Los empresarios tienen bloqueados los
convenios de dos millones de trabajadores, a la espera de que se cumpla el
plazo de un año fijado en la reforma laboral para su vencimiento definitivo
VICENTE
CLAVERO MADRID 03/07/2013 10:30 Actualizado: 03/07/2013 10:34
Dos millones
de trabajadores españoles tienen sus convenios colectivos en el aire, por la
falta de interés de las empresas en actualizarlos. La reforma laboral de Rajoy,
durante su tramitación parlamentaria, estableció que no pueden permanecer más
de un año en esa situación. Para miles de convenios, el plazo acaba el 8 de
julio y, si antes no se llega a un acuerdo para su actualización, decaerán para
siempre.
El efecto
combinado de la crisis y de la reforma está siendo demoledor para la
negociación colectiva, según fuentes sindicales. No sólo se firman cada vez
menos convenios, sino que muchas empresas dejan de cumplir los suyos
aprovechando las nuevas facilidades que les ha dado el Gobierno. La
consecuencia de todo ello es un empobrecimiento de las relaciones laborales que
perjudica básicamente a los asalariados.
Cada vez menos convenios
Las
estadísticas oficiales son concluyentes: en 2007, antes de la debacle
económica, se registraron seis mil convenios, que cubrían a unos diez millones
de trabajadores. Cinco años después, en 2012, el número de convenios se redujo
casi a la mitad y el de beneficiados, a siete millones. Entre enero y mayo de
2013, en fin, apenas hay constancia de quinientos convenios, para un total de
1.700.000 empleados.
Por otra
parte, desde que entró en vigor la última reforma laboral, se han acogido a la
posibilidad de descuelgue más de un millar de empresas, en su inmensa mayoría
medianas y pequeñas. Eso les ha permitido dejar en suspenso total o
parcialmente, de forma unilateral, las cláusulas de los convenios que no les
convenían, amparándose en la existencia de dificultades económicas.
El mayor
mazazo del Gobierno del PP a la negociación colectiva ha sido, sin embargo, la
eliminación de lo que se conocía como "ultraactividad" de los
convenios. Es decir, su pervivencia por tiempo indefinido, aun después de
cumplirse el plazo para el que fueron pactados, hasta que se acordara la
correspondiente renovación, con objeto de que no hubiera un vacío normativo
mientras se desarrollaban las negociaciones.
Desinterés de los empresarios
La
ultraactividad era un acicate para que los empresarios se sentaran a dialogar
con los representantes del personal, y su desaparición explica la brutal caída
del número de convenios revisados. Hay que tener en cuenta que, cuando un
convenio decae, se está a lo dispuesto en el de ámbito superior y, en última
instancia, en el Estatuto de los Trabajadores, que suelen ser mejorados por los
de empresa.
Como la
reforma laboral, una vez convertida en ley, entró en vigor a primeros de julio
de 2012, ahora se cumple el límite de un año para los convenios que ya entonces
habían sido denunciados y que corren el riesgo de quedar sin efecto. En
Cataluña, por ejemplo, hay 29 en esa situación, entre ellos el de transportes
de mercancías por carretera y el de centros sanitarios concertados, con un
total de 120.000 trabajadores.
CCOO, UGT,
CEOE y Cepyme acordaron hace unas semanas recomendar a sus asociados que se
dieran entre seis meses y año de plazo adicional para seguir negociando, con el
compromiso de acudir al arbitraje si finalmente no llegaban a buen término.
Pero los propios sindicatos han reconocido que esto no es más que un
"parche" y que, mientras la reforma laboral siga en pie, la
negociación colectiva estará muy tocada.
Fuente: www.publico.es
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