Volvemos a los tiempos de la beneficencia donde los
señoritos y las católicas damas de la oligarquía disfrutaban repartiendo comida
a los empobrecidos. Las declaraciones recientes de un alcalde del PP canario,
donde afirmó que, “las personas sin hogar prefieren seguir viviendo en las
calles”, reafirman que tipo de personajes de telenovela barata dirigen las
instituciones públicas del estado español, como se ríen en nuestras caras pisoteando
derechos, arrasando por unos servicios públicos cada vez más deteriorados,
convertidos en meras instituciones tapaderas, ocultadoras de un genocidio
social sin precedentes en la reciente historia de esta parte del planeta...
Millones de personas en toda España sufren una situación
social y económica gravísima, una vulneración sistemática de sus derechos
humanos, al ser abandonadas a su suerte por la administración pública. Casos
tan lamentables y brutales como el de Leonor, una mujer canaria de 60 años,
enferma de artrosis, que tiene cada día que cargar a sus espaldas con su hijo
de 40 años y 80 kilos, con parálisis cerebral y distrofia muscular, lo que le
impide valerse por sí mismo.
Esta heroica mujer lleva diez años solicitando al Gobierno
de Canarias una vivienda adaptada. Y en el último sorteo organizado por esta
institución tampoco se la han adjudicado, condenándola a seguir sobreviviendo,
mendigando una ayuda social para su hijo, algo tan simple como mejorar la
calidad de vida se convierte en este y otros muchos casos en una odisea
vergonzosa.
Los dirigentes de la Consejería de Vivienda argumentan que
tendrá que esperar al próximo sorteo, dejando tirada a Leonor y a su hijo, sin
voluntad de buscar otras alternativas, como por ejemplo la cesión de una
vivienda adaptada de las que los bancos tienen miles, las que les roban a las
familias desahuciadas.
Cuando no se quiere, no se quiere, cuando no hay voluntad de
solucionar problemas sociales por parte de tanto pantuflo/a metido en política
paga el pueblo, la gente humilde como esta mujer, como infinidad de familias
que en toda España sobreviven sin ingresos, con más de tres millones de
niños/as pasando hambre, muertes masivas de personas dependientes ante la
suspensión definitiva de sus ayudas, un largo etcétera de acciones terroristas
sobre la ciudadanía que nos conducen directamente a la edad media, a los
tiempos de oscuridad del franquismo, de la extraordinaria placidez de quienes
nos gobiernan, de los oscuros años reflejados en obras literarias tan geniales
como “Los santos inocentes” de Miguel Delibes, donde la burguesía decadente se
solaza ante la pobreza generalizada, la ignorancia, el analfabetismo, el
derecho de pernada y los abusos de poder.
¿Pretenden llevarnos a esos tiempos mientras nos siguen
robando el patrimonio público, destruir lo poco que nos queda de dignidad,
derechos civiles y democracia?
Francisco González Tejera
Página Facebook: Viajando
entre la tormenta
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