Intentando aclarar dudas sobre el Banco Malo
Paco
Bello Iniciativa Debate 24/8/2012
Seguro que casi todo el mundo ha oído
hablar ya de la próxima creación de un “banco malo” que con dinero público
adquirirá los activos tóxicos de las entidades bancarias que así lo precisen.
Pero ¿sabemos cómo y por qué se va a hacer esto? Voy a intentar aclararlo de
forma sencilla.
¿Qué es un activo tóxico?
Principalmente, créditos hipotecarios
concedidos durante la burbuja inmobiliaria, y que son incobrables.
¿En qué afecta esto a las entidades
financieras?
Lógicamente en todo. Las cuentas de
resultados no son las mismas actualizando el precio de sus activos al valor
actual, que nada tiene que ver con aquel que incluyeron en sus balances en el
momento de la concesión de aquellos créditos.
¿Qué solución se propone?
Crear un “banco malo” con dinero
público, prestado por Europa al Estado (los famosos 100.000 millones
del rescate financiero) para que este compre a los bancos todos esos activos
restaurando así el normal funcionamiento del sector bancario actualmente
bloqueado. Y liquidar esos activos para recuperar lo gastado, en un plazo por
determinar.
¿Cuál es el problema?
Hay muchos. Obviaremos que el Estado no
tiene por qué rescatar a entidades privadas, y lo haremos por una presunta
responsabilidad que invita a no crear un caos financiero.
El principal problema es que, también
presuntamente, hay dos formas de ver este problema: una europea, y una de
españistán.
La
supuesta perspectiva europea (que en realidad tampoco es tal), es que el valor
de esos activos es de un 30% de su máximo (no deben estar demasiado
confundidos, porque nuestro querido ministro De Guindos acaba de adquirir un
ático en La Moraleja exactamente por ese porcentaje de su valor máximo, y los Hedge
Fund están comprando algunos paquetes a ese precio). El caso es que
Europa ha previsto que la banca precisaría un máximo de 100.000 millones,
aunque lo anunciado era utilizar entre 60 y 70 mil millones, cuando se
está hablando de que esos bancos tienen en cartera más de 300.000 millones en
activos, y de ellos un 70% dudosos*. Algo falla ¿o no?
Lo que falla es que el tipo de descuento
que hacen unos y otros no se parece en nada. El sistema financiero español se
ha dotado de provisiones para hacer frente a la diferencia de valor entre lo
inicialmente tasado y el actual precio de mercado. Pero su “optimismo” ha hecho
que grosso modo sitúen el valor actual en algo más de un 80% sobre el máximo.
Lo que estas entidades quisieran, es que el banco malo, pongamos, los comprase
con un pequeño descuento, pongamos también, al 70% de su presunto valor
inicial. Si esto fuera así, harían un negocio redondo, casi como el timo
de la estampita pero asumido y aceptado por el comprador, o sea, el pueblo.
Por lo que se comenta, en Europa, que
son algo más realistas, consideran que un 30% del precio de burbuja está mucho
más cercano a la realidad, de ahí que provean 100 mil (calculando unos 70 mil)
en lugar de más de 300 mil (calculando unos 200 mil) millones para sanear las
cuentas del sector.
Hay otro problema con los plazos, pero
derivado de este. Para poder recuperar el dinero entregado a los bancos
mediante la venta de los activos adquiridos, el banco malo depende del precio
de compra. A un 70% puede que se vendan dentro de 10 o 15 años, o nunca. A un
30% puede que sí se vendan en 3 o 5 años, recuperando así lo entregado.
Aquí solo hay dos opciones. O pierden
los bancos, o perdemos todos.
Los bancos han estado manteniendo
hinchado de forma ficticia (y fraudulenta) el precio de las propiedades
inmobiliarias para no hacer un agujero insalvable en sus balances. Pero la
realidad es muy tozuda, y así no pueden deshacerse de esas propiedades porque
nadie las quiere comprar. Sí o sí el mercado inmobiliario debe ajustarse a la
realidad, y esa opción hará o bien que los accionistas asuman las pérdidas, o
quebrar entidades que basaban su solvencia en unas cuentas irreales, que solo
servían para mantener resplandeciente la fachada, a costa de mantener congelada
cualquier operativa (lo que no es más que alimentar un círculo vicioso sin salida).
O si finalmente se compran esos activos a precios irreales, lo que se hará es
quebrar el bolsillo de una población que no participó en los beneficios de
aquella fiesta del dinero. Pero ojo, porque, ¿dónde está el dinero para esta
segunda opción?
Cabe
la posibilidad de que se haga una chapuza, y todo quede a mitad de camino entre
las dos alternativas, lo cual ya sabemos cómo suele acabar. Hoy o el próximo
viernes saldremos de dudas, y veremos hasta dónde se ha negociado ese MoU (memorándum de entendimiento) y con qué objetivos.
Hay una última cuestión en toda esta
catástrofe económica: ¿al final nadie es responsable de nada?
P.S. Una recomendación al gobierno: por
favor, denominen al nuevo banco: “banco peor”, porque lo contrario invita a
entender que existe algún banco bueno, y yo no conozco ninguno. Gracias.
*Actualización
aproximada atendiendo al incremento de morosidad desde el último Informe de Estabilidad Financiera del Banco de España de
abril de 2012.
Fuente. http://iniciativadebate.org/
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