La policía cargó contra quienes protestaban
contra los ultraderechistas
Viernes, 3 de mayo de
2013
Mientras los líderes de
las organizaciones sindicales mayoritarias, CCOO y UGT reclamaban
el pasado 1 de Mayo, un "pacto social" al gobierno
ultraconservador de Mariano Rajoy, en la capital del estado se
desarrollaban dos actos que, por disímiles y contradictorios, no dejan de
poner de manifiesto qué es lo que se está larvando en el subsuelo de una
sociedad desarticulada y sin expectativas. Por una parte, en un barrio de
Madrid, se celebraba un mitin fascista en el que sus oradores demandaban
sangre y vuelta al pasado, a la época de los "crucifijos en las
escuelas", según manifestaron.
De manera simultánea, vecinos y jóvenes antifascistas protestaban por la presencia en el barrio de esta jauría de perros rabiosos. Los primeros, que reclamaban el retorno a la dictadura y al fascismo, pudieron celebrar con toda tranquilidad su violento aquelarre. Los segundos, los que querían expulsar de su barrio a aquella basura, fueron aporreados sin contemplaciones por las fuerzas de seguridad del Estado.
En cualquier caso no se trata de un acontecimiento novedoso. A lo largo de estos 35 años escenarios como este -y mucho peores- se han repetido en un Estado español al que muchos se empeñan todavía en seguir calificando como "democrático".
Lo que sucedió el pasado miércoles en Madrid es todo un símbolo de lo que ocurre en esta España de tricornios y pandereta. Aquella misma que describía nuestro gran poeta Federico García Lorca. Y si no lo creen, vean el vídeo. No tiene desperdicio.
De manera simultánea, vecinos y jóvenes antifascistas protestaban por la presencia en el barrio de esta jauría de perros rabiosos. Los primeros, que reclamaban el retorno a la dictadura y al fascismo, pudieron celebrar con toda tranquilidad su violento aquelarre. Los segundos, los que querían expulsar de su barrio a aquella basura, fueron aporreados sin contemplaciones por las fuerzas de seguridad del Estado.
En cualquier caso no se trata de un acontecimiento novedoso. A lo largo de estos 35 años escenarios como este -y mucho peores- se han repetido en un Estado español al que muchos se empeñan todavía en seguir calificando como "democrático".
Lo que sucedió el pasado miércoles en Madrid es todo un símbolo de lo que ocurre en esta España de tricornios y pandereta. Aquella misma que describía nuestro gran poeta Federico García Lorca. Y si no lo creen, vean el vídeo. No tiene desperdicio.
VIDEO: http://vimeo.com/65355054
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