Artículos de
Opinión | Francí Xavier Muñoz * | 24-08-2013 |
Recientemente,
el INE ha publicado los datos de emigración correspondientes a 2012: 476.000
personas han salido de España en ese año buscando una salida laboral, de las
que solo 59.700 eran españolas, se entiende que tanto de origen como
nacionalizadas. Esta cifra, que por tercer año consecutivo supera a la de
inmigrantes, sitúa a España, de nuevo en la Historia, como un país
predominantemente emisor y no receptor de emigrantes, lo que es normal en una
situación de crisis y recesión como la que asola nuestro país en estos
momentos.
Pero esta
cifra esconde algo más, que no se comenta demasiado en los grandes medios de
comunicación. Esta cifra revela el éxito de las políticas del Gobierno de Rajoy
en un objetivo prioritario que se había marcado, aunque nunca fuera explicado
públicamente, y que consistía en reducir considerablemente la presencia de
extranjeros en España. Y esta cifra revela también algo más: el fracaso total
de las políticas de Rajoy en crear empleo, su promesa electoral más aireada y
menos cumplida.
Porque Rajoy
y todo su partido, con Esteban González Pons micrófono en mano, nos vendieron
la creación de dos millones de empleos en cuatro años de legislatura. Nada más
tomar posesión de los cargos y comprobar la dimensión de la crisis, supieron
que de lo prometido, nada de nada, y que la única vía para reducir algo la
cifra de desempleo vendría de la mano de dificultar todo lo posible la permanencia
de población extranjera en España. Y a ello se entregó el Gobierno con pasión:
reforma laboral que abaratara el despido, precarizara las condiciones de
trabajo y redujera los sueldos; exclusión de irregulares de la Sanidad
primaria; reducción de la prestación por desempleo a partir del primer
semestre; endurecimiento de las condiciones para optar a la ayuda de 400 euros;
etc. Este Gobierno encontró, además, la complicidad y aquiescencia de la
patronal española (CEOE), que apostaría algo a que estará indicando
periódicamente a sus asociados la conveniencia de contratar prioritariamente a
españoles.
Muchas de
las medidas aprobadas por el Gobierno de Rajoy tenían como destinatarios
principales a los extranjeros, tanto residentes como irregulares, y las cifras
de emigración lo están demostrando, lo que revela que el Gobierno desistió
inmediatamente de explorar vías para la creación de empleo (renunciando a la
expansión de las energías renovables, por ejemplo) y se centró exclusivamente
en arrinconar a un determinado colectivo laboral para que buena parte de él
hiciera las maletas y se marchara de España. Y lo está consiguiendo…
No entro a
valorar si en nuestro país había pocos, suficientes o demasiados extranjeros.
Lo que valoro es el fracaso absoluto de este Gobierno en su promesa electoral
más importante, la creación de empleo, pues reducir el desempleo se puede
enfocar de dos maneras distintas: o creando nuevos puestos de trabajo o
expulsando a una parte de los desempleados. Y esta última es la vía por la que
se ha optado, la más fácil, menos costosa e incluso mejor vista por una parte
del electorado de Rajoy.
Los destinos
de esa emigración ponen de manifiesto que una pequeña parte, la representada
por españoles, opta mayoritariamente por emigrar a países de la UE (Reino
Unido, Francia y Alemania), mientras que una gran parte, la representada por
extranjeros, opta por retornar a sus países de origen o emigrar a países
emergentes (Ecuador, Venezuela, Colombia, Perú, Argentina y Brasil). Los aquí
expuestos son los países que han encabezado la lista de emigrantes en 2012, lo
que revela claramente que las políticas de Rajoy están expulsando de España a
una parte considerable de iberoamericanos.
La crisis
económica ha hundido el sector inmobiliario español, un sector hinchado
artificialmente por los Gobiernos de Aznar y no deshinchado por los Gobiernos
de Zapatero. Tanto unos como otros son responsables de este desaguisado, cuyo
desplome ha afectado mayoritariamente a extranjeros y a jóvenes españoles, los
dos colectivos más perjudicados por el desempleo y sin perspectivas a corto
plazo de reincorporarse al mercado laboral. El Gobierno de Rajoy, por renunciar
a políticas de creación de empleo, es responsable de acabar dando la puntilla a
estos dos colectivos, que saturan las cifras del paro sin hacer sangre de su
situación en las calles, unos porque son extranjeros y qué más van a pedir y
otros porque son jóvenes y están siendo sostenidos por padres o abuelos. De ahí
la paz social en España…
* Secretario
de Organización de ISI ES
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