Celso Perdomo, el principal imputado de la
trama eólica, promociona en el Cabildo grancanario
Lunes, 1 de julio de
2013
Por
Eugenio Fernández - Canarias-semanal.org
-
"En el banco tienes
que firmar lo de los 30.000 euros y firmar la cuenta, lo tiene que firmar
Mónica (...). Han pagado los 30.000, el dinero llega a la cuenta esta semana
(...). Vas a poder tocarlo esta semana". Te estás haciendo millonario
conmigo".
- "Perdona, a ti te están saliendo bien las cosas desde que me conoces.
Te he colocado cinco kilos por la patilla".
Quienes, allá por el año 2005, mantenían esta conversación telefónica grabada
por la policía eran el empresario Enrique Guzmán López y el entonces
director general de Industria del Gobierno de Canarias Celso Perdomo.
Uno de los principales imputados en la llamada “trama eólica” en la que, en su
día, se vieron involucrados conocidísimos empresarios de la sociedad
grancanaria y políticos de tanto peso como Luis Soria y su hermano, y
hoy ministro de Industria, Energía y Turismo José Manuel Soria.
Como
se recordará, esta trama fue destapada por el empresario Alberto Andrés
Santana Ramírez, quien en marzo de 2005 presentaba ante la Policía
Nacional una denuncia por “presunta corrupción y asociación mafiosa”. En su escrito,
señalaba a José Miguel Suárez Gil, entonces presidente de la Cámara
de Comercio de Las Palmas, Celso Perdomo, director general de Industria, y
Wilebaldo Luis Yanes, empresario, como artífices de una “operación
maquinada para el reparto de las comisiones, a políticos y colaboradores, desde
la oficina del director general de Industria y Energías, dependiente del
consejero de Industria del Gobierno de Canarias, Luis Soria”.
Santana Ramírez apuntaba también al propio José Manuel Soria, acusándolo
de haber impedido que la empresa pública Megaturbinas -participada
por el Cabildo grancanario que dirigía- concursara por los parques eólicos para
favorecer a la firma privada Promotora de Recursos Eólicos, de los
hermanos Esquivel. Según el denunciante, a cambio el hoy ministro del
Ejecutivo Rajoy habría recibido el precio del alquiler de su chalé entre mayo
de 2004 y diciembre de 2005, unos 30.000 euros, de uno de los licitadores, Javier
Esquivel Astelarra.
El
concurso, anulada su base por sentencia judicial, fue finalmente
congelado en diciembre de 2005 por el Gobierno canario ante las irregularidades
detectadas en su tramitación. Como suele suceder en estos casos, los políticos
de más peso inicialmente implicados -con los hermanos Soria a la cabeza -
lograron eludir cualquier tipo de responsabilidad por sus presuntas
actuaciones.
CELSO PERDOMO, IMPUTADO POR CORRUPCIÓN E
INSPECTOR CON AUMENTO DE SUELDO
No fue
este, sin embargo, el caso de Celso Perdomo, que quedó definitivamente
retratado para la posteridad por los correos electrónicos intercambiados con
empresarios y por las escuchas telefónicas efectuadas por la policía. En
esas conversaciones, la Policía detectó que, efectivamente, desde la Dirección
General de Industria se había proporcionado información privilegiada sobre los
detalles del concurso eólico.
Celso
Perdomo y su pareja Mónica Quintana pasaron fugazmente por la
prisión antes de continuar sin más sobresaltos con su vida. El ex director
general de Industria se reincorporó a su plaza de jefe de sección en tareas
administrativas como si nada hubiera sucedido. Perdomo, no obstante, continúa
imputado por cuatro delitos de corrupción política, malversación de caudales
públicos, cohecho, violación de secretos y tráfico de influencias, por los
que la fiscalía pide para él un total de 7 años de cárcel.
Circunstancia que no ha constituido ningún obstáculo para que haya sido
designado por el gobierno insular del PP -encabezado por José Miguel
Bravo de Laguna - como inspector de servicios del Cabildo de Gran Canaria.
El ascenso supondrá para el imputado un aumento de sueldo de 1.800 al
año.
Sorprendentemente, al ser interpelado sobre este caso por los miembros del
grupo del PSOE en la corporación insular, Bravo de Laguna -quien
hace años protagonizó su particular escándalo al robar un pijama en los
conocidos almacenes Harrods de Londres - "aseguró que desconocía
esos planes".
Bravo, sin embargo, reclamó que se respete la "presunción de inocencia
de Perdomo". “Una imputación no es una condena. No
sabía que Celso Perdomo estaría en esta unidad, pero no creo que haya ninguna
actuación en su trabajo en el Cabildo que impida su nombramiento. En todo caso,
no es una decisión personal”, sentenció el presidente del Cabildo de Gran
Canaria.
No es esta, con todo, la primera vez que Bravo de Laguna da cobijo en el
Cabildo a sus correligionarios imputados por presunta corrupción. En
enero de este mismo año, Francisco Valido, el ex alcalde del municipio
grancanario de Telde que se vio obligado a dimitir de su cargo tras ser
imputado en el llamado Caso Faycan, también era colocado por el presidente del
Cabildo como "coordinador" del Plan de Embellecimiento de la
corporación insular.
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