominación de origen de nuestros
productos agrícolas, sin los cuales no hay ni agricultura de calidad ni
soberanía alimentaria posible, ni protección del territorio. Pero no tomemos la refundación de Europa
ejemplo a ejemplo, tomemosla por el principio por el que se ejerce la
soberanía, y ¿cual es ese principio?: ¿Qué es la nación? Una única y sola cosa,
la comunidad legal. La ley. La misma para todos, votada por todos. Allí donde
existe una comunidad legal, existe una nación, allí donde no existe comunidad
legal, no existe la nación. Es un punto de vista filosófico y político
muy profundo, nuestro concepto de nación, la nación no es un color de piel, ni
un sexo ni una religión, ni incluso una lengua, camaradas, puesto que la lengua
francesa hoy la compartimos con otras naciones. Si en Valmy, los franceses
hablaban lenguas distintas, en el proceso de construcción de la nación
republicana se unificó la lengua para preservar la igualdad ante la ley y hoy hemos
ido más allá, la lengua francesa ya no nos pertenece, la compartimos con
veintinueve naciones. Lo que nos
define no es la lengua, es la comunidad en la ley, la ley que hemos votado
todos y que obedecemos todos. Si no votamos todos la misma ley, la ley es
ilegítima y entonces el pueblo se fractura. ¿Qué quieren los contra
revolucionarios? Quieren fraccionar la comunidad nacional, cortarla en pequeños
trozos, construir un derecho de geometría variable, para luego poder poner en
cada trozo un derecho social de geometría variable, para que los trabajadores
no sean pagados de la misma manera según la región, para no tener todos los
mismos derechos, para eso vendrán los grandes enteradillos ( léanse
las últimas declaraciones de Aguirre) para que nos digan: ah, pues en
nuestro país esto es distinto, porque en nuestro país somos diferentes, y
necesitamos condiciones particulares y en nombre de estas condiciones particulares van desarticulando el
derecho. He aquí lo que está previsto a medio y corto plazo en la legislaciones
que vienen. La unidad y la indivisibilidad de la república no significa la
caricatura que hacen de ella, como si todos los franceses tuvieran que marchar
al mismo paso. La unidad y la indivisibilidad de la república significa la
unidad y la indivisibilidad de la ley, la misma para todos. (Acaso en la
España autonómica, la escuela, la sanidad...: ¿la ley es igual para todos?) ¿Qué queremos nosotros? Que la ley sea
también la misma para todos en toda Europa, para todas las competencias
nacionales que deleguemos en Europa. Por eso, la refundación de Europa pasa por
la armonización fiscal, por la armonización social. (Todo lo contrario
de lo que pretenden los mensajes de CiU sobre las futuras pensiones de los
catalanes y sobre la futura mejora de las condiciones de vida a costa de
desarmonizar las condiciones de vida del resto de españoles. Quizás esta mejora
sucediera en un primer momento, pero después veríamos a las empresas del Baix
Llobregat deslocalizarse para ir a Zaragoza, por ejemplo. Ya no tendrían
necesidad de desplazarse a Marruecos. Evidentemente, algunos saldrían ganando,
otros no). Lo que está ocurriendo
hoy en Europa es lo contrario de la idea republicana: esta diferencia de
derecho de un país a otro, que permite poner en contra los trabajadores de un
país y otro. El nacionalismo conduce a la competición entre los pueblos,
organizada metódicamente por los capitalistas que organizan leyes
diferentes según los distintos países, lo que hace que tengáis la impresión de
que el polaco o el checo nos roba el producto de nuestro trabajo. Esto lo
podéis comprobar en nuestro propio país cuando veis gente que está trabajando
en la obra y está siendo pagada en las condiciones de su país de origen. Esto
está pasando en todos los tajos de Francia ahora mismo. Lo sabemos. Así es como
las cosas están sucediendo, camaradas, y es por esto que la idea de nación no
nos debe dar miedo. La nación es
el espacio dónde se opera la formulación de la ley. Y este no es el papel del
parlamento europeo actual. En este parlamento no se debaten leyes. Yo no
soy un nacionalista, soy un patriota (en el sentido que le daban los
revolucionarios de la gran revolución a este término. Aquí hay que recordar la
declaración de la Asamblea Nacional Francesa: la Patria en peligro del 11 de
julio de 1792.) y como patriota os
debo decir que la Francia es nuestro punto de apoyo, camaradas, basta de sueños
fuera de la realidad, (¿Cuál es el punto de apoyo de los trabajadores de
Sepharad? así es como llamaba Salvador Espriu a España) Si gobernamos este país nos encontraremos en
la posición en la que se han encontrado nuestros camaradas de Venezuela, de
Bolivia, de Ecuador. ¿Creéis que los mercados nos dejarían actuar? ¿Creéis
que nos dejarían socializar, organizar y planificar la economía bajo principios
ecológicos? ¿Creéis que nos dejarían proponer la ley única e indivisible en
toda Europa? ¿Creéis que nos dejarían? Por favor, no seáis ingenuos. (amigos
de la CUP ¿qué proposición hay al respecto?) Claro que no! ¿Creéis que los
EEUU, que escuchan todas nuestras conversaciones telefónicas, no hacen nada
para evitarlo? ¿Creéis que no hacen nada contra aquellos que están buscando
liberarse? ¿Creéis que no son capaces de llegar al asesinato? Claro que no os
dejáis engañar, sabéis perfectamente como yo que no paran nunca. El 11 de
septiembre ha sido 40 aniversario del atentado contra Salvador Allende.
Entonces, la
República Francesa, es decir, la ley votada por todos y para todos, y nada más
que ésto, y sin embargo, todo esto, entonces, la República francesa es el punto
de apoyo para la revolución ciudadana. Debemos reconstruirla sin olvidar lo que
está sucediendo en Europa. El cuadro nacional es el primero que podemos
gobernar, y desde él hacer proposiciones a otros pueblos. Debemos, en primer
lugar, ser una nación soberana, es decir, tener un pueblo soberano y para ser
soberano hay que ser independientes, camaradas, independientes, nadie manda
aquí que no sea el pueblo francés y por consiguiente, debéis aceptar pues todas las consecuencias
de esto. En primer lugar, ¡no tenemos nada que hacer en la OTAN! La OTAN
quiere organizar lo que llaman la familia occidental y Francia no es una patria
occidental, es una República con vocación universal, somos una nación
universalista. Estamos más cerca
de Venezuela y de los otros países del Alba que de la OTAN. (Nosotros
debemos, en primer lugar, tener capacidad de defendernos. Deberían tomar nota
de esto Teresa Forcades y Arcadi Oliveras y todos aquellos catalanes cargados
de buenas intenciones que proponen una Catalunya desarmada y al mismo tiempo
socialista, el infierno está empedrado de buenas intenciones, algo parecido
sucedió en la Alemania Oriental, cuando un grupo de clérigos de diversas
religiones decidieron encabezar, tal como explica Rafael Poch en “La Quinta
Alemania”, un proceso semejante que conservara todo aquello que la RDA tenía de
benéfico y corrigiera aquello que había sido maléfico. Todos deberíamos saber
que llegó la derecha de Helmut Khol y de ellos nunca más se supo)
Este es el plan y la
concepción de la soberanía de Francia. Enfrente tenemos el discurso de la extrema derecha: el no hay nada
que hacer... el pesimismo: que nuestra educación no vale nada... En segundo
lugar la política es sucia, está corrompida, los partidos no sirven para nada,
todos son corruptos, el gobierno tiene que estar en manos de expertos y
técnicos (discurso habitual en los medios catalanes por ejemplo: Niño
Becerra en Tele Ca La Vanguardia) Una vez sembrada la desconfianza en las
instituciones, y en uno mismo, el último obstáculo para su proyecto es el miedo
al otro, al vecino, a otro color, a otra lengua y como defensa ante el miedo de
uno mismo y hacia los otros han introducido el Front National, la protección de
todos bajo el paraguas del Front Nacional, pero éste no tomará nunca el poder
en Francia, nunca, nunca.
(En Catalunya, en
cambio, el Front Nacional, al que llaman de otra forma ambigua, amparado en
sentimientos, símbolos y mitos, ¿llegará al poder? Puede ser, si no somos
capaces de hacer respetar, también desde la izquierda, el imperio de la ley
votada en su momento, nos guste o no, por todos los españoles, catalanes
incluidos. Pero no basta quedarse aquí, debemos introducir la racionalidad
mediante un proceso constituyente que deberá perseguir, en tiempo y forma, la
reconstrucción de la soberanía popular. Admitiendo que la transición no
cumplió, en realidad, este objetivo, deberíamos preguntarnos cuales son las
estructuras que dejó intactas, y al mismo tiempo ser conscientes que esta
rémora viene a sumarse al golpe de estado contra la soberanía popular que tuvo
su primer acto en Maastricht. Si llegamos a cumplir este primer paso del
proceso, habremos definido nuestra causa. De la causa puede nacer la voluntad
si sabemos, unos y otros, pasar del sentir al pensar, nos faltará después,
todavía, acumular la fuerza y los medios necesarios en un proceso de duración
incierta. Afirmar que las condiciones no se dan en estos momentos, no es
rendirse, es preguntarse si la confluencia, en un espacio de reflexión y
debate, ha empezado o si por el contrario sigue la guerra de tribus: astures,
cántabros, indiquetas, layetanos... Quien pregunta ya responde: No existe de
ningún modo la hegemonía cultural necesaria para ninguna República en ninguna
parte de Sepharad. La propuesta de abrir un multiproceso constituyente corre el
riesgo de abrir la puerta al coro de tenores huecos que cantan a la Luna si no
se produce desde el punto de apoyo real que existe en estos momentos: el estado
español. Si el debate tiene como eje la construcción de la nación en el sentido
republicano del término, el imperio de la ley deberá buscar el pacto entre dos
principios antagónicos como son la libertad y la igualdad, para ello deberá
recurrirse a la tercera pieza del triángulo, la fraternidad o solidaridad.
Discutir cómo estos principios dejan de ser abstractos para convertirse en
leyes es el primer objetivo del proceso, al final tener presidente electo por
sufragio universal, en un territorio, es la consecuencia, no el origen de la
República.
En este sentido, son
muy abstractas numerosas frases oídas o escuchadas sobre la Vía Frentista, por
ejemplo: Una Catalunya independiente o confederada, con un nuevo y
progresista contrato social entre trabajadores y capital, podría ser,
paradójicamente, la inesperada resolución de la contradicción social española,
mal resuelta con los cañones franquistas en 1939. ¿Se imaginan ustedes cómo
Oraciones así, podrían paradójica e inesperadamente, hablar por sí mismas,
frente a la Troika en 2014.
Si hasta ahora todo
han sido frases solemnes y romanzas ( sentimiento, es un sentimiento ha
dicho Aguirre y contra los sentimientos no se puede luchar ha repetido)
pronto vendrá el choque con la cruel realidad escondida tras las barras, la
estrella y el sentir: La contradicción europea ha estallado en plena Vía, por
partida triple: la primera fractura pasa por estar dentro o fuera. Asimismo,
FUERA se rompe, al menos, en dos: recrear un paraíso fiscal (sic) o un paraíso
neo.socialdemocrata a la noruega,o quizás algo parecido o similar que
inesperadamente...... Nada de esto parece preocupar al PP más neoliberal. Con
estos mimbres no hay punto de apoyo ni estado catalán que valga. La coral no ha
parado de criticar la Transición, pero esta Vía, de momento, no conduce a parte
alguna. Esto no es que vaya va a ser peor que la Transición. Ya es peor, mucho
peor. I espera que no ha estat res.
Fuente: www.tercerainformacion.es
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