miércoles, 22 de agosto de 2012

“UN REINO DE TAIFAS SEGÚN FAES”



"ES UN APARATOSO TINGLADO INSOSTENIBLE EN TÉRMINOS ECONÓMICOS E INEFICAZ"
Faes insta a debatir la reforma constitucional para embridar el Estado autonómico


El jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, y el presidente de FAES, José María Aznar (Efe).
Mientras el Gobierno intenta que las autonomías se hagan a la idea de controlar sus  gastos y acometer recortes para cumplir con el objetivo de déficit bajo la amenaza de ley de estabilidad presupuestaria, Faes, la fundación ligada al PP que dirige José María Aznar, mira con más perspectiva para promover el debate sobre la reforma del Estado autonómico.
“Es un aparatoso tinglado insostenible en términos económicos” y “más que un Estado propiamente dicho lo que tenemos hoy son 17 estaditos yuxtapuestos” son algunas de las reflexiones que en el último campus de verano de Faes aportó a la discusión sobre “la reforma del modelo territorial” el catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad Complutense y experto en la materia Tomás Ramón Fernández. En el mismo marco teórico, quedó sobre la mesa la necesidad de una reforma “del título octavo completo de la Constitución”.
Invitado por Ignacio Astarloa, director de Constitución e Instituciones de Faes, y presentado por el diputado del Grupo Popular Gabriel Elorriaga como un especialista en el análisis y el conocimiento del Estado de las autonomías, Tomás Ramón Fernández se explayó en la descripción de las peculiaridades y disfunciones del modelo territorial español. Su conferencia, muy elogiada en el Campus, ha tenido después un amplio eco entre los dirigentes del Popular (sigue colgada en la web de Faes). El catedrático de Derecho Administrativo, que participó en la comisión de expertos creada por UCD y el PSOE en 1981 para ‘armonizar’ el Estado de las autonomías que entonces arrancaba, dijo lo que muchos dirigentes populares sostienen en privado pero no se atreven a afirmar en público.
La reforma constitucional aprobada el pasado verano por acuerdo del PP de Mariano Rajoy y el PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero para que todas las administraciones se sometan a la doctrina de la estabilidad presupuestaria es un gran avance para frenar el déficit y el despilfarro que ha caracterizado el desarrollo del Estado autonómico, pero se queda muy corta para reconducir el modelo territorial y hacerlo más austero y eficaz en el servicio al ciudadano. Esa es la tesis de Tomás Ramón Fernández, asumida por buena parte del partido en el Gobierno pero que presenta una solución muy difícil: otra reforma de la Constitución para la que no hay acuerdo con el PSOE y que requiere un enfrentamiento total con los nacionalistas y los propios intereses locales (regionales) de los partidos de ámbito nacional.
“El Estado de las autonomías se nos ha ido de las manos y con él se ha volatilizado el crédito internacional que nos otorgó como país una Transición ejemplar”, sentenció el catedrático de Derecho Administrativo como testigo de la época. Recordó que ni siquiera el número de las autonomías estuvo calculado ni acordado, que La Rioja y Cantabria se sumaron a última hora en plena carrera, que los españoles tenemos los mismos gobiernos regionales que Alemania pese a sumar la mitad de población…
También incidió en que el sistema se construyó luego a “empellones, atropelladamente y al margen de toda reflexión”, para desembocar más tarde en un proceso de cesión de competencias “a borbotones” y sin pensar en las consecuencias del resultado.
Menos gobiernos y reparto claro de competencias
Tomás Ramón Fernández recordó que al final vino Zapatero a cerrar el proceso que hacía inviable al propio Estado con los llamados estatutos de tercera generación. El origen de este sistema “disfuncional e ingobernable” es la indefinición de ese título octavo de la Constitución que toca rehacer y completar. La solución del experto consiste es establecer un nuevo modelo territorial, que puede seguir siendo el de la autonomías, pero con un reparto claro de las competencias (tasado en la Constitución, no en los estatutos), con menos gobiernos autonómicos, con administraciones mucho más reducidas sin copiar y reproducir a escala la central, con prevalencia de la legislación general sobre la local al estilo alemán y con una drástica reducción de la administración local.
“No es sensato mantener cuatro o hasta cinco administraciones, como tampoco lo es mantener 8.000 municipios de los cuales un millar, como mucho, es viable”, insistió el experto invitado por Faes.
        Fuente: www.confidencial.com

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