MÁS PROBLEMAS PARA LA ‘MARCA ESPAÑA’ EN LA PRENSA EXTRANJERA
“Cómo llegué a odiar a los españoles”, el
testimonio de un alemán en ‘Die Welt’
Los
esfuerzos del Gobierno por mejorar la imagen española en el exterior siguen
chocando una y otra vez con los artículos que se publican en los más
prestigiosos diarios extranjeros. Difícil poner en valor la ‘marca España’
cuando en entornos internacionales como la Villa Olímpica el
‘Wall Street Journal’ hace un duro y cruel análisis de la situación del país, o cuando
el asalto al Mercadona capitaneado por Sánchez Gordillo comparte
portadas en Europa con la guerra de Siria.
El último
episodio de este vía crucis por los rotativos internacionales es un artículo
publicado en ‘Die Welt’, uno de los diarios más leídos en Alemania,
quizás el país donde es más deseable una imagen positiva de España. El texto se
enmarca dentro del 40º aniversario del billete de tren Interraíl, que permite
desplazarse por todo el continente europeo y consiste en los recuerdos de un
verano de 1988 en el que el autor aprendió “a odiar a los españoles” a
pesar de que recorrió también otros países a los que no dedica ninguna mención
negativa.
En el
artículo se relata como el protagonista llegó sin problemas desde Alemania
hasta Lisboa con el billete Interraíl, pero cuando le llegó el momento de
encontrar medios para regresar comenzaron sus problemas. “Nunca olvidaré las
taquillas de la estación de Huelva”, asegura, antes de relatar cómo los
españoles le parecieron groseros e irrespetuosos.
Las quejas
del viajero alemán se centran en el comportamiento social que observó en los
españoles y en su absoluto desconocimiento del idioma inglés. “La cola
de la taquilla era hostil, no se ponían en fila sino más bien al lado unos de
otros”, recuerda. “Pronto se me colocó al lado una señora que había llegado
claramente más tarde que yo y un hombre vino a decirme que la mujer estaba
primero. Intenté explicarle en inglés que yo había llegado antes, pero él se
limitaba a gritar mucho y a gesticular formando un gran grupo a nuestro
alrededor”.
El autor denuncia
también el ‘provincianismo’ español y desprecio que sintió por ser
extranjero, al asegurar que finalmente quedó “como el idiota que se
atreve a viajar por España sin hablar español”, como si eso fuera “una
provocación”. Más tarde pudo hablar con otro viajero alemán que había
presenciado la situación que le señaló que en su experiencia “si eres turista
estás en el escalón jerárquico más bajo”.
En
contraposición, el resto del artículo relata experiencias con ciudadanos de
otros países que sí resultan positivas y asegura que después de tratar con
los onubenses no volvió “a sentirse reconciliado con la vida” hasta que conoció
a una pareja de franceses que compartieron con él su comida y le trataron con
amabilidad. A modo de resumen, señala que en su viaje aprendió a que le
gustaran los franceses y los portugueses y “a odiar a los españoles”.
Fuente: http://www.elconfidencial.com/
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