Artículos de Opinión | José Enrique Centén Martín |
31-05-2013 |
El
alarmante descenso Demográfico en España causado en gran medida por la crisis,
no lo quieren paliar nuestros gobernantes debido a la postura de este mal
llamado gobierno en estar más interesado en la reducción del déficit marcado
por Bruselas que en la creación de empleo. Este retroceso demográfico puede ser
a medio plazo irreparable al no cejar en la profundización de medidas
restrictivas enfocadas solamente en la merma del poder adquisitivo y derechos
fundamentales del Bienestar social de los ciudadanos, que a su vez nos está
llevando a una desigualdad con nuestro entorno bajando un escalón como país
desarrollado, como nos califican las agencias, al utilizar términos
econométricos que tanto les gusta mirar a nuestros próceres, pero que no saben
como funcionan.
El
retorno de migrantes a sus países de origen, el eufemismo de “la movilidad
exterior” como trata nuestra ministra a la emigración forzosa que se ven
abocado nuestros jóvenes, entre ellos muchos muy bien preparados, algunos con
premios internacionales, a quienes este gobierno los consideran insuficientes
para poder investigar en España, el nivel de conocimiento para acceder aquí
debe ser del 12 sobre 10, o tener padrino cercano a su ideología, como la
propia ministra que no se la conoce oficio, en política desde los 23 años. O la
exportación de 5.000 jóvenes anuales (como si fuese ganado) al nuevo Reich
alemán. O la “movilidad exterior” de ATS, médicos…, que por su excelente
preparación son reclamados en países árabes y europeos falto de personal en sus
Hospitales. Todos esos jóvenes en su gran mayoría no volverán o lo harán dentro
de bastantes años, posiblemente procreando en el extranjero, haciendo que el
índice de fecundidad descienda alarmantemente por falta de jóvenes, al no
regenerarse nuestra población, base del mantenimiento de la Nación por los impuestos,
esos con los que viven esta “panda de sinvergüenzas”, impuestos para mantener
el poco Estado de Bienestar que están dejando o las pensiones futuras, no solo
las nuestras, si no de los que retornarán al cabo de los años. Y este gobierno
impasible, sin crear empleo, es más, destruyéndolo a un ritmo incesante, con la
tasa de paro mayor de Europa, la economía sumergida y de subsistencia en
aumento, y el cada vez mayor número de parados sin prestaciones sociales.
No
se puede negar que este gobierno es fiel a su esencia, “tiralevitas” rendidos a
religión, nos están desmarcando de los países desarrollados sumergiéndonos en
un retroceso de varias décadas respecto a los países del entorno occidental al
que pertenecemos, todo por la gran influencia de la Conferencia Episcopal, sin
remilgos. Demostrada está su influencia: la nueva Ley contra el aborto, las
críticas en mayor o menor medida al uso de métodos anticonceptivos o su
limitada información, el abandono de los programas de planificación familiar
que pasan a ser privatizados, solo les queda hacer un poco más de presión para
limitar o prohibir los divorcios. Volverá el “ahí te quedas” o “voy a por
tabaco”, porque los cuerpos necesitan desahogos y alegrías, aumentará al
abandono de hijos no deseados. Todo muy bien elaborado, aquí han visto el
negocio estos que se consideran Natalistas; con las medidas restrictivas
aparecerán nuevos o nuevas “sor María” que proveerán a empresas especializadas
en adopciones, por supuesto subvencionadas porque estarán regidas por ellos,
demostrando su verdadera cara, Mercantilistas de sentimientos ofreciendo
vástagos a golpe de talonario.
Todas
estas acciones del gobierno y sus confesores, están coartando nuestra libertad
individual y la igualdad de géneros. Abandonando la política de las dos
libertades del mundo desarrollado para la Fecundidad, que consiste en: si se
desea controlar, aborto legalizado y planificación familiar, si deseas aumentar
la descendencia, ayudas públicas (prestación económica y social, desgravaciones
y políticas de conciliación). Pero este gobierno solo está para beneficiar a
unos pocos en detrimento del resto. Y cuando nuestro índice de fecundidad está
a la cola del mundo con 1,03 hijos por mujer, ni siquiera en el umbral de
renovación generacional, muy por detrás de los países del Norte de Europa que
tienen una política Natalista real, haciendo a las mujeres incorporarse al
mercado laboral, de forma gradual pero masiva, aquí pretenden que vuelva
aquello de, “la mujer en casa y con la pata quebrada” solo para procrear y
atender a su “hombre”, destruyendo las ayudas a maltratadas, reduciendo las
casas de encuentro y entregando las existentes a la orden religiosa de Los
legionarios de Cristo.
Con
este gobierno no sé dónde vamos, solo sé que estamos en camino.
Fuente: www.tercerainformación.es
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