La Policía
sorprende a un vecino destruyendo los símbolos franquistas de la iglesia
El autor confeso tiene 72 años y en 2009 ya pidió al Ayuntamiento, sin
conseguirlo, que cumpliera la Ley de la Memoria Histórica
|
|
|
|
|
José Gallego contemplaba ayer sus pintadas en una de las paredes de la
Basílica de Aspe. j.c.p.g.
PÉREZ GIL Elda/Vinapoló.-
Martes 21 de agosto de 2012.- José Gallego
ha confesado a sus 72 años de edad ser el autor de las pintadas realizadas en
las últimas semanas sobre los símbolos franquistas que todavía perduran en
diferentes edificios públicos y religiosos de Aspe. Concretamente en la fachada
del colegio donde se encuentra la placa de la Generalitat Valenciana con el
nombre del General Moscardó y en una pared lateral de la Basílica, que fue
precisamente el lugar donde la Policía Local lo sorprendió, en la mañana del
pasado domingo, subido a una escalera y tachando con spray rojo los nombres de
un grupo de aspenses del bando nacional fallecidos en la Guerra Civil y
recordados bajo el título: "Caídos por Dios y por España".
Hace tres
años este jubilado aspense afiliado al Partido Socialista desde 1974 ya
solicitó formalmente al Ayuntamiento, entonces gobernado por la alcaldesa
popular Nieves Martínez, la retirada de todos los vestigios de la dictadura que
perduraban en la localidad. Sólo quería hacer cumplir el artículo 15 de la Ley
52/2007 de Recuperación de la Memoria Histórica. Pero nadie le hizo caso. A
partir de noviembre pasado, cuando el PSOE y EU alcanzaron la Alcaldía de Aspe
a través de una moción de censura contra el gobierno popular, José Gallego
volvió a solicitarle lo mismo y en varias ocasiones al actual alcalde, el
socialista Manuel Díez. Pero el resultado ha sido igual de nulo. "Así que
al final me he cansado de tanto esperar y de tanto incumplimiento y he decidido
hacer yo mismo lo que dice la Ley", explicó ayer a este diario asegurando
que no quiere protagonismos "porque no me siento ningún justiciero, no soy
ningún héroe ni tampoco deseo tener más berrinches porque estoy delicado del corazón".
Tal y como
él mismo ha explicado a este diario, sus andanzas comenzaron el mes pasado
cuando, a las doce del mediodía, se dirigió al colegio General Moscardó y saltó
la valla para emborronar el nombre de quien él considera "un militar
golpista que traicionó el régimen legítimo de la II República". Y la
semana pasada continuó con su particular campaña. Pero esta vez en la fachada
de la iglesia. "Fui sobre las ocho media de la tarde -relató ayer- pero no
pude acabar la faena porque se me gastó el spray y tampoco alcanzaba a los
nombres que están en la parte más alta de este pequeño Valle de los
Caídos". Pero volvió a las ocho de la mañana del pasado domingo y ésta vez
llevaba consigo un bote nuevo de spray rojo y una escalera. Y fue entonces
cuando un policía lo sorprendió y lo identificó advirtiéndole de que iba a
abrir diligencias por su acción. "Me dijo que lo que estaba haciendo era
ilegal y yo le respondí que lo que verdaderamente es ilegal es que todos esos
símbolos franquistas estén todavía ahí donde están. Entonces me pidió que me
identificara y yo le entregué el DNI y le dije: haga usted lo que tenga que
hacer y cumpla usted con las funciones que tenga que cumplir y que sepa usted,
señor agente, que si a mí me abren diligencias yo se las abriré también al
Ayuntamiento por un incumplimiento manifiesto y reiterado de la Ley de la
Memoria Histórica", recordó ayer José Gallego asegurando, por último, que
no tiene miedo. Está convencido de que hacer cumplir la Ley no es ningún
delito. "Al menos -puntualiza- en un país democrático y libre".
No hay comentarios:
Publicar un comentario