Últimos días para la incertidumbre 5.000
personas protestan en Sanxenxo contra las preferentes
El Gobierno debe desvelar antes del 31 cómo forzará el canje de las
preferentes
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La manifestación que recorrió ayer el municipio pontevedrés de Sanxenxo. /
gustavo santos
El rescate a la banca española está próximo a materializarse. Pero antes de
inyectar capital público en las entidades Bruselas obliga al Gobierno a que los
accionistas y tenedores de preferentes asuman parte del saneamiento. El tiempo
apremia a la banca nacionalizada, a Moncloa y a los afectados para la búsqueda
de una salida que el Gobierno podría aprobar en forma de ley el próximo
viernes, en el Consejo de Ministros. Mientras, la banca y el Ejecutivo ultiman
las negociaciones con Bruselas para negociar su contenido
LARA GRAÑA|
A CORUÑA FELIPE SÁNCHEZ| SANXENXO Pese al silencio político, el conflicto de las
participaciones preferentes arde bajo los pies del Gobierno central, las
entidades financieras y, en Galicia, los de la Xunta. El rescate bancario, ya
solicitado, conlleva unas duras condiciones que terminarán por despejar todas
las incertidumbres que caen a plomo sobre los afectados por este producto de
riesgo, vendido de forma masiva por más de cincuenta entidades financieras
españolas. Las nacionalizadas, las que van a recibir inyección de capital
público, son las que aún no han podido dar una solución para sus clientes. Pero
falta muy poco para conocer qué pasará con las decenas de miles de inversores
que tienen atrapados sus ahorros.
"Antes de inyectarse capital público, las pérdidas se repartirán no solo entre los accionistas, sino también entre los titulares de deuda subordinada (productos híbridos, nombre que Bruselas otorga también a las preferentes) en los bancos que se acojan a las ayudas estatales". Estas palabras del comisario europeo Olli Rehn, publicadas por este periódico, aclararon ya parte del itinerario pendiente. De acuerdo con el memorando del rescate (MoU), Novagalicia Banco recibirá los al menos 6.000 millones que ya ha solicitado -a falta de conocer los resultados de la auditoría de Oliver Wyman- entre octubre y noviembre. Antes de que esto se produzca debe sanearse. Esto es, accionistas, tenedores de preferentes y deuda subordinada deben asumir parte del coste del rescate.
¿Pero cómo? El Ministerio de Economía debe aprobar antes de final de mes (el 24 o el 31) una ley que obligue a accionistas y poseedores de estos productos a asumir quitas "significativas" cuando el canje no sea voluntario. La incógnita que queda por despejar es cómo se articulará ese canje y qué nivel de pérdidas acabarán asumiendo los clientes.
El Gobierno ha propuesto una vía que pasaría por aplicar una quita de hasta el 70% de las preferentes de las nacionalizadas a cambio de algún tipo de bono sénior (prioritario) con altos intereses. Este producto compensaría la pérdida inicial en un periodo máximo de seis años. Esta opción tropieza frontalmente con el MoU, y Bruselas tachó de "pura especulación" esta posibilidad.
La otra vía es la que marca el propio memorando y que, a falta de más concreciones, pasa por que las entidades recompren sus preferentes y subordinadas con fortísimos descuentos. Si una preferente vale cien se recompraría, por ejemplo, por 50 (quita del 50%). Los 50 restantes irían a parar al cajón de los fondos propios de las entidades, que lo contabilizarían como ganancia, con lo que Bruselas daría por consumada la intención de "reducir al máximo" el coste para el contribuyente. Esta opción es la más lesiva para los afectados, pero es la que rubricó el ministro Luis de Guindos el 20 de julio.
Unas 5.000 personas afectadas por las preferentes de Novagalicia Banco llegadas de diferentes puntos de la geografía gallega se dieron cita durante la mañana de ayer en Sanxenxo para exigir la devolución del importe total de sus ahorros.
El acto, promovido por los afectados de O Salnés, reunió en la villa turística a más de once plataformas de todas las provincias.
Provistos de bocinas y silbatos y vestidos con camisetas de colores en función de su lugar de procedencia, los asistentes comenzaron su recorrido por el paseo de Silgar en el que repartieron cuartillas informativas a los veraneantes en las que dejaban bien clara su postura: "Exigimos la recuperación del 100% de nuestros ahorros". Con consignas como "Manos arriba, esto es un atraco" o "No somos inversores, somos ahorradores", los asistentes recorrieron las diferentes sedes de Novagalicia, en las que, además de pegar carteles con sus reivindicaciones, lanzaron huevos.
Los manifestantes se oponen tajantemente las dos soluciones planteadas hasta el momento. "Rechazamos con total firmeza el arbitraje. Es una trampa y un engaño capitaneado por el Gobierno de Feijóo", comentó Manel Cebral, un afectado procedente de Ferrol al que la entidad le adeuda unos 15.000 euros, "todo un año de salario".
Igualmente, los manifestantes también mostraron su disconformidad con la opción publicada por Financial Times para que las entidades participadas por el Estado ofrezcan un canje por bonos con un descuento de hasta el 70% del valor nominal y altos intereses para recuperar parte de la inversión a largo plazo.
Los manifestantes centraron sus críticas en la Administración central y autonómica y además de hacer una parada frente a la residencia veraniega del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, leyeron una carta en la que preguntan a las autoridades por qué protegen a quienes les "robaron".
"Antes de inyectarse capital público, las pérdidas se repartirán no solo entre los accionistas, sino también entre los titulares de deuda subordinada (productos híbridos, nombre que Bruselas otorga también a las preferentes) en los bancos que se acojan a las ayudas estatales". Estas palabras del comisario europeo Olli Rehn, publicadas por este periódico, aclararon ya parte del itinerario pendiente. De acuerdo con el memorando del rescate (MoU), Novagalicia Banco recibirá los al menos 6.000 millones que ya ha solicitado -a falta de conocer los resultados de la auditoría de Oliver Wyman- entre octubre y noviembre. Antes de que esto se produzca debe sanearse. Esto es, accionistas, tenedores de preferentes y deuda subordinada deben asumir parte del coste del rescate.
¿Pero cómo? El Ministerio de Economía debe aprobar antes de final de mes (el 24 o el 31) una ley que obligue a accionistas y poseedores de estos productos a asumir quitas "significativas" cuando el canje no sea voluntario. La incógnita que queda por despejar es cómo se articulará ese canje y qué nivel de pérdidas acabarán asumiendo los clientes.
El Gobierno ha propuesto una vía que pasaría por aplicar una quita de hasta el 70% de las preferentes de las nacionalizadas a cambio de algún tipo de bono sénior (prioritario) con altos intereses. Este producto compensaría la pérdida inicial en un periodo máximo de seis años. Esta opción tropieza frontalmente con el MoU, y Bruselas tachó de "pura especulación" esta posibilidad.
La otra vía es la que marca el propio memorando y que, a falta de más concreciones, pasa por que las entidades recompren sus preferentes y subordinadas con fortísimos descuentos. Si una preferente vale cien se recompraría, por ejemplo, por 50 (quita del 50%). Los 50 restantes irían a parar al cajón de los fondos propios de las entidades, que lo contabilizarían como ganancia, con lo que Bruselas daría por consumada la intención de "reducir al máximo" el coste para el contribuyente. Esta opción es la más lesiva para los afectados, pero es la que rubricó el ministro Luis de Guindos el 20 de julio.
Unas 5.000 personas afectadas por las preferentes de Novagalicia Banco llegadas de diferentes puntos de la geografía gallega se dieron cita durante la mañana de ayer en Sanxenxo para exigir la devolución del importe total de sus ahorros.
El acto, promovido por los afectados de O Salnés, reunió en la villa turística a más de once plataformas de todas las provincias.
Provistos de bocinas y silbatos y vestidos con camisetas de colores en función de su lugar de procedencia, los asistentes comenzaron su recorrido por el paseo de Silgar en el que repartieron cuartillas informativas a los veraneantes en las que dejaban bien clara su postura: "Exigimos la recuperación del 100% de nuestros ahorros". Con consignas como "Manos arriba, esto es un atraco" o "No somos inversores, somos ahorradores", los asistentes recorrieron las diferentes sedes de Novagalicia, en las que, además de pegar carteles con sus reivindicaciones, lanzaron huevos.
Los manifestantes se oponen tajantemente las dos soluciones planteadas hasta el momento. "Rechazamos con total firmeza el arbitraje. Es una trampa y un engaño capitaneado por el Gobierno de Feijóo", comentó Manel Cebral, un afectado procedente de Ferrol al que la entidad le adeuda unos 15.000 euros, "todo un año de salario".
Igualmente, los manifestantes también mostraron su disconformidad con la opción publicada por Financial Times para que las entidades participadas por el Estado ofrezcan un canje por bonos con un descuento de hasta el 70% del valor nominal y altos intereses para recuperar parte de la inversión a largo plazo.
Los manifestantes centraron sus críticas en la Administración central y autonómica y además de hacer una parada frente a la residencia veraniega del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, leyeron una carta en la que preguntan a las autoridades por qué protegen a quienes les "robaron".
Fuente: www.laopinioncoruna.es
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