DESMONTANDO A COSPEDAL Y SU CRIMINALIZACIÓN DEL 25-S
Artículos de
Opinión | Pura María García | 30-09-2012 |
Les deberían
pasar las pruebas de evaluación diagnóstica que aplican a los alumnos (y por
extensión al profesorado) para formar parte del Informe Pisa y…suspenderlos. No
llegan a un 4, al antiguo insuficiente. Está claro que no progresan, ni
siquiera inadecuadamente. Sencillamente NO PROGRESAN y, por supuesto, o por su
“puesto”, NECESITAN MEJORAR.
Hablo de la
clase sin-clase política que nos gobierna. La verdad es les debería resultar
igual de cansino el escuchar y leer nuestras quejas (las desoyen,
efectivamente) que, para nosotros, escribir sobre ellos.
Les pienso y
viene a mi mente “la parábola del tonto y la senda”: el bobo tomó la senda, un
día, y siguió y siguió, convencido de que aquella senda era inacabable. La
única diferencia con el bobo es que los políticos saben, en el fondo, que la
senda tiene un límite y que ese camino, del que no se apean, no es un camino de
cuento ni parábola, es el día a día, la vida de los ciudadanos, esos que ellos
utilizan como sparring cuando fingen aporrearse entre ellos, gran teatro ese de
ser oposición o de aparecer como animadores de la democracia. SUSPENSO, con
rojo y subrayado.
Hace unos
días tildaban de “revuelta inaceptable” la manifestación de la Diada Catalana.
Se han pasado horas de debates, de radio , televisión y decenas de líneas de
entrevistas, advirtiéndonos sutilmente, como siempre que intentan no pasar a la
fase A sin haber probado la B, sin dejar la senda, de que esos catalanes
violentos, independentistas, rebeldes, ellos insisten que “sin causa”, nos van
a estropear la democracia global, el autonómico estado del bienestar y la
gloria, el reino de la democrática España, amueblado con una constitución
funcional, como los muebles de Ikea que, a conveniencia, interpretan y
malinterpretan. “¡Se sienten coño!”, dijeron los políticos sin clase hace unos
días a los revoltosos catalanes. No les hacia falta el tricornio: JAMÁS SE LO
QUITARON. ”¡Se sienten coño!”, nos repitieron en voz alta y clara. Y no nos
hicieron cantar el cara al sol porque, aunque disimulen, saben que la senda
tiene un límite (aunque lo olvidan muchas veces, cierto). Nos extrañó que nos
mandaran tejerísticamente callar y “sentarnos”, señalándonos con ese dedo,
corto y sucio, que tienen en sus manos de idéntica condición, para avisar, de
paso, a los posibles rebeldes vascos, gallegos o valencianos, las cuatro
pandillas, según ellos, que representan el peligro independentista. “¡Se
sienten, coño!”
No sé de qué
nos extrañamos entonces, hace unos días. Nos habían mandado sentarnos-coño
cuando los mineros caminaban o se encerraban en los pozos; cuando los
funcionarios reclamábamos lo que unos días después enarbolaban como “prioridad
social”, la MEJORA DE LA EDUCACIÓN; cuando los indignados se expresaban,
cuando…
Esos, estos,
políticos sin clase que se han llenado la boca diciendo, por activa y por
pasiva, que ELLOS han construido, con la ayuda de sus vasallos, eso sí, una paz
y una transición que ha permitido la democracia, a pesar del 23 F…Estos, se han
atrevido, ultrapasando “la senda” a descubrirse, ya sin más pudor, y mostrarnos
el tricornio y el bigote que SIEMPRE HAN LLEVADO y, sin ética ninguna,
cospedalean y comparan a quienes organizaron el acto de hoy en los alrededores
del congreso y a quienes han participado en el con terroristas golpeadores de
estado, convertidos, según ellos, en tejeros de calle, tejeros unidos en
plataforma, que, a su juicio, deben ser exterminados, asaltados, cacheados,
insultados, puestos al morro de los perros policíacos que se utilizan en
operaciones de riesgo, acercados peligrosa y amenazadoramente al lateral del
pantalón de la policía, enviada por ellos, cobardes que buscan delegar en los
funcionarios de uniforme, donde está la pistola y la porra de goma. Por si
acaso.
Por si
acaso, las niñatas con pelo ondulado con pinzas y bigudíes de marca,
cospedalean, amparándose en su formación jurídica y, como quien no quiere la
cosa (que no la quieren, por si teníamos dudas) van y dictan, brazo en alto que
el acto de manifestarse en el congreso es -más que la manifestación de un
malestar y una presión pacífica, un basta ya, para que abandonen la senda que
no cesa de hundirnos cada vez más- un golpe de estado que se asemeja al
denostado 23 F.
Si la
legislación en relación a los delitos de los pirómanos está siendo objeto de
revisión, no se pierden este caso de cospedalpiromancia: la prepotencia de la
barbipepera le ha llevado a creer que nada pasa si, sobre una hoguera
alimentada por el paro y el no llegar a fin de mes, nuestra “recortada y
secuestrada” existencia, ella y sus ondas capilares vierten un poco de
gasolina. Eso no es un 23 F, señores y señoras. Eso es…no abandonar la senda y,
a los demás…¡ que les den!
Pues no, no
cuela.
No intenten
confundirnos.
Los del
tricornio son ustedes, personajes de una novela titulada “El espíritu no de la
Colmena, sino de Tejero”; caminantes de senda, pesados hasta lo impensable;
saqueadores de “bankios”; inventores de enfermedades irreales, como “el estrés
de la banca”; objetos poco animados pegados con Loctite a su poltrona;
fascistas y tejeros con camisa de azul cuello y puños impolutos. No cuela. No
nos cuela su “¡Se sienten, coño”!
Se les ve el
plumero al intentar criminalizar la manifestación de hoy.
“Se sienten,
coño” pero ustedes. Dejen de saltarse a la torera los derechos mínimos que
hemos adquirido con la lucha de hombres y mujeres que, antes de que ustedes
aprendieran sus discursos de blablabla-pijo, ya se partían la cara delante de
los grises. Dejen de detener a manifestantes, de esposarlos, chantajearnos,
amenazarnos, ponernos debajo de los perros policía y de vejarnos.
De una vez,
políticos fascistas y sin clase: ¡”Se sienten, coño!
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