miércoles, 24 de octubre de 2012

“UNA REFUNDACIÓN DE LA IZQUIERDA Y UN SINDICALISMO DE CLASE PARA PODER ALCANZAR UNA REPÚBLICA FEDERAL”



LA IZQUIERDA EN EUSKADI

Artículos de Opinión | Vicent Selva* | 23-10-2012 | 

El pasado 21 de Octubre tuvieron lugar sendos procesos electorales en dos de las conocidas como “nacionalidades históricas” del Estado Español: Galicia y Euskadi. De cada uno de ellos puede extraerse una lectura muy clara: el triunfo del nacionalismo y el soberanismo en Euskadi, con una abrumadora mayoría de las fuerzas nacionalistas y/o independentistas (PNVy EH Bildu) en el plano relativo a la cuestión nacional, pero del centro-derecha o derecha en lo social (PNV, PP y UPyD), lo cual abre un escenario para que el partido ganador, el PNV, aunque sin mayoría absoluta pueda desenvolverse con tranquilidad en los dos ejes que vertebrarán su acción política, las aspiraciones soberanistas, pactando estas cuestiones con Bildu, y su conservadurismo social y económico, de la mano del PP y, probablemente, de la ultraespañolista UPyD.
Sin embargo, es necesario destacar que las fuerzas denominadas constitucionalistas, PP y PSOE, que han mantenido durante unos años un pacto de gobierno enfrentado a las fuerzas soberanistas gracias al elemento distorsionador de la realidad sociopolítica que significaba la exclusión de la izquierda abertzale mediante una ley de partidos hecha a medida del bipartidismo.
Por último, malos resultados de la izquierda federalista, el denominado quinto espacio, cuyo eje principal es la política de izquierdas y la neutralidad más o menos marcada en la cuestión nacional, partidaria del federalismo, aunque sin renunciar al derecho de autodeterminación. Un espacio, en realidad, muy estrecho, donde en una sociedad tan polarizada como Euskadi en cuanto al elemento nacional, donde el independentismo abarca desde posiciones conservadoras hasta de extrema izquierda.
Un punto negativo, para esta izquierda fue además la desunión entre sus dos principales exponentes, el actual referente de IU, Ezker Anitza, y el antiguo, Ezker Batua, divididos a raíz de un conflicto larvado desde hace mucho tiempo atrás entres los diferentes sectores que convivían bajo las mismos siglas, con proyectos y, sobre todo, con proyectos organizativos y prácticas políticas muy diferentes. Unas prácticas que fueron la gota que colmó el vaso, con las peticiones por parte del sector madracista, hoy en Ezker Batua, que pueden definirse de poco éticas, dando el gobierno de las Juntas Generales de Álava al PP, tras pedir dinero, puestos y prebendas al PNV a cambio de su apoyo para regir esta institución. Práctica, ésta, que marca un importante punto de inflexión y dificulta enormemente la posibilidad de alcanzar acuerdos a estas dos organizaciones que provienen del mismo espectro, que se autositúan en el llamado quinto espacio, lo que supone, al menos en teoría, una apuesta por una práctica política que desbanque el debate identitario del centro de actuación político en Euskadi y lo sitúe en el plano izquierda-derecha, sin que ello signifique desentenderse de la realidad y olvidar que existe un conflicto identitario, el cual debe resolverse de la forma más democrática posible, reivindicando el derecho a decidir, pero sin olvidar que en estos momentos es mucho más urgente la alternativa socioeconómica, crear unas condiciones y un movimiento nítidamente de izquierdas, que abarque desde la independentista hasta la republicana federalista, que ofrezca un paso hacia adelante y a la izquierda en dirección a crear un nuevo marco social y económico que permita luchar con fuerza contra las medidas conservadoras y neoliberales, tanto del PP como del PNV, sin olvidar al PSOE, asimilable en neoliberalismo y en españolismo al partido de Rajoy, como demuestra y ha demostrado a lo largo de sus muchos años de gobierno.
Por ello, desde mi punto de vista, lo urgente para Ezker Anitza debe ser dar una serie de pasos, entre los cuales, en primer lugar, desembarzarse de las prácticas si no corruptas, al menos sí poco éticas del madracismo de Ezker Batua y, exigirles, para una posible convergencia futura, una depuración de responsabilidades sobre lo ocurrido en las Juntas Generales de Álava y el vergonzoso comportamiento, así como un compromiso ineludible con la prácticas política ética y transparente. Sin ello, sería aconsejable para IU-Ezker Anitza evitar coqueteos con Ezker Batua.
En segundo lugar, desde mi punto de vista, sería aconsejable buscar los puntos en común con los componentes de EH Bildu en todo lo que se refiere a modelos económicos y alternativas sociales. Unos acuerdos que permitan ofrecer un modelo de país radicalmente diferente al modelo antisocial y neoliberal del PNV, del PP e, incluso, del PSOE. Para ello Ezker Anitza debe asumir como propio y sin ambigüedades el derecho a decidir, un derecho que está sobre la mesa y que los vascos, a tenor de los últimos resultados electorales están exigiendo. Sin que ello, sin embargo, no implique que en el marco del derecho a decidir, Ezker Anitza defienda su modelo de estado republicano y federal, plurinacional, multicultural y con múltiples identidades. Al mismo tiempo, Ezker Anitza debe exigir a la izquierda abertzale un compromiso claro con la batalla social por los derechos de la clase trabajadora, por un nuevo modelo productivo, un nuevo modelo social y el respeto a la diversidad cultural e identitaria, así como al resultado democrático salido de las urnas en un hipotético derecho a decidir, sin perjuicio de la legítima defensa que realice de sus ideas con respecto a la cuestión nacional y su postura abiertamente independentista. Ello, obviamente, no debe significar, a mi juicio, la entrada de Ezker Anitza en EH Bildu, pero sí crear espacios de encuentro, de diálogo y de actuaciones comunes en aquellos puntos donde las coincidencias, que existen, sean inequívocas en dirección a una apuesta clara por un modelo económico opuesto al neoliberalismo y al neonacional-catolicismo que el PP y, no nos engañemos, algunos, muchos, sectores del PSOE, están poniendo en práctica.
En definitiva, desde mi punto de vista, Ezker Anitza debe ser capaz de tejer complicidades, huyendo de aquellos cuyas prácticas políticas cotidianas se alejan del espíritu de honestidad y transparencia que las organizaciones de izquierda deben preservar, a pesar del poco espacio electoral y mediático del que puede disfrutar en una sociedad abiertamente polarizada en temas identitarios, en su lucha por conseguir aunar esfuerzos por crear una alternativa social y económica que permita poner freno, e incluso crear una auténtica alternativa social y económica, con aquellos sujetos políticos con los que comparta los principios de igualdad y justicia social, así como no renunciar a su apuesta por un estado republicano federal, plurinacional, multicultural, dentro de un marco donde el derecho a decidir de cada pueblo sea un derecho real, contemplado en el corpus jurídico del Estado y que, en definitiva, permita la libre unión de los pueblos sin imposiciones, en un modelo social basado en la justicia social. Quizás la línea marcada por Esquerda Unida, con su apuesta por la AGE, junto al histórico Beiras, sea un elemento a tener en cuenta.
P.D.: Vaya mi más sincero respeto al ahora excoordinador de Ezker Anitza, del cual lamento su dimisión, consciente del enorme esfuerzo y las dificultades a las que se enfrentaba Ezker Anitza en estas elecciones, dando un ejemplo de honestidad, coherencia y transparencia. Desde aquí, mi apoyo.
*Vicent Selva: Concejal de EUPV en Crevillent. Coordinador comarcal EUPV-BAix Vinalopó. Miembro Consell Nacional EUPV.






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