El Síndic de
Greuges, Rafael Ribó, ha afirmado este jueves en el Parlament que Cataluña
tiene un “problema real” de malnutrición infantil, por lo que ha exigido
subsanar los déficits que tienen las políticas públicas diseñadas para abordar
este fenómeno y ha pedido a los diputados que sean capaces de poner en marcha
soluciones.
En una
comparecencia ante la Diputación Permanente para explicar el informe que
presentó a principios de agosto –a petición de CiU y ERC y ante la polémica
surgida–, Ribó ha considerado “casi diabólico” dudar sobre la existencia de
este problema, ya que los organismos de estadística, entidades sociales y las
mismas administraciones públicas llevan meses alertando sobre él.
El informe
apunta a que al menos 50.000 menores de 16 años sufren problemas de
malnutrición, entendida como la imposibilidad de seguir una dieta equilibrada
por motivos económicos, en una intervención en la que también ha recordado que
el 16,6% de los menores catalanes viven en un hogar sin ningún ingreso –frente
al 5,8% de 2008– y que hasta 10.000 de ellos viven en familias que perdieron en
2011 las ayudas propias de la renta mínima de inserción (RMI).
El documento
“no pretende demostrar que hay malnutrición infantil; eso ya está demostrado”,
según Ribó, que ha constatado que el trabajo de unas 30 páginas dedica más de
dos tercios de su contenido a proponer mejoras en la gestión de las becas
comedor.
Asimismo, ha
recordado que los datos de la misma Consejería de Salud recabadas a partir del
trabajo de los médicos de atención primaria constatan 751 casos de desnutrición
relacionados con la pobreza, y, aunque éste no es un problema estructural en
Cataluña, sí “existe de manera puntual”.
“A pesar de
los esfuerzos de las administraciones y del trabajo muy encomiable de las
entidades sociales, hay déficits en las políticas públicas” en relación con
este fenómeno creciente –ha dicho– algo que el Síndic también sabe por haber
recibido 1.700 quejas específicas que “no son historias creadas o inventadas”,
decenas de ellas en las últimas semanas.
Por todo
eso, ha pedido abordar “serenamente” el problema, así como un cambio de chip en
el diseño de las ayudas, al entender que puede ser erróneo excluir de la RMI a
una pareja sin ningún ingreso y que las becas comedor no tienen el diseño
adecuado para solventar el problema.
En concreto,
ha señalado que estas ayudas están orientadas solo a menores de 3 a 12 años,
solo durante los ocho meses y medio que dura el curso y que en ocasiones se han
abonado desde marzo, además de subrayar la necesidad de unificar criterios de
actuación y mejorar la coordinación entre las diferentes instituciones.
POLÉMICA ESTIVAL
En relación
con la polémica sobre el significado de la palabra malnutrición o desnutrición
y de la gravedad del problema –diversos consejeros han salido al paso del
informe este verano–, Ribó ha insistido en que el problema existe, y “evidenciarlo
no es ningún ataque”.
También ha
destacado que se limita a ejercer las competencias que le otorga el Estatut
desde la más radical independencia, ha pedido “respeto y serenidad”
institucionales, y ha destacado que la gente espera soluciones concretas, por
lo que ha animado a los diputados a ponerlas en marcha.
De hecho,
considera que el debate es “profundamente político”, y por eso ha pedido a los
partidos diálogo, con una petición clara al Govern: el despliegue del artículo
24 del Estatut, que apunta a la concesión de ayudas a las familias en situación
de pobreza.
europapress.es
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