domingo, 1 de septiembre de 2013

LA CRISIS DE LOS AEROPUERTOS RESUCITA LAS LUCHAS LOCALISTAS EN GALICIA

El enfrentamiento entre los alcaldes de Vigo y Santiago a cuenta de las ayudas a las compañías aéreas devuelve al debate político gallego los enfrentamientos surgidos a principios de los 80, cuando se estableció la sede de las instituciones autonómicas en Compostela
21/08/2013 - 19:15h

Paco Vázquez interviene en el pleno del Parlamento gallego el 23 de junio de 1982
Santiago, 23 de junio de 1982. El Parlamento de Galicia celebra su última sesión en el Pazo de Xelmírez, propiedad del arzobispado de Santiago, debatiendo su primera ley, la de fijación de la sede de las instituciones autonómicas. Minutos después de las once y promedio de la mañana comienza el pleno y el diputado coruñés Francisco Vázquez, que había concurrido a las elecciones con un cartel en el que su imagen figuraba en el centro de una gran bandera gallega, pide saber si va a ser cumplida la petición que le realizó por telegrama a la Presidencia de la Cámara para que el pleno "fuera radiado y televisado para conocimiento de la opinión pública". Vázquez se expresa en castellano y así lo hará durante todo el debate. Su tono es grave, está "en juego la viabilidad de la autonomía", manifiesto. Él, dice, no defiende postulados "localistas".

Lo que estaba sobre la mesa era un proyecto de ley del gobierno de Gerardo Fernández Albor (Alianza Popular) con tan sólo dos artículos en el que se designaba a Compostela "como sede del Parlamento, de la Xunta, de su presidente y de las consellerías". Mientras, el Tribunal Superior de Justicia de Galicia "tendrá su sede en la ciudad de A Coruña". Para Paco Vázquez esta era "la solución menos eficaz". "La Xunta tiene que estar ubicada en A Coruña [ La Coruña, en la intervención original] porque los datos mandan", señaló, antes de desgranar los metros cuadrados de oficinas oficiales y el número de funcionarios de la ciudad herculina. Lo que para Vázquez era un "capricho" se aprobó con 60 votos a favor y 8 en contra y el diputado auguró una "respuesta seria y severa de la ciudadanía de A Coruña". "Mi escaño va a estar al servicio de A Coruña", "la suerte de A Coruña será mi suerte", advirtió, mientras describía "una Galicia muerta".

Un año después de aquel pleno que había terminado pasada las dos y media de la madrugada, en 1983, Paco Vázquez arrasaba como candidato del PSOE a la alcaldía de A Coruña aferrado a la bandera del mismo localismo que en aquel histórico pleno aseguró no defender. La marginación frente a Santiago o el "centralismo" de la Xunta fueron algunos de los lugares comunes de Vázquez durante las más de dos décadas que presidió el Palacio de María Pita. Diez años después de las últimas elecciones municipales que ganó el que después fue embajador ante la Santa Sede, Galicia vive un resurgimiento de las luchas localistas al calor de uno de los temas favoritos de Vázquez, los aeropuertos, si bien el incendio ahora parte de Vigo y encuentra respuesta en la capital.

Caballero cuestiona la capitalidad, Currás contraataca
Con los tráficos de los tres aeródromos en caída libre y con unos presupuestos públicos que ahora no permiten subvencionar con alegría a las compañías aéreas el alcalde vigués, Abel Caballero (PSdeG), opta desde hace semanas por resucitar el argumentario del agravio comparativo con respecto a Compostela que tan buenos resultados electorales le proporcionó a su compañero de filas. Con el telón de fondo de las ayudas autonómicas a Lavacolla Caballero anunciaba hace pocos días su "intención" de promover una moción para que "Vigo reciba los dos millones de euros que a Santiago le llegan en concepto de plus de capitalidad y que en Vigo serían por tratarse de la urbe más importante de Galicia". La capitalidad, dice, sólo implica "funcionarios, museos e inversiones". Su "lógica", mantiene, es "impecable".

Consideraciones como que Compostela "está en el siglo XV" o el cuestionamento de la existencia del Consorcio de Santiago alimentaron en los últimos tiempos un lío en el que el regidor compostelano, Ángel Currás (PP), ha entrado sin que Caballero tuviera que realizar muchos esfuerzos. Las declaraciones del socialista son impresentables" para el sucesor de Gerardo Conde Roa -que dejó el cargo al ser imputado por fraude fiscal-, quien exige "respeto para la ciudad de Compostela". El alcalde de Vigo, dice, debe "dejar de insultar, de meterse con la ciudad de Santiago de Compostela". En caso contrario, asegura, "optaremos por presentar una proposición de persona no grata".

En este contexto, y a menos de dos años de las elecciones municipales, todo parece indicar que los líos localistas, esta vez a cuenta de los aeropuertos, no tenderán a desaparecer, sino más bien todo el contrario. Mientras, la Xunta se prepara para recibir el
plan estratégico de aeropuertos por el que va a pagar 28.000 euros y el Ministerio de Fomento elabora un documento propio con idéntica finalidad. La "Galicia única" pretendida por el gabinete de Alberto Núñez Feijóo cuando llegó al Gobierno parece que seguirá esperando






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