La celebración del Primero de Mayo
fue suprimida por Franco en la zona sublevada a través de un decreto del 12 de
abril de 1937. Además, se suprimía el Día de la República, que se celebraba el
14 de abril.
Eduardo Montagut 08 de Abril de 2015
(10:45 h.)
Manifestación en Madrid el 1 de mayo
de 1936: Santiago Carrillo, Francisco Largo Caballero, Luis Araquistaín, José
Díaz i Trifón Medrano.
La celebración del Primero de Mayo fue suprimida por Franco
en la zona sublevada a través de un decreto del 12 de abril de 1937. Además, se
suprimía el Día de la República, que se celebraba el 14 de abril. El franquismo
no podía tolerar estas dos fiestas, una por su contenido social y ser un
símbolo fundamental del movimiento obrero y la otra porque celebraba el
advenimiento de la República, el régimen que había que aniquilar y borrar de la
memoria.
El Fuero del
Trabajo, aprobado por un decreto de 9 de marzo de 1938, estableció que la
fiesta nacional del 18 de julio sería además la Fiesta de Exaltación del
Trabajo
En el propio decreto se avisaba que se establecería una
nueva festividad del denominado Trabajo Nacional aunque no se precisaba la
fecha. El Fuero del Trabajo, aprobado por un decreto de 9 de marzo de 1938,
estableció que la fiesta nacional del 18 de julio sería además la Fiesta de Exaltación
del Trabajo. De esa manera se vinculaban dos hechos, el día que el franquismo
consideraba como el fundacional de su régimen, de la Nueva España, con el de la
Fiesta del Trabajo.
En el territorio controlado por la República se prohibieron
las manifestaciones del Trabajo en 1937 y en 1938, aunque las organizaciones
obreras celebraron actos y mítines en lugares cerrados, además de publicar
manifiestos. Destacó el acto conjunto de la UGT y la CNT en un teatro
valenciano. Los actos y manifiestos resaltaban el esfuerzo bélico de la clase
trabajadora contra el fascismo, insistiendo en la unidad para hacer frente al
enemigo.
Un hecho muy destacado del Primero de Mayo en tiempos de la
guerra fue la participación de delegaciones obreras españolas en los actos y
manifestaciones que se celebraban en Moscú, que presidía Stalin, ante el
Mausoleo de Lenin. En la Fiesta del Trabajo de 1937 asistió una comitiva
representando a la República. En la misma participaría José Alcalá Zamora,
hijo del que fuera el primer presidente de la República y, a la sazón, teniente
del Ejército Popular. De la Fiesta del Trabajo de 1938 en la URSS queda
constancia en un informe elaborado por los representantes de la UGT catalana.
Fuente: http://www.nuevatribuna.es/
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