04 de abril de 2015
Tal
parece que la guerra fría aún no acaba y su nuevo escenario es el fútbol. Es
que los norteamericanos quieren un cambio de sede como castigo al presidente de
Rusia, Vladimir Putín, “por las continuas violaciones de la integridad
territorial de Ucrania”.
En
una carta enviada por senadores estadounidenses al actual presidente de la
FIFA, Joseph Blatter, exigeron el cambio de sede. “Con el objetivo de
poner fin a la crisis en Ucrania y garantizar una exitosa Copa Mundial 2018,
alentamos a la FIFA a negar al régimen de (Vladimir) Putin el privilegio de
albergar el Mundial de 2018 y a hacer preparativos para un país anfitrión
alternativo”, señalaron los senadores en la misiva.
Además,
los políticos consideraron que permitir a Rusia organizar el Mundial “refuerza
de forma inadecuada el prestigio del régimen de Putin en un momento en que
debería ser condenado y le ofrece un alivio económico en un momento en que el
buena parte de la comunidad internacional está imponiendo sanciones económicas”
contra Moscú por “el desmembramiento de Ucrania”.
Fuente:
www.latercera.com
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